La Fenitoína es un fármaco que se utiliza para controlar algunas clases de convulsiones, así como en el tratamiento y prevención de las convulsiones que pueden empezar durante o posterior a una cirugía de cerebro, o que se ocasionen por problemas en el sistema nervioso.
Articulo creado con carácter informativo, se recomienda consultar siempre a su médico antes de consumir este medicamento.
Historia de la Fenitoína
Para conocer en forma detallada este medicamento es oportuno iniciar el artículo a través de una reseña histórica, que nos permita conocer cómo se comenzó a utilizar por primera vez la Fenitoína.
Desde la antigüedad se conoce la existencia de este tipo de mal que ataca a la sociedad, ya en la época de la antigua Babilonia se tienen precedentes donde se dan a conocer por gravados en barro, los ataques sufridos por las personas que padecían la enfermedad.
Su nombre surge del término de origen griego epilambaneim, que significaba ser tomado por sorpresa, ya que esa era la forma como se manifestaba el padecimiento en los seres humanos. Y era considerado una acción de los dioses sobre el hombre, por los movimientos bruscos que manifestaban.
Pero aun Hipócrates supo, que este mal no tenía nada que ver con los dioses, ni tampoco era un castigo divino, o que la persona tenía algún tipo de posesión; siendo posteriormente descubierto el hecho de que su origen se localizaba en el cerebro de la persona que los sufría.
Incluso en la biblia existen párrafos que evidencian la presencia de la enfermedad y como Cristo les ayudó para calmar su presencia en algunas personas. Como estas muchas otras evidencias, que coinciden en el hecho de que las crisis ocasionan a la persona angustia, desesperación para ellas y sus familiares, sobre todo en los casos de niños.
En Roma antiguamente esta enfermedad era temida y respetaba, como símbolo de mal augurio, que podía representar una crisis en las decisiones de gobierno.
Como enfermedad no fue fácil determinarla, pues se atribuía a muchos otros factores, e incluso como una acumulación de flemas en la cabeza, debido a que el ataque se acompañaba de flema o espuma votada por la boca. Observó Galeno unos 90 años A.C. que las crisis podrían provenir de las extremidades y no de la cabeza, e incluso propuso la amputación del miembro donde se inicia la manifestación.
Pero todo esto nos llevó a un conocimiento más cercano del problema que en 1770 fue planteado por Tissot, con dos propuestas claras, la existencia de una predisposición cerebral y la presencia de una irritación que active esa predisposición.
Ya para 1880 se determina una primera definición del problema, gracias a los estudios de electroencefalografía, donde se determina que la epilepsia se debe a una descarga brusca, de poca duración pero excesiva en las células presentes en la sustancia gris del cerebro, cuando se encuentran es estado inestable.
Luego la ciencia a través de sus avances e investigaciones, en 1912 descubren las propiedades anticonvulsivas del fenobarbital, que para ese entonces era empleado como un medicamento tipo hipnótico.
El fármaco está asociado a la aparición de los primeros antiepilépticos utilizados por la humanidad, siendo el primer medicamento de este tipo utilizado el bromuro de potasio.
Pero como ha pasado con muchos otros medicamentos, se descubren usos y aplicaciones que no se conocían casi por error; ya que al hacer uso de este fármaco para ayudar en el control del sueño de los pacientes con epilepsia en la noche, resultó que la crisis presentada por la enfermedad había desaparecido, cuando el paciente despertaba.
Esto llevó a que se le utilizara a nivel mundial por todos los países industrializados, ya que representaba un medicamento de bajo costo, y la producción y adquisición del producto era viable para todos. Pero sus efectos sedativos eran muy potentes, por lo cual se continuaron los ensayos e investigaciones para obtener otras alternativas.
En el año 1908 Heinrich Biltz, sintetiza la Fenitoína y la vende a Parke Davis,bsiendo utilizado para ese entonces coo medicamento para el control antiarrítmico en casos de intoxicaciones cuando los pacientes utilizaban Digoxina, recetada para los padecimientos cardíacos.
No es hasta el año de 1938 que se descubre su utilidad gracias a la participación en la investigación de los científicos Merrit y Putnam.
Estos científicos establecieron que la Fenitoína era efectiva para el control de los síntomas convulsivos y que a su vez no tenía el efecto sedante que presentaba el fenobarbital, siendo aún hoy en día el antiepiléptico más utilizado. A continuación conoceremos en detalle este medicamento.
Qué es y para qué sirve
La Fenitoína es un antiepiléptico, compuesto por una fórmula química denominada difenilhidantoína, cuyo principal fin es ser utilizado en los casos en que los pacientes presentan crisis epilépticas generalizadas, para su tratamiento y control. Reduciendo con su administración las actividades eléctricas anormales que se presente a nivel cerebral.
Cuando hablamos de antiepiléptico, se refiere a un medicamento cuya función es controlar los episodios convulsivos, que son los llamados ataques epilépticos, los cuales se pueden combatir, detener o evitar.
Es importante destacar que existen convulsiones que no son asociadas a la epilepsia como por ejemplo cuando un niño convulsiona por demasiada fiebre o por el efecto de medicamentos depresores en el organismo; estos casos no ameritan un uso frecuente de fármaco y por tanto, su uso no ha sido aprobado para estos casos.
Su uso en convulsiones está permitido desde año 1953 por la FDA y es importante ya que, las epilepsias han sido consideradas en segundo lugar luego del derrame cerebral, como trastorno neurológico a nivel mundial, por ello el beneficio del uso de la Fenitoína, la cual permite ayuda a las personas a llevar adecuadamente su vida sin verse afectados por los ataques epilépticos.
https://www.youtube.com/watch?v=hqrahqpEEq4
El fármaco es utilizado para inhibir la actividad convulsiva, evitando a su vez que se propague, tanto en neonatos, niños y adultos, bajo las dosis estrictamente recomendada y para los casos previamente establecidos por el facultativo de la medicina.
Uso Clínico
En este punto hacemos mención de los casos puntuales para los cuales es recomendable la administración del fármaco, ya que su uso es delicado por tener un componente químico tóxico, como es Difenilhidantoína. Solo se debe utilizar en los siguientes casos:
- Realizar tratamiento en pacientes que padecen epilepsias de tipo tónico-Clónico, que es la denominada Gran Mal, donde se comprometen todos los músculos del cuerpo, de forma generalizada. Es el tipo considerado como más agresivo.
- Para atender determina crisis bien sea tónico-clónica (que son las generalizadas) o de tipo parcial o focales, las cuales a su vez pueden ser de tipo simple o compleja, según sus manifestaciones individuales.
- Se utiliza para el tratamiento de convulsiones producto de padecimientos asociados con casos neurológicos. En particular cuando son consecuencia de alguna cirugía.
- En problemas de arritmias cardíacas de tipo auriculares o ventriculares, sobre todo en casos de intoxicación digitálica, que es en los casos en que los pacientes tienen una afección consecuencia del uso de terapias con medicamentos denominados digitálicos que aumentan el latido cardíaco por aumento del calcio, presente en las células del corazón.
En este punto es necesario ampliar la información con respecto a lo que es la epilepsia como enfermedad que afecta a gran número de habitantes en el mundo, y es el uso principal dado al fármaco, tanto en las crisis como en el mantenimiento de los pacientes.
Los otros casos pueden considerarse de tipo ocasional como cuando la convulsión es producto de una cirugía o el caso de control de las arritmias cardíacas. No obstante, el medicamento será usado también en el control de este tipo de situación para el control efectivo de convulsiones.
La Epilepsia
Es una enfermedad que ataca a los seres humanos ocasionándoles una actividad anormal en la corteza cerebral, que se manifiesta físicamente con una serie de ataques que se presentan de forma repentina con características de pérdida de conocimiento y convulsiones de tipo violento e incontrolable.
Estos episodios se le pueden presentar a la persona de forma repetitiva y son comúnmente denominados ataque epiléptico. Y se deben a los cambios que la enfermedad ocasiona en el comportamiento cerebral del paciente.
Los médicos los tratan en consecuencia como una dolencia de tipo neurológico, la cual no es contagiosa ni representa ningún tipo de retraso mental. Es un mal que solo reviste consecuencias para el paciente que las sufre y que al no ser controladas, podría poner en riesgo su vida.
La enfermedad va atacando con descargas eléctricas sus neuronas cerebrales durante cada episodio, y es este el momento en que va ocasionado deterioro en la condición normal de su cerebro. Peor aún, si consideramos que el daño que se ocasiona a este nivel se vuelve irreparable, por ello la necesidad de ejercer el control de la enfermedad.
Causas
Generalmente la enfermedad suele aparecer entre los 2 y 14 años, aunque no se han establecido parámetros al respecto, como enfermedad, puede aparecer en cualquier momento de la vida y más aún si la persona tiene algún tipo de predisposición para padecer, como alguna distorsión del patrón neuronal normal.
Existen personas cuyo patrón neuronal es más activo que el de otras, es decir sus neurotransmisores son más rápidos, pero también la falta de actividad neuronal es perjudicial. Se necesita tener el justo balance de estos elementos para que funcionen de manera normal y no aparezca la epilepsia. Algunos factores que predisponen para su incidencia son:
- Cuando se tiene algún tipo de predisposición hereditaria, para ello se estudia actualmente el gen causante de estas crisis convulsivas.
- La maduración del cerebro, ya que a través de los estudios con pacientes se ha podido establecer algunos lineamientos como son, que en casos pediátricos las convulsiones en cuanto a frecuencia son diferentes para la etapa prenatal. Y a medida que el niño crece el umbral para la presencia de la epilepsia también aumenta.
- En consecuencia de lo anterior las manifestaciones epilépticas de los niños son completamente diferentes a las de los adultos.
- Otro factor determinante es una posible lesión de tipo cerebral, como un tumor, alcoholismo, droga, Alzheimer, meningitis, sida, encefalitis, etc. Todos esto casos ocasiona que el cerebro no se desarrolle ni funcione correctamente desencadenando en una posible epilepsia.
- Las enfermedades de tipo cardiovasculares también puede incidir en la presencia de ataques epilépticos.
- Cuando el cerebro sufre una lesión que el mismo repara, pero de forma incorrecta, esto puede ocasionar conexiones anormales en las neuronas y conllevar a la aparición de la enfermedad.
Síntomas
Los síntomas son muy importantes, pues es por medio de ellos que podemos determinar que se está en presencia de una enfermedad, que para el presente caso es la epilepsia.
La persona que padece epilepsia presenta un trastorno convulsivo grave, ante el cual pudiera incluso quedar en estado de inconsciencia, presentando además contracciones musculares, falta de respiración por las descargas eléctricas que recibe su cerebro. Incluso hay casos en los que se debe ayudar al paciente para evitar que se pueda morder la lengua.
En el momento en que el paciente sufre la crisis violenta no se le puede detener, solo se le ayuda a que esta crisis no represente otro tipo de lesión como un golpe contra algún objeto, y para evitar que se muerda la lengua se trata de colocar algo que le permita morder sin lesionarse como por ejemplo un listón delgado de madera, lápiz etc., siempre que sea posible.
Cuando no se suministra la ayuda adecuada al paciente durante una crisis, corre el riesgo de lesionar su corazón y su cerebro de una forma permanente e incluso puede morir.
https://www.youtube.com/watch?v=vXiw5BeMpxo
Tipos de epilepsia
Las epilepsias pueden ser clasificadas en función de las características observadas en cada uno de los casos, y estas pueden ser:
- Parciales simples cuando solo se manifiestan en un área determinada del cerebro, y manifiesta movimientos anormales o desconocimiento de algunos elementos de su entorno.
- Convulsiones Jacksonianas, aparecen los sistemas en una parte aislada como el pie o la mano y luego van ascendiendo hasta manifestarse en el cerebro, con convulsiones parciales y movimiento involuntarios de tipo torpe, que se dan por pocos minutos y luego vuelve a su estado normal.
- Crisis convulsivas denominadas El Gran Mal, se manifiesta con una descarga eléctrica anormal en una pequeña área cerebral, dando como respuesta las convulsiones, con pérdida temporal de la consciencia y movimientos intensos de todo el cuerpo. Puede presentar incontinencia y luego no recordar nada de lo pasado.
- Pequeño Mal, es cuando se presenta en la infancia antes de los 5 años, sin síntomas dramáticos como las convulsiones. Pero presenta características como mirada perdida, contracciones faciales y de párpados que van de 10 a 30 segundo. A pesar de manifestar un momento de inconsciencia no se cae al suelo ni realiza movimientos espasmódicos.
- Crisis mioclónica, esta se produce cuando el paciente se sacude de manera brusca, lo cual le hace caer al suelo. Es de poca duración y su caída se debe a una falta de tono muscular o pérdida de la consciencia.
Diagnóstico
Para poder establecer la presencia de la enfermedad en un paciente se puede seguir tres lineamientos básicos como son:
- Antecedentes del paciente en forma personal y su condición médica, con la observación directa del paciente a fin de poder hacerle una evaluación desde el punto de vista científico para llegar a establecer adecuadamente su tipo de enfermedad.
- El uso del electroencefalograma, aparato con el cual se puede establecer la presencia de señales eléctricas en el cerebro, y las posibles causas para la presencia de la epilepsia en el paciente. No obstante, este método no siempre ofrece los resultados esperados, ya que puede no estarse manifestando en el momento de realizar este estudio, o son demasiado profundos para detectarlos.
- Por último se puede recurrir a realizar una tomografía computarizada, que se realiza con una serie de fotografías de cada uno de los niveles del cerebro. En estas imágenes se pueden observar en detalle la presencia de elementos determinantes como bultos, cicatrices, zonas extrañas que puedan dar indicios de la causa o presencia de la enfermedad epiléptica.
Prevención
Cuando la epilepsia es producto de un traumatismo ocasionado por un golpe, es posible prevenirlo cuando es por ejemplo en el caso de un choque utilizando el cinturón de seguridad, o en el caso de los motorizados con el uso del casco, al igual que para los ciclistas y en todos aquellos deportes que ameriten su uso.
Otra manera de prevención es seguir un tratamiento riguroso una vez que se ha presentado la primera crisis, ya que con cada crisis sucesiva si no son detenidas la condición cerebral se va deteriorando y se debe considerar que cuando esta enfermedad avanza, es más difícil de controlar.
https://www.youtube.com/watch?v=L7GuO7bixC4
Nombre comercial
El medicamento es identificado con el nombre de Fenitoína, está clasificado en farmacología como un anticonvulsivo o antiepiléptico.
Su venta se realiza bajo la presentación de receta médica.
Su nombre químico es: 5,5-difenil 2,4-imidazolidinediona.
Se presenta con diversos nombres comerciales que varían en función de cada país del mundo, algunos de ellos son: Epamin, Fenitoina Generis, Fenitoina G.E.S., Fenina Rubio, Sinergina, Fenitoina Combino Pharm. Epamin, etc. Es muy amplia la gama de presentaciones para el fármaco.
Se presenta en suspensión oral, cápsulas e inyecciones para su aplicación por vía intravenosa. Su contenido se ofrece en algunas presentaciones de 100 mg en cápsulas orales, 100 mg/2 ml VIV y suspensión 0,750 mg/2 ml.
Como se planteó anteriormente existe una gran variada en función del país en el cual se requiere el medicamento, ofreciéndose en todos su contenido básico de Fenitoína (difenilhidantoína).
Mecanismo de acción
El medicamento realiza un bloqueo de actividad cerebral, específicamente la no deseada; lo cual permite disminuir las transmisión de impulsos eléctricos entre las neuronas cerebrales, por inhibición de los canales de sodio, los cuales son de alta sensibilidad, y se encuentran en las células excitables del cerebro, así como los del sodio cardíacos, presentes en las células del musculo cardíaco.
Su absorción dentro del organismo es lenta, y permite controlar adecuadamente la propagación de episodios convulsivos en la corteza motora del cerebro. Cuando promueve la difusión del sodio de las neuronas ayuda a estabilizar las células de la parte muscular del corazón, denominada miocardio.
Principalmente su acción se realiza en la corteza motora del cerebro, donde inhibe la actividad de tipo epiléptico. Es lo hace en consecuencia de que a la vez promueve la salida del sodio de las neuronas, con lo cual se estabiliza el nivel de excitabilidad producto de una estimulación excesiva o debido a cambios ambientales, sobre la membrana de sodio. Con esto se evita la manifestación de convulsiones en la condición del paciente.
Farmacocinética
La Fenitoína al ser administrada al paciente reduce considerablemente la actividad de los centros del tallo cerebral, que es la mayor ruta de comunicación del cerebro con la médula espinal, así como con los nervios periféricos.
Al reducir su actividad, en consecuencia se reduce las convulsiones de tipo tónico-clónicas en el paciente, su concentración causa una disminución de la frecuencia cardíaca, pero de forma moderada.
Es metabolizada en el organismo de forma lenta y en ocasiones incompleta, y se presenta su concentración luego de 3 horas de administrada. Se absorbe rápidamente por todos los tejidos y llega al plasma, igualando su concentración a nivel del encéfalo a los pocos minutos tras su aplicación por vía intravenosa.
El fármaco se une con facilidad a las proteínas, sobre todo a la albúmina, luego de realizarse la metabolización por completo es excretada de forma inactiva por la orina, una parte es metabolizada en el hígado y su tiempo promedio de vida dentro del organismos es de 6 a 24 horas.
Farmacología
El fármaco es utilizado básicamente en el control de convulsiones y epilepsia que se presenten como enfermedad, por motivos de intervenciones de neurocirugía, en convulsiones relacionadas con hipertensión en el embarazo, eclampsia y problemas de arritmias cardíacas.
Es un medicamento de aplicación oral y por vía intravenosa, generalmente a través de infusión preparada con sueros. Es absorbido con facilidad por el organismo, con un aprovechamiento entre el 80% y 100%. Se metaboliza a través del torrente sanguíneo, se liga en gran parte a las proteínas, siendo luego desechado del organismo por medio del mecanismo hepático del cuerpo, en forma de metabolito inactivo.
Además también es desechado del organismo por medio de la orina, su vida plasmática se da en un promedio de 6 a 24 horas luego de su administración.
Su proceso completo dentro del cuerpo lo realiza en aproximadamente 12 horas, luego de ser administrado al paciente.
Interacciones
El uso de la Fenitoína debe ser controlado, evitando que el paciente lo utilice mientras se encuentra en tratamiento con otro medicamento que pueda interactuar en el organismo, lo cual repercutirá de forma negativa en el tratamiento. Algunos de los elementos que pueden ocasionar este tipo de alteración son:
- El paciente debe abstenerse de consumir alcohol, ya que afecta directamente el nivel del fármaco en la sangre aumentando o reduciendo, en función del tipo de consumo de alcohol realizado.
- El consumo de disulfiram (utilizado para tratar alcoholismo) con la Fenitoína, puede ocasionar aumento de éste medicamento.
- Cuando se utiliza metadona (para desintoxicación de drogadictos), al administrar medicación fuerte de Fenitoína, precipita los sistemas de abstinencia en los pacientes.
- Cuando se utiliza Fenitoína no se deben utilizar anestésicos, pues se aumentara su metabolismo en el cuerpo. Estos anestésicos afectados son por ejemplo: enflurano, halotano y metoxiflurano. (Puede ver también Levobupivacaína).
- No se deben utilizar antiácidos por su contenido de calcio, que puede reducir el efecto de la Fenitoína y su efectividad para controlar la crisis.
- Los analgésicos aumenta las concentraciones plasmáticas del fármaco.
- Los antiarrítmicos se ven afectados por la Fenitoína. Ejemplo de estos medicamentos son la mexiletina y disopiramida.
- Los antibacterianos como metronidazol sube la concentración de la Fenitoína, en tanto que el cloranfenicol la disminuye.
- En resumen, podemos englobar el resto de las condiciones donde se usan fármacos que no deben ser usados en conjunto con la Fenitoína como son: Anticoagulantes, antidepresivos, antidiabéticos, antifúngicos, antihipertensivos, anti alérgicos, anti plaquetarios, antipsicóticos, antivirales, ansiolíticos, corticosteroides, diuréticos, vitaminas, hormonas, Levodopa, inmunosupresores y muchos otros ya que se influyen mutuamente y uno puede anular o alterar el efecto del otro.
Debe comunicarse con su doctor antes de que le sea administra la Fenitoína, ya que en vista de lo delicado de su uso cuando usted utiliza algún otro tipo de medicamento, y sobre todo en el caso de que sea extremadamente necesario su uso, podría no tener los efectos esperados con la medicación sobre las necesidades que presenta su organismo.
Contraindicaciones de la Fenitoína
La Fenitoína es un fármaco de uso delicado y como tal es muy importante que las personas estén atentas a una serie de factores, ante los cuales el medicamento está contraindicado, y que es necesario conocer como son:
- El primer factor a observar en este punto y al igual que con todos los demás medicamentos es si usted es sensible a la Fenitoína o cualquiera de sus componentes.
- Las personas que son alérgicas al medicamento carbamazepina, pueden serlo también de la Fenitoína.
- Si toma delavirdina, que es un tratamiento antirretroviral en VIH, no debe tomar la Fenitoína. (ver también Didanosina)
- Consultar con su médico sobre los medicamentos que usted necesita tomar y que puedan tener interferencia, por interactuar con la Fenitoína. La lista es bastante amplia desde fármacos para la diabetes, presión arterial, medicina naturista hasta las vitaminas. No deje de consultar con su médico.
- El antiácido pueden ser contraindicados con la Fenitoína, en caso de ser necesario distanciar la toma entre uno y otro.
- Las hierbas también influyen como en el caso de la hierba de San Juan, utilizada para la depresión.
- Es contraindicado si usted tiene problemas de hígado.
- Está contraindicado en el embarazo, ya que puede ocasionar daño fetal.
- Es además de restringido en casos de tener que usar algún tipo de anestésico.
- No se puede utilizar si usted consume alcohol.
El uso de la Fenitoína debe ser estrictamente vigilado por sus familiares y médico tratante, pues ante cualquier síntoma grave se debe suspender el tratamiento y buscar otra alternativa.
Efectos secundarios
El consumo del fármaco puede ocasionar una serie de efectos que no son los deseados y para los cuales se ha recetado el medicamento, cuando estos efectos son leves se les denomina secundarios, aunque es importante su observación y conocimiento como en los siguientes casos:
- Desajustes en el ritmo normal del sueño.
- Movimientos incontrolados de los ojos.
- Movimientos en el cuerpo fuera de lo normal.
- Estados de confusión con pérdida de la coordinación.
- Respiración lenta y dificultades para articular las palabras.
- Dolor de cabeza, con mareos.
- Crecimiento no deseado de vello.
- Endurecimiento y agrandamiento de labios y cambios faciales.
- Inflamación de las encías.
- Dolor en el pene.
Uno de los factores ante los cual el paciente requiere estar atento es que la Fenitoína puede ocasionar aumento del nivel del azúcar que presenta el paciente en la sangre, por lo que es recomendable realizarse mientras se encuentra en periodo de tratamiento exámenes de laboratorio para este fin.
https://www.youtube.com/watch?v=t1LqmK20i7k
Efectos adversos
Cuando el medicamento ocasiona trastornos en el paciente de índole grave, se dice que el fármaco tiene un efecto adverso en su organismo y en algunos de los casos es necesario suspender el consumo del mismo.
Esto dependerá de la consideración efectuada por el médico al respecto, y en caso de no contar con una alternativa mejor para disminuir y controlar las crisis de epilepsia y convulsiones. Los efectos adversos que usualmente se reportan tras el uso de la Fenitoína son los siguientes:
- Presencia de algún tipo de glándulas inflamadas.
- Náuseas que son acompañadas de vómitos y presencia de dolores de tipo estomacal.
- Aparición de algún tipo de ampollas o manchas inusuales en la piel.
- Dolores de las articulaciones y extremidades.
- Cambios en la coloración de piel y blanco de los ojos, ocasionalmente producidas por ictericia, que representa un trastorno de tipo hepático, por aumento de la bilirrubina de la sangre.
- Presencia de cansancio excesivo y falta de apetito.
- Síntomas de virus como el de la influenza, que es una enfermedad respiratoria contagiosa.
- Aparición de sangrado inusual con moretones.
- Fiebres, acompañadas de dolor de cabeza, garganta, y malestar general.
- Úlceras en la boca con inflamación en el área del rostro.
Es recomendable que ante la aparición de cualquiera de estos síntomas consulte de inmediato a su médico a fin de evitar que su condición sea más grave.
Embarazo
La Fenitoína es un fármaco utilizado en el control de los trastornos convulsivos, sobre todo determinados por los casos en que los pacientes padecen de epilepsia. A través de los estudios realizados se ha determinado que si la mujer embarazada toma este medicamento durante el primer trimestre de su etapa de embarazo, existe un probabilidad de 5% al 10% de que se pueda promover la aparición de defectos congénitos en su feto en gestación. (Ver artículo: Levodopa)
Estos efectos sobre el feto son conocidos con el nombre de Síndrome de Hidantoína, calificado como una afección producida en el embrión o feto, cuyas consecuencias se manifiestan en una alteración de su desarrollo. Siendo visible esta alteración durante el propio embarazo o posteriormente cuando nazca el bebé.
La exposición del feto a la presencia de Fenitoína en el cuerpo de su mamá, durante la gestación puede degenerar en anomalías craneofaciales, como por ejemplo malformaciones en las orejas, cuello corto, puente nasal en forma deprimida, nariz pequeña, con separación marcada en la separación de los ojos y párpados similares a los asiáticos.
Otras características que se pueden observar como consecuencia del fármaco sobre el feto son falta de desarrollo de las uñas y retraso en el crecimiento, con posibles trastornos cognitivos y retraso de desarrollo tipo motor. En tal sentido es de suma importancia bajo estas circunstancias evitar en la medida de la posible que la madre ingiera la Fenitoína, se deben buscar otra alternativa menos agresiva para su bebé. Siempre balanceando el beneficio riesgo a la hora de preservar la integridad de ambas vidas.
Lactancia
La etapa de lactancia materna es considerada la mejor forma de alimentación que se le puede suministrar a un bebé, al menos durante su primer año de vida; siendo una función vital del desarrollo humano. Ante esto las madres se ven obligadas a tener la preocupación de si es o no seguro suministrar esta alimentación a sus hijos cuando consumen antiepilépticos, que son necesarios para su salud.
Por ello se debe estar atento a toda la investigación necesaria y relevante al respecto, a fin de establecer si la madre puede o no realizar una lactancia segura para su bebé. Con base en toda la información científica que avale o demuestre si este hecho puede ser considerado un riesgo potencial para su hijo, que vaya más allá de las ventajas que ofrece el tratamiento.
Se ha establecido que la Fenitoína se expulsa a través de la leche materna y por ello pasa al bebé durante la lactancia, su cantidad no es muy significativa y no se han observado hasta el momento cambios significativos. No obstante se han presentado casos aislados donde el bebé ha necesitado terapia anticonvulsiva. Es difícil establecer con exactitud la forma individual para cada caso, del fármaco absorbido por el niño en la lactancia.
Hasta ahora los científicos han indicado niveles muy por debajo de aquellos en que se puedan dar efectos adversos, y los casos anteriormente señalados podrían ser consecuencia de un síndrome presentado al suspender la lactancia, donde el bebé ya había acumulado influencia del fármaco sobre su organismo.
Sin embargo su uso en la lactancia es autorizado tanto para recién nacidos como durante toda la etapa de la lactancia. Se recomiendo estar siempre atento como se ha planteado anteriormente, en balancear los factores de beneficio- riesgo en pro de salvaguardar la integridad de la salud, tanto de la madre como la del lactante.
El personal médico deberá en todo momento ofrecer apoyo de asesoramiento a pacientes que sufren la epilepsia así como a sus familiares, de manera tal en que la madre pueda enfrentar la situación tanto física como emocional, y poder practicar adecuadamente su lactancia materna.
Dosis
La dosis es cantidad de Fenitoína como principio activo del medicamento, determinado en cuanto a su volumen o peso a ser utilizado en la administración del paciente, en función además, del tipo de paciente que recibirá la dosis, es decir, si es para neonatos, niños o adultos. Estableciéndose en este sentido, si la cantidad será administrada de una sola vez o cada cierto tiempo, en función de la tolerancia del paciente y sin sobrepasar las dosis normalmente establecidas como máximo.
En síntesis, la dosis es la cantidad administrada al paciente de una sola vez, sin exceso ya que esto puede ser letal. Siendo la dosis máxima tolerada, la mayor cantidad que se le puede administrar, sin que le cause efectos secundarios perjudiciales para su salud. Dicho eso, la dosis serán las siguientes:
Dosis máxima para adultos y adolescentes que sufran de epilepsia es de 30 mg/kg. En el caso de prevención en Neurocirugías, la dosis máxima es de 50 mg.
Dosificación
Ahora bien, cuando hablamos de dosificación nos referimos a la distribución de las dosis individuales en un régimen de tratamiento establecido para un paciente y por un tiempo determinado. Así se establece por ejemplo los miligramos (mg) o mililitros (ml) del medicamento, las veces que se le dará al día y la cantidad de días durante los cuales será administrado el fármaco.
La dosificación en el uso de la Fenitoína se establece además del tipo de condición en particular de cada paciente, para lo cual damos a conocer las siguientes posologías:
Tratamiento de epilepsias
Para convulsiones y epilepsias Tónico-Clónica: En este caso se trata de las manifestaciones de sistemas que involucran todos los músculos del cuerpo de forma generalizada.
Cuando se presenta la crisis en el paciente, y como consecuencia de que la Fenitoína no actúa de forma inmediata es necesario estabilizar al paciente primeramente con una aplicación de benzodiacepina, iniciando luego la administración de la Fenitoína así:
Adulto y adolescentes
Dosis inicial: Para atender a los tratamientos con la administración de la Fenitoína, se trabaja primeramente con dosis iniciales denominadas de carga, que es con la finalidad de adecuar al organismo para la aceptación del medicamento e iniciar su presencia y concentración en el paciente.
Dosis única de 15 a 20 mg por kilogramo de peso corporal a través de inyección intravenosa, que se debe realizar en forma lenta a través de un suero, en caso de no detenerse la crisis se puede administrar adicionalmente de 5 a 10 mg por kilogramo de peso.
Ya superada la crisis, el tratamiento se mantendrá en las siguientes 12 horas, el cual será de mantenimiento.
Mantenimiento
Este tipo de dosis se recomienda para ser administrada en los pacientes que quieran mantener su estado, en cuanto a las crisis producidas por la enfermedad, de forma estable, evitando la aparición de cualquier otro tipo de crisis convulsiva o epiléptica.
Adultos: Es recomendable una dosis de 4 a 7 mg por kilogramo de peso una vez al día, bien sea por administración oral o de forma intravenosa. Realizando control de los niveles plasmáticos presentados por el paciente.
Adolescentes: Dosis recomendada de 5 mg por kilogramo de peso corporal por vía oral o IV, dos veces al día, en etapa inicial, la cual será reajustada en función de la respuesta del paciente y con el control de su nivel plasmático.
Prevención en Neurocirugías
En adultos y adolescentes inicial de 10 a 20 mg por kilogramo de peso mediante infusión intravenosas.
Aplicación de control de 4 a 6 mg/kg por día, de 2 a 3 veces al día.
Prevención en Hipertensión del Embarazo
Se ha utilizado una dosis de 1000 mg y luego de 10 horas otra de 500 mg administradas por vía oral, también se puede utilizar de forma I.V.
Tratamiento en Eclampsia
Como tratamiento se puede administra por vía intravenosa 1000 mg y luego 100 mg cada 6 horas por un período de 24 horas. No obstante, es importante considerar que en estos casos es más efectivo el uso del sulfato de magnesio (Sal inglesa), para sustituir el magnesio del cuerpo y aumentar el líquido intestinal.
Tratamiento en Taquicardia
De 50 a 100 mg en forma I.V. Suministrada de 10 a 15 minutos en función de la respuesta del paciente, aunque no es lo más indicado, pero ayuda al control de la arritmia.
Tratamiento en dolor Neuropático
Se recomienda una dosis de 300 mg al día aproximadamente por vía oral, si el cálculo se hace en función del peso serán entre 5 o 6 mg por kilogramo al día.
Prevención de Migraña
En la prevención de la migraña, que es un dolor en la cabeza que generalmente afecta una sola parte de ella y viene en conjunto de vómitos y náuseas, se recomienda administrar dosis de 200 a 400 mg al día en tomas por vía oral.
Dosis pediátrica
Es importante destacar que las dosis recomendadas no requieren ser ajustadas en caso de insuficiencia renal, pero si en caso de problemas hepáticos, donde el ajuste se debe hacer en función de los niveles plasmáticos (en sangre) presentados por el individuo.
Ataque de cuadro epiléptico:
Neonatos: Las dosis pueden ser aplicadas por vía oral o IV, a bebés desde recién nacidos hasta los 6 meses. En caso de crisis se le administra 15 a 20 mg por kilogramo de peso corporal en una sola dosis.
Mantenimiento para evitar nuevas crisis: 5 mg por kilogramo de peso corporal en 2 dosis, en función de la respuesta visualizada se aconseja dosis habituales de 4 a 8 mg por kilogramo de peso corporal en 2 dosis. (En casos especiales se recomienda hasta 3 dosis).
Si la administración del medicamento se necesita realizar con suero por perfusión intravenosa, debe ser con 0,5 a 1 mg por kilogramo de peso corporal por minuto.
- Niños y bebés: Dosis por vía oral o I.V, para niños desde los 6 meses hasta los 16 años.
Ataque de cuadro epiléptico:
Dosis para detener la crisis: de 15 a 20 mg por kilogramo de peso al día administrado de forma diluida en suero para perfusión a razón de 1 mg por ml, que será administrado a un ritmo de 1 mg/kg cada minuto sin superar los 50 mg por minuto. En caso de no poder resolver la crisis, se recomienda una dosis extra de 5 a 10 mg por kilogramo de peso corporal.
Mantenimiento: Luego de superada la crisis estimadamente 24 horas después, se aplica un tratamiento con dosis de mantenimiento de 5 a 10 mg de Fenitoína por kilogramo de peso 2 veces al día, en niños mayores de 8 a 10 mg/kg/día y nunca se deberá superar los 1.500 mg como toma al día.
Tratamiento y prevención de convulsiones por neurocirugía:
Las cuales son necesarias debido a que las convulsiones son producto de una intervención quirúrgica. Inicial 18 mg por kilogramo de peso en 20 minutos, luego con 6 mg por kilogramo de peso por día cada 8 horas, por un espacio de 48 horas seguidas.
Mantenimiento con 5 mg por kilogramo de peso en 3 dosis cada 8 horas, hasta un estimado de 40 horas después de la cirugía.
Uso como agente antiarrítmico:
Inicial con 1,25 mg por kilogramo de peso por infusión intravenosa cada 5 minutos hasta un máximo de 15 mg/kg.
Mantenimiento de 5 a 10 mg al día por kilogramo de peso corporal en 2 o 3 dosis.
Fenitoína sódica
Es básicamente la Fenitoína, en cuya composición se agregan una serie de excipientes como son Povidona, colorante amarillo nº 6, colorante N5, almidón glicolato de sodio, estearato de magnesio, celulosa cristalina, agua purificada y alcohol.
Su utilización es como antiepiléptico y anticonvulsivante. Utilizado en los cuadros de manifestaciones epilépticas, convulsiones luego de neurocirugías y tratamientos de neuralgia como fármaco de segunda línea o apoyo en los casos en que los pacientes son intolerantes a la carbamazepina, que es otro anticonvulsivo utilizado en estos casos de bipolaridad.
Fenitoína intoxicación
Para la utilización del medicamento, se han establecido una serie de parámetros correspondientes a su uso y dosificación. Se utiliza para ayudar a detener o controlar las crisis presentadas por los pacientes en casos de epilepsia y convulsiones.
Además se establece las dosis necesaria para cada caso en función de si es una dosis inicial, para ir adaptando al paciente, para atender una crisis o simplemente una dosis de mantenimiento y además la cantidad de medicamento admitido según sea el paciente en función de su edad y peso corporal.
Cualquier dosis consumida por el paciente fuera de estos lineamientos establecidos, puede ocasionar una sobredosis de Fenitoína y de acuerdo a la cantidad consumida podrá estar expuesto a sufrir una intoxicación, producto de la ingesta exagerada del fármaco.
El elemento tóxico consumido es Difenilhidantoína, cuyo nombre genérico es Fenitoína, y la persona puede presentar una serie de síntomas como son:
- Entrar en coma, donde el paciente entra en un estado de inconsciencia profunda, donde se incapaz de realizar movimientos o responder ante los estímulos de su entorno.
- Presentar cuadros de confusión, con trastornos de índole mental o delirio, donde no se puede pensar, razonar y en ocasiones ni siquiera recordar lo que le sucedió.
- Se puede convulsionar, presentar fiebre o mareos.
- La presión arterial puede descender.
- Tener rigidez muscular o espasmos.
- Falta de control ocular, con movimientos incontrolados de los ojos.
- Manifestar una dificultad para articular las palabras.
- Temblores involuntarios.
- Inflamación de las encías.
- Dificultades para caminar.( Quizás te interese ver también Teriflunomida)
Las Personas en estado intoxicación deben si es posible, llamar inmediatamente a un servicio de emergencia, y si ellos no pueden hacerlo, lo hará la persona que se encuentre más cercana al intoxicado. (Puede que te interese ver Dimenhidrinato)
Es importante tener a mano en estos casos indicaciones sobre el paciente como son: Edad, peso y condición física del paciente, nombre del producto consumido y con el cual se ha intoxicado, hora en que se tomó la sobredosis, cantidad consumida y si es un medicamento recetado al paciente o se lo administró por iniciativa propia.
Atención de paciente con sobredosis:
En un centro de atención médica el paciente será recibido con vigilancia de sus signos vitales, temperatura, pulso, frecuencia de la respiración y control de su presión arterial. Por medio de los exámenes de laboratorio se establecerán los niveles presentes en la sangre de Fenitoína.
El paciente recibirá ayuda para desintoxicarlo con:
Carbón activado, que es un absorbente bastante usado en la mayoría de las sobredosis por vía oral, siendo una buena alternativa en aquellos casos donde se provocaba el vómito o se realizaba el lavado gástrico.
Se puede aplicar oxígeno al paciente con intubación o por respirador artificial. Además realizar radiografía de tórax, electrocardiograma, infusión de líquidos para disipar el medicamento por vía intravenosa, laxantes y los demás medicamento para mantener estable al paciente.
La gravedad de cada caso depende de la cantidad de medicamento consumido en la sobredosis y de la rapidez con que el paciente sea atendido. El peor de los casos es cuando el paciente entra en coma pues se pueden ocasionar serios daños internos y tener la posibilidad de que el paciente no se recupere.
Fenitoína y alcohol
Una de las sustancias que en el mundo industrializado suelen consumir las personas es el alcohol etílico, que muchos consideran es un ansiolítico socialmente aceptado; y con el cual muchas personas siente una sensación de relajación o desinhibición.
Pero el alcohol representa una de las sustancias psicoactivas más consumidas y a las vez, representa una serie de efectos adversos durante un tratamiento farmacológico.
Es importante que el paciente que está siendo medicado con Fenitoína, no consuma bajo ninguna circunstancia alcohol, pues la presencia de esta sustancia dentro del organismo disminuirá la eficacia del fármaco y en consecuencia, no se podrá detener adecuadamente ni las convulsiones ni la epilepsia.
Si el paciente tiene un fuerte consumo de alcohol, los niveles de la Fenitoína en la sangre aumentan y cuando el alcoholismo es crónico, entonces los niveles pueden bajar. En consecuencia no se estará dando el efecto deseado con el medicamento para detener una crisis o llevar adelante un adecuado tratamiento.
Conclusiones
En resumen podemos establecer que la epilepsia y los trastornos convulsivos son padecimientos que puede ocasionar daños severos para la persona que los sufre.
Se da con mucha más frecuencia de lo que uno se esperaba en personas por todo el mundo, no tiene límites de condición ni edad para padecerla, pero en lo que se coincide es que ocasiona irreparables daños a nivel cerebral si no se le controla a tiempo.
Cuando la persona siente la primera señal de que algo anda mal, ese es el momento de estar alerta e ir a chequearse con su médico de confianza, quien por su experiencia en la materia y con la ayuda de otros elementos de diagnóstico podrá establecer cuál es su dolencia.
En caso de ser un paciente, al cual efectivamente se determine que padece un cuadro convulsivo o presenta un ataque de epilepsia, se le podrá administrar la Fenitoína como tratamiento alternativo que controla las crisis y evitar por medio de un mantenimiento, la aparición de nuevas crisis. (ver también Primidona).
El paciente siempre tener en consideración ajustarse a los lineamientos establecidos por su médico en cuanto a la administración del fármaco, ya que una sobredosis puede ocasionar daños irreparables.
Además de estar atento al hecho de que mientras se encuentre bajo el tratamiento con este tipo de fármaco, debe evitar tanto el alcohol como la utilización de otros medicamentos que impidan que la Fenitoína cumpla su función dentro del organismo.
Una sugerencia final pero no menos importante; el presente artículo se ha creado con la finalidad de mantener informado al lector sobre lo que representa el uso de la Fenitoína como un fármaco importante y comúnmente utilizado en el control y prevención de los episodios de convulsiones y epilepsia.
Donde se ha destacado tanto la enfermedad como una serie de condiciones para las cuales se ha recomendado el uso de la Fenitoína, así como una serie de contraindicaciones y reacciones que puede manifestar el paciente en forma adversa o simplemente leves, producto de la ingesta del fármaco.
También se ha presentado el hecho de que el medicamento es tóxico y en una sobredosis, la condición puede ser muy perjudicial para el paciente, tanto que incluso puede llegar a manifestar un estado de coma que le llevaría a la muerte.
En este sentido y como se ha dado a conocer, elementos importantes en cuanto a su forma de administración y dosificación, solo a manera informativa, usted bajo ninguna circunstancia debe consumir el producto si no le ha sido indicado por su médico.
Si presenta una crisis o cualquier manifestación, acuda al servicio médico más cercano para que le puedan ofrecer la ayuda adecuada y que esté acorde con sus manifestaciones físicas; sea responsable, no se auto medique.
Recuerde siempre que la salud es un tesoro de gran valor que todos podemos tener, y que solo lo reconocemos cuando inevitablemente la perdemos.
Actualizado el 6 mayo, 2024