La Toxina Botulínica, neurotoxina que actúa como muy bien dice su nombre, de manera tóxica y causa el botulismo, desarrollando alteraciones vegetativas con parálisis muscular progresiva; la cual puede causar la muerte y afectar el normal funcionamiento respiratorio. Te invitamos a conocer en detalle esta toxina.
Este artículo ha sido creado con carácter informativo, se le sugiere no hacer uso de esta toxina sin antes consultarlo con su médico ya que reviste peligrosidad para su salud.
Introducción
La toxina Botulínica es un potente veneno de origen biológico, que luego de su descubrimiento ha sido utilizada a través de todo el mundo con fines bélicos, en armas de tipo biológico utilizadas en ataques terroristas. Ya desde la segunda guerra mundial se conocía su manejo por parte de los Nazis de Alemania, durante los ataques a Inglaterra, en forma de bombas que eran denominadas V1, y que contenían la toxina, con la finalidad de esparcir este veneno. No obstante por miedo sobre su control no fueron activadas.
Se usaron también en torturas con prisioneros desde 1930 por parte de los japoneses. Y tanto Canadá y Estados Unidos, comenzaron a estudiarla a fin de poder utilizarla como arma bélica. Hasta en el régimen de Sadam Hussein se contempló su uso como arma en grandes cantidades, con el fin de realizar ataques terroristas.
Por todo el mundo las naciones más poderosas contemplaron dentro de sus proyectos de creación de armas bélicas, para utilizar la toxina. Pero en la actualidad su uso para este fin ha sido prohibido por la Convención de Ginebra y Convención sobre Armas Químicas.
No obstante sus propiedades han sido aprovechadas tanto en el campo de la medicina, para la creación de productos que permitan el tratamiento y control de enfermedades neurológicas, y en el área de cosmetología, para la elaboración de artículos de control y prevención de arrugas faciales.
Es en estos campos donde enfocaremos el análisis y desarrollo del presente artículo, a fin de conocer detalladamente lo que es la toxina botulínica y su incidencia al ser aplicada sobre nuestro organismo.
¿Qué es y para qué sirve?
Es una neurotoxina elaborada a partir de una bacteria denominada Clostridium botulinum (bacteria que crece en ausencia de oxígeno); es considerado un potente veneno que afecta el sistema nervioso, y como tal ha sido prohibida como arma química; ya que puede ser utilizada como elemento de destrucción masiva al ser utilizada como potente veneno, en las guerras bélicas.
Esta toxina es utilizada dentro de la medicina por su capacidad de parálisis muscular, en la terapia de algunas enfermedades de tipo neurológico así como en la industria cosmetológica para la prevención y tratamiento de las arrugas faciales.
La toxina al ser inyectada en el músculo, genera que dicho músculo se contraiga. Permitiendo con ello el control y tratamiento de espasmos o espasticidad. Además de su uso en una serie de enfermedades asociadas al sistema muscular del cuerpo y en general para la conservación de la apariencia de los seres humanos.
Origen
La toxina botulínica se usa ya hace muchos años en la medicina, inicialmente como terapia del estrabismo y luego en padecimientos de los músculos espásticos. Posteriormente se inicia su uso para controlar ciertas enfermedades neurológicas como la distonía.
Las investigaciones sobre sus propiedades han permitido incluso que se le utilice para secreción excesiva de saliva, sudoración excesiva, dolor muscular, dolor de cabeza y un amplio abanico de posibilidades cosmetológicas. En los últimos años el tratamiento con la toxina, denominada comúnmente como Bótox, ha creado grandes alteraciones dentro del mundo de la cirugía plástica, en la estética así como en la cosmética.
Las personas desde la antigüedad siempre han buscado tener una eterna juventud, al menos en su apariencia física, ya que internamente siguen siendo viejos. Pero al verse más jóvenes, igualmente cambia la forma como se sienten en su entorno.
Las mujeres y hombres, utilizan todo tipo de tratamientos para mejorar su apariencia, aún la utilización de una toxina que es considerada un veneno, pero que al ser inyectada bajo la piel, tiene la propiedad de eliminar las arrugas de la cara.
Esta propiedad fue descubierta casi por accidente, ya que durante el tratamiento con la toxina para enfermedades oculares, se observó que la sustancia elimina las líneas de expresión verticales que se les formaban a las personas en el entrecejo. Comenzándose a utilizar para este fin estético.
Sin embargo es importante que las personas sepan que la toxina, puede ocasionar una rara enfermedad denominada Botulismo, causada por la acción del veneno con la cual está formada.
Mecanismo de acción
La toxina realiza un bloqueo sobre la liberación de la acetilcolina, sustancia presente en las terminaciones nerviosas de nuestro cuerpo, responsable de la manifestación de contracciones musculares que son producto de los estímulos recibidos a nivel nervioso.
Una vez aplicada se une rápidamente a los receptores presentes en la superficie celular, y pasa de allí a través de la membrana plasmática, por endocitosis (englobado de células), para ser luego liberada en el citosol, que es el líquido dentro de cada célula. Donde se realiza el proceso de inhibición de la acetilcolina; manifestándose esta acción en 3 días luego de su aplicación.
El mayor efecto de su acción solo es observado a partir de 5 o 6 semanas posteriores a su uso, y luego en unas 12 semanas, ya el mecanismo de la acetilcolina de nuestro cuerpo vuelve a ser el normal.
Indicaciones
La toxina botulínica se utiliza de forma versátil para varios tratamientos de espasmos musculares o espasticidad de tipo crónico, cuando no ceden con otros tratamientos, también en distonía focales, distonía cervicales, como en el caso de tortícolis; en tratamiento de casos de pie equino por espasticidad focal en niños mayores de dos años, que padecen parálisis cerebral. En caso de espasticidad de muñeca y mano en adultos, y en algunos casos de incontinencia urinaria.
Contraindicaciones
No se debe utilizar la toxina en personas que sean hipersensibles a sus componentes, así como aquellas que son alérgicas al complejo de neurotoxina tipo A botulínica, ni en personas que padecen miastenia gravis, enfermedad autoinmune del sistema neuromuscular, caracterizado por la presencia de una gran debilidad muscular. Este tipo de padecimiento es también conocido con el nombre de síndrome de Eaton-Lambert, y en ocasiones está asociado a cáncer de pulmón.
Se debe tener precaución cuando es utilizada en pacientes que sufren esclerosis y otras alteraciones neuromusculares. Ya que la toxina posee albúmina sérica humana, que son proteínas que ayudan a mantener la presión sanguínea, con lo cual se puede ocasionar enfermedades infecciosas por agentes transmitidos a través de la toxina.
Cuando sea utilizada para el control de blefarospasmo, que es el parpadeo sin control como consecuencia del padecimiento de espasmos oculares; se debe hacer comprobando con anticipación de la sensibilidad de la córnea a fin de evitar lesiones.
En pacientes con riesgo de glaucoma (enfermedad ocular), se debe observar rigurosamente su uso, ya que la toxina tiene una actividad anticolinérgica, que bloquea la acetilcolina, lo que puede repercutir en la conducción de los impulsos al sistema nervioso en su relación con el normal funcionamiento ocular.
Puede ocasionar una disfagia (dificultad para tragar) en pacientes que padezcan distonía cervical (trastorno de columna vertebral), así como en pacientes otros tipos de trastornos asociados como problemas respiratorios.
Recomendaciones
Se establece una serie de recomendaciones adicionales por estudios hechos en el Instituto Nacional del Envejecimiento de EE.UU. y por la FDA, como son:
- No se debe utilizar la toxina si se está embarazada o se sospecha el estarlo.
- No debe utilizarse cuando se está realizando la lactancia materna.
- No utilizar este tipo de toxina cuando la persona es alérgica a la albúmina (proteína), como la contenida en el huevo.
- Evitar su uso en caso de presentar enfermedades de tipo nervioso o muscular, y en aquellas situaciones que sea necesario, informar a su médico.
- Mantener a su médico tratante informado, en caso de que se esté tomando algún tipo de antibiótico, relajantes musculares, anticolinérgicos, aspirinas, anticoagulantes y cualquier otro medicamento que pueda causar alguna reacción al ser consumido de forma simultánea con la toxina.
Embarazo
En cuanto al embarazo, esta toxina ha sido clasificada como un riesgo de tipo C; y no se han llegado a conclusiones que permitan dar seguridad de la toxina botulínica tipo A en mujeres embarazadas.
No se ha encontrado peligro de toxicidad en su aplicación durante las pruebas realizadas con animales, pero para el caso de los humanos no se ha podido establecer el tipo de riesgo potencial que pueda ocasionar.
En conclusión, su uso durante el embarazo no es recomendado a menos que sea estrictamente necesario y que su médico establezca, que el beneficia para la madres es mayor que el riesgo que representa en el desarrollo de su feto.
Lactancia
No se ha establecido si esta toxina se excreta a través de la leche materna, durante la lactancia del bebé, por ello no es recomendable su uso cuando la madre se encuentre aplicando la lactancia.
Dosis
Se pueden utilizar la misma dosis tanto para adultos como para ancianos, aunque no se han establecido ningún tipo de nivel que sea considerado como óptimo, por ello el médico será quien establezca los niveles de administración para el tratamiento en cada caso, en forma individual.
Las dosis inyectadas en el músculo de un paciente, dependerá de su edad, sexo y su peso corporal. Sin exceder las dosis máximas permitidas, y realizando fisioterapias como ayuda al tratamiento.
En general se recomiendan dosis que van desde 0,05 ml a 0,1 ml para casos de blefarospasmo (parpadeo excesivo) y espasmo hemifacial, que son las contracciones involuntarias de la cara. En casos de distonía cervical con presencia de parálisis cerebral, la dosis es desde 0,1 a 0,05 ml
Cuando se aplica y se visualiza que no hay ningún avance o mejoría, durante el primer mes de tratamiento, se deberá tomar algunas medidas como las siguientes:
- Examinar la acción de la toxina en el músculo por examen electromiográfico, utilizado para evaluación muscular y su control a nivel celular.
- Establecer las causas del fallo en cuando al sitio donde fue aplicada, dosis, técnica de aplicación o interferencia de algún tipo de anticuerpo que pudiese haber reaccionado ante la toxina.
- Establecer si el tipo de toxina botulínica es la adecuada.
- Realizar una segunda sesión con nuevas dosis, por varios intervalos de tiempo.
- Si después de todo esto, continúa sin responder al efecto deseado, buscar algún otro método alternativo.
En general esta toxina produce pocos efectos secundarios y la mayoría de ellos son de tipo transitorio. Y cuando su aplicación falla, generalmente es porque no fue aplicada en el músculo adecuado, o que el paciente desarrolla anticuerpos contra esta toxina.
Alergia a toxina botulínica
La toxina botulínica puede generar el botulismo, como consecuencia del veneno que tiene presente en su composición. Este tipo de enfermedad no solo se adquiere con la inyección de la toxina, sino además, por estar presente en algunos alimentos en mal estado que podamos consumir.
También se puede contraer la enfermedad por medio de heridas infectadas por la bacteria de la cual es originaria la toxina y hay caso inclusive, donde los niños al consumir tierra o miel contaminada, pueden comenzar a padecer el botulismo.
Cualquier tipo de esta enfermedad se manifiesta como una alergia a la toxina botulínica, que puede ser mortal y en la mayoría de los casos, reviste una urgencia médica. Inclusive cuando sea causada por la aplicación con fines farmacéuticos o cosmetológicos.
Su aplicación en pacientes que han sufrido algún tipo de intervención quirúrgica, debe ser controlada con especial cuidado, sin exceder las dosis ni frecuencia; para evitar una reacción anafiláctica (manifestación por intoxicación), estando además preparados con epinefrina o adrenalina, para contrarrestar en caso de ser necesario.
Toxina Botulínica y espasticidad
El tratamiento de mayor relevancia realizado con esta toxina es en los casos de espasticidad localizada, para liberar la tensión presente en los músculos donde es inyectada, reduciendo su dolor y ayudando al paciente para que pueda tener una mejor calidad de vida.
El estudio por medio del médico, permite establecer los músculos donde se realizará la infiltración, para obtener el mejor beneficio. La toxina causa una debilidad en el músculo inyectado, pero con ello se reduce el dolor y a la vez permite la aplicación de terapias que ayuden a llevar dichos músculos a una función normal.
Es importante que se realice un estricto control sobre el efecto de la toxina sobre el musculo aplicado, a fin de evitar que la debilidad ocasionada sea excesiva, pues podría acarrear una consecuencia peor. Un ejemplo de esto es que una persona que caminaba con dificultad, al debilitarle el músculo, no podría mantener su peso y esto le dificultará aún más el caminar.
La toxina es aplicada en el tratamiento de espasticidad en niños que presentan parálisis infantil, para ayudar al mantenimiento de sus músculos, principalmente en los de los miembros inferiores. Esto se hace con la finalidad de facilitarle al niño el adquirir la posibilidad de caminar con o sin apoyo, ayudando en casos de tratamientos ortopédicos y fisioterapias.
En general cuando se utiliza la toxina botulínica en la espasticidad se busca disminuir gradualmente el estado de hipercontracción (una contracción aguda) presentado por los músculos que son necesarios tratar, para permitir su relajación y facilitar su extensibilidad. En los niños a su vez les ayuda en el crecimiento longitudinal de sus músculos, la cual facilita la marcha en el caso de las extremidades inferiores, mejor equilibrio y poder evitar las caídas.
Cuando se le aplica en los miembros superiores, facilita la realización de las actividades de la vida diaria, permitiendo la prevención de luxaciones, deformaciones y otras enfermedades, ya que con su uso se mejora la circulación sanguínea.
Toxina Botulínica alimentos
La mayoría de los alimentos que presentan un pH superior a 4.6, y no son muy ácidos tienen la propiedad de favorecer el crecimiento y producción de la toxina Clostridium botulinum, presente en la toxina botulínica.
Algunos de los alimentos que la contienen son los ajos en aceite, alimentos que no están bien empaquetados, así como los que están almacenados al vacío o que son envueltos, y productos que se presentan a los consumidores enlatados como: maíz, espárragos, hongos, espinaca, atún, pollo y sus derivados, diferentes tipos de fiambres, pescados etc., Que son propensos a la aparición de la bacteria que da origen a la toxina.
Las personas al consumir este tipo de alimentos que han desarrollado la bacteria, están propensos a padecer una grave enfermedad denominada intoxicación alimentaria o botulismo, que es un trastorno serie con graves manifestaciones alérgicas y que incluso puede ocasionar la muerte.
Para evitar este enfermedad se debe estar atento al consumir alimentos enlatados, tanto los preparados en casa, como los adquiridos en los comercios de venta al público. No se debe permitir a los niños el consumo de tierra y se debe estar atentos en cuanto al consumo de miel, tratando en lo posible de verificar su procedencia e higiene al ser envasada. Cuando una persona sufre una herida, es importante que tenga todos los cuidados necesarios a fin de evitar que se infecte, pues podría estar expuesta a contraer la bacteria, y en consecuencia esto le ocasionaría el botulismo.
Toxina Botulínica tipo A
La Toxina Botulínica tipo A, es una proteína que se extrae de la bacteria Clostridium botulinum, usada para el control de enfermedades de los ojos como el estrabismo, en distonía cervical, que es una enfermedad con contracciones de hombros, cuello de origen neurológico y en tratamientos estéticos.
También se utiliza para control de sudoración excesiva en axilas y manos, considerada como una enfermedad de hiperhidrosis. La toxina se conoce comúnmente como Bótox, pues fue la primera marca comercial de esta toxina aprobada en EEUU en el año 2002.
Con una pequeña dosis se bloquea la liberación de la acetilcolina, que es la sustancia que transmite las sensaciones nerviosas y hace que los músculos se contraigan. Al evitarse este tipo de acción de forma selectiva, se van suavizando las líneas de expresión, y con el control progresivo irán desapareciendo.
Mecanismo de Acción
Esta toxina tipo A ejerce una acción de secuencial sobre las terminaciones nerviosas del cuerpo humano, que son:
- Se une a las terminaciones nerviosas de tipo colinérgicas.
- Forma parte de la terminación nerviosa, es decir, se funden en ella.
- Inhibe por su acción la liberación de la acetilcolina, para que no se manifieste respuesta nerviosa, mediante un efecto de intoxicación realizada a nivel intracelular de la terminación nerviosa.
Indicaciones
La toxina botulínica tipo A es utilizada para la terapia y control de dolencias como espasmos faciales, distonía (falta de tono muscular) y espasticidad (falta de respuesta por parte de los músculos). Al igual que en los excesos de sudoración. Además de algunos usos para el control de incontinencias urinaria, migrañas y uso cosmético para control y prevención de arrugas a nivel ocular.
Toxina Botulínica tipo b
Es una toxina que se utiliza como bloqueante neuromuscular, indicado para el tratamiento en los casos de que el paciente presente distonía cervical, lo que comúnmente conocemos como tortícolis. No obstante que la tipo A se utiliza también como tratamiento de primera línea.
Debe ser administrada por un médico especialista en la materia y con el equipo necesario para su administración.
Una vez aplicada se une a los receptores de las terminaciones nerviosas, liberando la toxina en el citosol, donde se inhibe la producción de acetilcolina y por ende se evita la respuesta nerviosa en forma de contracción muscular. (ver también Clonazepam)
En cuanto a sus interacciones es importante estar alerta cuando sea necesario por parte del paciente, el uso de aminoglucósidos similares al curare (veneno que se extrae de una planta). No se ha establecido el tipo de riesgo representado para el hombre en cuanto a fertilidad, ni tampoco un uso que sea seguro en cuanto a embarazo y lactancia.
Pueda dar origen a una serie de manifestaciones adversas tras su aplicación como son: Cefalea, sequedad de boca, visión borrosa y dolor en el lugar donde ha sido aplicada la inyección. La tipo A, tiene en comparación la propiedad de ocasionar menos resequedad bucal y menor riesgo de ocasionar dolor de garganta, que esta de tipo B. Pueda que también te interese Retinol
Toxina Botulínica y ácido Hialurónico
La toxina botulínica es una neurotoxina utilizada para parálisis muscular, en aplicaciones medicinales y estética. Denominada comercialmente como Botox, Vistabel, Azzalure y Bocouturea.
Su uso consiste en su aplicación debajo de la piel, de forma subcutánea, a fin de paralizar temporalmente el músculo, evitando la manifestación del gesto, previniendo así la formación de la arruga. (Ver también Lidocaína).
El AH es un molécula que está presente en la piel de los seres humanos, en tejidos conjuntivos, en cartílagos, etc., que tiene la habilidad de retención de moléculas de agua, con lo cual mantiene la zona donde es aplicado con hidratación y elasticidad.
Es indicado para la terapia de eliminación de arrugas, ocasionadas por pérdida de volumen, formando surcos en el rostro como son las del entrecejo y labios. Además de su utilización en aumento de pómulos y eliminación de cicatrices.
Este proceso se denomina mesoterapia, y es realizado con la finalidad de hidratar la piel o crear volumen a través de la introducción del ácido Hialurónico de forma cutánea, en las áreas de nuestro cuerpo que deseamos ir modificando. Dependiendo de la acción necesaria se puede aplicar mayor o menor concentración del AH.
Existen dos tipos de ácido Hialurónico como son:
- Reticulado: Cuando es más concentrado y de mayor prolongación, utilizado en la reposición de volumen perdido, en pómulos, mejillas y labios, además de relleno en hendiduras profundas.
- No Reticulado: Menos concentrado y de su efecto es más corto, utilizado para hidratación y revitalización de la piel.
Es importante considerar que el Bótox no da volumen, por tanto no es recomendado cuando las arrugas sean muy profundas, pues la piel se estira a falta de contracciones, pero la arruga no va a desaparecer; por tanto es más efectivo como prevención.
El AH sí puede crear el volumen bajo la arruga. Aunque no existe ningún tipo de Botox que pueda hacer las funciones del Ácido Hialurónico (AH); pero se ha creado un AH que permite sustituir el uso del Botox, lo cual facilita su utilización con efectos rejuvenecedores. Su nombre es Resilente Teosyal RHA.
Se debe tener presente que la medicina estética es una gran aliada para aquellas personas que quieren combatir el envejecimiento, pero siempre y cuando se aplicada adecuadamente y con las medidas adecuadas. Puede ver también Hamamelis.
Uno de los últimos descubrimientos de belleza que se están aplicando en cosmetología, es una receta de plasma rico en plaquetas, y contentivo del ácido Hialurónico, para la hidratación de las arrugas y mantener la tensión facial. Este plasma se extrae del propio paciente y es utilizado al momento, con inyecciones en forma cutánea, aplicadas por los especialistas en la materia.
El paso de los años es inevitable, las personas a partir de los 30 años, comienzan a presentar disminución de la concentración de la piel, la cual se debilita, mancha y se le forman arrugas.
Una forma natural para ayudar a que este efecto no sea tan nocivo, ni se presente antes de lo esperábamos, es utilizar cremas que contengan ácido Hialurónico, si se puede comenzar desde los 25 años, sería lo ideal. Esto en el caso de personas mayores se puede obtener con el uso de las inyecciones de dicho ácido, presentes en nuestro plasma, y aplicadas sobre las líneas de expresión y arrugas del rostro.
Actualizado el 6 mayo, 2024