La Hiposmia: Trastorno de perdida parcial del olfato

La hiposmia es la pérdida del sentido del olfato debido a la obstrucción nasal, la cual puede ser originada por la presencia del desarrollo de gripe o resfriado común, así como también por reacciones alérgicas, entre otros factores que puedan promover la congestión nasal por la producción de mucosa. Si desea conocer más sobre esta enfermedad, se encuentra en el artículo indicado. Recuerde no automedicarse, de reconocer alguno de los síntomas, por favor acuda a su médico.

¿Qué es la hiposmia?

La Hiposmia es una afección que se presenta en las personas como una consecuencia del desarrollo de un proceso gripal o de resfriado común, en donde la producción de mucosa, puede llegar a afectar el sentido del olfato.

Esta afección en la interferencia de poder captar los olores, puede llegar a ser parcial, sin embargo, se pueden presentar cuadros en los cuales se vuelven crónicos y el sentido olfativo de la persona, puede perderse de manera permanente. Cuando se produce la pérdida total del sentido del olfato entonces se habla de Anosmia, mientras que cuando se habla de una pérdida parcial se trata de una Hiposmia.

Los sentidos químicos de nuestro organismo son el sentido del gusto y el sentido del olfato, pero cómo percibimos los olores y como la Hiposmia afecta a éste importante sentido. El olor son partículas aromáticas que son percibidas por el tejido epitelial que se encuentra ubicado en nuestras fosas nasales y cada una de estas partículas es descifrada y procesada por nuestro sistema olfativo.

Nuestro sentido del olfato es el más desarrollado al momento de nacer, es por ello que podemos percibir y reconocer el olor de nuestra madre, que en realidad es lo que calma nuestro llanto. Los aromas que percibimos son cientos de sustancias diferentes y nuestro sistema olfativo las debe decodificar.

¿Cómo es el proceso?, de manera general las moléculas o partículas llegan en forma de vapor hasta nuestras fosas nasales y estas se disuelven en la mucosidad, que se ubica exactamente en la zona superior de nuestras fosas nasales, por debajo de ellas se encuentra el epitelio, en donde están la células o neuronas receptoras, quienes tienen la función de trasmitir la información hacia los bulbos olfatorios, ubicados en la parte de atrás de la nariz.

Los bulbos olfatorios están constituidos por receptores, los cuales forman parte del cerebro y activan tanto la zona límbica como la neocorteza. El primero es en donde se promueven la memoria y los sentimientos y en la neocorteza se promueve la conciencia, es por ello, que usualmente cuando reconocemos un olor, los asociamos con un recuerdo.

La sensibilidad y rapidez de respuesta de nuestro sistema olfativo es más rápido que otro de nuestros sentidos como el tacto por ejemplo, porque la trasmisión del mensaje recibido viaja directamente hasta el cerebro, los demás deben viajar a través de la espina dorsal, por lo tanto, a pesar que es un viaje a altísima velocidad, es mayor la distancia y por ello el olfato es un sentido, más eficiente.

Cuando sufrimos de hiposmia se encuentra comprometida nuestra capacidad para detectar los olores. Este trastorno puede ser generado por cambios en las estructuras cerebrales, lesiones en las fosas nasales, presencia excesiva de mucosidad, tabaquismo, entre otras.

HIPOSMIA

Causas

Existen diversas causas que pueden derivar en una Hiposmia, una de las más comunes es cuando se produce una congestión nasal, en la que se genera un aumento desmedido de la cantidad de mucosidad, la cual se aloja en nuestras fosas nasales.

Este aumento de mucosidad en las fosas nasales interrumpe el contacto necesario entre las partículas de olores y el tejido epitelial, por lo tanto, se ve afectada la trasmisión de la información hacia el cerebro. Esta interrupción puede presentarse en diversos grados.

La causa de la congestión nasal puede ser generada por el desarrollo de un resfriado común o un estado gripal más complicado, pero son los procesos congestivos más frecuentes que pueden dar origen a una hiposmia.

Otra de las causas reconocidas son los desarrollos de Alergias. Cuando las personas son sensibles al desarrollo de alergias  se puede también producir una hiposmia, provocando la pérdida parcial de la percepción de los olores.

HIPOSMIA

Existen temporadas del año, sobre todo en primavera donde los casos de hiposmia suelen ser frecuentes, debido a que en el ambiente se presentan cantidades importantes de polen, lo que afecta a muchas personas, sin embargo, cuando estas alergias son tratadas, se comienza a recuperar el sentido del olfato.  Hay casos más crónicos en los que la disminución del sentido del olfato es permanente.

También la hiposmia puede ser causada por un traumatismo ocurrido o provocado en la cabeza, este tipo de situaciones pueden causar inflamaciones en el cerebro en donde se ven afectadas las partes del cerebro involucradas en la decodificación de los olores y por lo tanto, comenzamos a desarrollar una hiposmia. Dependiendo del daño, la hiposmia puede ser parcial y momentánea o parcial y permanente.

El desarrollo de otras patologías como son los Pólipos nasales también pueden ser causa de una hiposmia, este tipo de enfermedades lamentablemente pueden causar hipomias permanentes, aún siendo removidos los pólipos.  No obstante, en la mayoría de los casos, la eliminación de los pólipos está más dirigida a esa patología que a recuperar la capacidad olfativa del paciente.

Por supuesto que también los virus son un agente infeccioso que puede producir una hiposmia, en la mayoría de estos casos virales, la enfermedad se mantendrá mientras el virus esta activo, cuando la infección viral es controlada, la hiposmia irá desapareciendo de manera progresiva.

HIPOSMIA

Siempre es importante el tiempo que dure la causa que está produciendo la hiposmia, en la medida que es atendida oportunamente la hiposmia puede desaparecer sin dejar secuelas en el paciente y éste recupera su sentido del olfato, no obstante, si la permanencia de la causa dura largos periodos de tiempo, pueden conllevar la pérdida total de la percepción de olores y pasar de una Hiposmia a una Anatomía.

Existen causas que pueden ser como consecuencias de afecciones de origen congénito, autoinmune o neurodegenerativa, que pueden producir una hiposmia. Existen una serie de enfermedades que provocan una disminución de la capacidad olfativa de las personas, entre ellas podemos reseñar la Diabetes, sin embargo, aún se desconoce cuál es el efecto que tienen esta enfermedad y sobre que parte del sistema olfativo tienen una repercusión, que genera la hiposmia en los pacientes que la padecen.

Existe una hipótesis médica que indica que probablemente se deba en la afección que la diabetes tiene sobre el sentido del gusto y como el sentido del olfato y el sentido del gusto se encuentran relacionados, es posible que sea la causa de la hiposmia referida por lo pacientes.

Con respecto a las patologías neurodegenerativas como Parkison, Alzhaimer por nombrar las más comunes, se produce una pérdida parcial del olfato en los pacientes. En las investigaciones es importante reconocer si la presencia de hiposmia, se trata de una fase temprana del desarrollo de este tipo de enfermedades, de ser así, se podrían iniciar tratamientos tempranos para este tipos de patología neurodegenerativas.

También enfermedades como el hipotidoidismo, hipertensión arterial, se relacionan con periodos de hiposmia. Pero existen también factores exógenos que pueden originar una hiposmia, como es el hábito del tabaquismo. Las personas que tienen el hábito de fumar sufren de hiposmia, debido a que someten a los receptores a partículas olfativas a químicos como el alquitrán y nicotina, por nombrar solo dos de los más de 4.000 sustancias químicas que contiene el humo de cigarrillo.

La hiposmia también se puede desarrollar por la exposición permanente a vapores, productos químicos o gases en los ambientes laborales, sin utilizar la protección respiratoria adecuada. Y por último la hiposmia puede ser también promovida por efectos secundarios de ciertos medicamentos, de manera común las personas que por alguna razón presentan una congestión nasal, suelen utilizar descongestionantes nasales, lo que puede ser contraproducente, debido a que su uso frecuente puede producir una hiposmia.

Síntomas de la hiposmia

El síntoma asociado a la hiposmia es falta de capacidad de percibir los olores y degustar los sabores. Los pacientes que sufren de esta enfermedad, notarán que se afecta su calidad de vida e incluso pueden aumentar el riesgo de sufrir accidentes. Recordemos que el sentido del olfato tiene la capacidad de que nos permite identificar olores que nos sirven de alerta, por lo que podemos prevenir ciertas situaciones y exponernos a menos peligros.

También los olores nos permiten recordar y promueven sensaciones que son importantes en el ser humano. Las personas que sufre de hiposmia verán afectada su alimentación, debido a que no perciben los gustos de los alimentos, haciéndolos poco atractivos disminuyendo la ingesta, este problema puede ser más agudo en los niños, ya que puede traer consecuencias importantes en el desarrollo del menor. También en adultos mayores, se puede presentar este tipo de afecciones alimenticias.

HIPOSMIA

La afección del sistema olfativo como podemos reconocer, nos brinda información sobre la calidad del aire que respiramos, nos ayuda a reconocer si los alimentos están en buen estado, si el agua que ingerimos tiene un sabor, cuando no lo normal es que no tenga ninguno, por lo tanto, la pérdida parcial del olfato afecta la calidad de vida de los pacientes y puede en consecuencia tener repercusiones importantes en  su salud.

Diagnóstico y Tratamiento

El diagnóstico de la Hiposmia lleva en principio el reconocimiento y análisis de la historia clínica del paciente y sus antecedentes familiares, el tiempo de aparición del síntoma y si el mismo fue de manera gradual o repentina.

Con base en los antecedentes médicos del paciente, se determinara el posible origen de la patología, recordemos que la hiposmia puede ser causada por diversos factores, tanto orgánicos como factores externos. Se debe también determinar si los síntomas son intermitentes, lo que puede estar asociado a una patología de rinitis alérgica crónica.

Otro dato importante es conocer la profesión y tipo de trabajo del paciente, así como también si tiene hábitos de fumador, consume algún tipo de droga o está sometido a un tipo de tratamiento.  No existe en la actualidad una prueba estándar, para la evaluación de la hiposmia, sin embargo, existen pruebas olfativas que permiten determinar el grado de hiposmia que presente el paciente.

HIPOSMIA

Se debe por supuesto realizar un examen físico a la persona afectada con la hiposmia, el cual lleva implícito una rinoscopia, la misma se realiza con un equipo médico llamado también nasocospio, es un instrumento que tiene una  forma tubular que permite la revisión de las fosas nasales, ya que consta de un lente de aumento y una luz que facilita la observación.

También se puede realizar una endoscopía intranasal. El diagnóstico con imágenes dependerá sin lugar a dudas de la información que haya sido obtenida de la historia clínica del paciente y de la revisión física del éste.

Generalmente los estudios de imágenes se realizan en pacientes que ingresan a la consulta por haber tenido un traumatismo que derivó en la pérdida del olfato posterior a su recuperación, también es usual realizarlas en pacientes que tienen una patología neurológica de base, así como en aquellos pacientes que refieren una neoplasia o rinitis aguda.

Muy frecuentemente en pacientes que refieren las causas anteriores, les sea solicitada una Resonancia Magnética, para tejidos blandos y/o una tomografía de senos paranasales.  Sin embargo, según los resultados obtenidos  y la experiencia médica la prueba diagnóstica que permite obtener mejores resultados para determinar el grado del daño de la percepción olfativa es la prueba de identificación de olores.

Se trata de un examen psicofísico, debido a que el paciente será sometido a una serie de muestras con diferentes olores y el mismo deberá referir, si lo percibe o no. La presentación ante el paciente de cada una de las moléculas olfatorias se realiza colocando frascos o tiras de papel absorbente impregnadas de diferentes olores.

También se suelen colocar cristales en las manos de la persona, este frotará los cristales y debe acercar sus manos para tratar de identificar el olor.  Es una prueba que depende mucho de la disposición del paciente a realizarla, en la que influyen generalmente factores como la edad, la cultura, la personalidad, entre otros. Por lo que a pesar de ser un examen accesible, se considera que tiene un alto porcentaje de subjetividad en los resultados obtenidos.

En contraposición los exámenes  electrofisiológicos, los cuales  determinan los cambios en los receptores cerebrales a través de la respuesta de un estímulo eléctrico inducido o los psicofisiológicos que los estudian identificando las respuestas  a través del sistema nervioso como por ejemplo los cambios que se produzcan en la frecuencia cardíaca, entre otros, se consideran exámenes más objetivos, debido a que la respuesta no depende directamente del paciente y la voluntad que tenga para responder a la prueba.

Realizado el diagnóstico del padecimiento de una hiposmia el tratamiento variará dependiendo del caso, ya que repercute la causa que genera el desarrollo de la hiposmia, el grado de hisposmia que sufre el paciente.

Se presentan casos en los que la hiposmia se revierte de manera natural sin ningún tipo de tratamiento, cuando cede la causa que la genera, como por ejemplo son las afecciones por resfriado común, el tratamiento más que dirigido a tratar la hiposmia, debe ser dirigido a controlar los síntomas del resfriado, para disminuir los efectos de este sobre la mucosa.

Si la causa de la hiposmia se debe a la presencia de un cuadro alérgico, generalmente se indican antihistamínicos, para tratar el trastorno que está causando la hiposmia y contribuir con la recuperación del paciente. En caso de la causa sea la presencia de pólipos obstructivos, lo más probable es que el médico sugiera un tratamiento quirúrgico.

La ingesta de vitaminas es recomendada al paciente para ayudar también al sistema inmunológico y evitar la repercusión de cuadros virales que puedan provocar la hiposmia. También se advierte de lo contraproducente que puede resultar el uso de los descongestionantes nasales y se recomienda la inhalación de vapor de agua para ayudar a eliminar la mucosidad  e hidratar los tejidos nasales.

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