Etopósido: Para qué sirve, nombre comercial, mecanismo de acción y más

El cáncer es una de las enfermedades más mortales que afecta a los individuos alrededor del mundo. Los tipos son muy variados y, de la misma manera, los órganos que afectan, lo que hace que la enfermedad mencionada sea aún más extensa. Diversos científicos alrededor del mundo han desarrollado muchos fármacos que buscan reducir los efectos negativos del cáncer en la salud del paciente afectado, y entre ellos se encuentra el etopósido.

 

etoposido

Es por esta razón que en el presente artículo se desarrollarán aspectos importantes sobre este medicamento, los cuales, cabe destacar, son de carácter netamente informativo, por lo que cualquier prescripción o ingesta deberá hacerse bajo bajo la supervisión de un médico especialista.

¿Qué es Etopósido?

El etopósido es un medicamento que pertenece a la familia de los podofilinas, los cuales son fármacos que derivan de la planta de podofilo, cuyo nombre científico es Podophyllum notatum. Este medicamento suele utilizarse en tratamientos de quimioterapia para tratar diversos tipos de cáncer.

En este sentido, el etopósido también se ubica dentro de los medicamentos denominados antineoplásicos o citotóxicos, los cuales tienen la función de impedir el desarrollo de células malignas que son capaces de formar tumores cancerígenos, pues evitan la reproducción de las cadenas de ADN que contienen información genética cancerígena.

¿Para qué sirve?

Ahora bien, en cuanto al uso de etopósido, es necesario comentar que este medicamento puede servir para varios tipos de cáncer, los cuales se van a desarrollar a continuación para tener que tanto médicos como pacientes puedan tener una idea clara de las afecciones comentadas. (Ver artículo: fluorouracilo)

  • Linfoma no Hodgkin: el linfoma no Hodgkin es un tipo de cáncer que se produce cuando los linfocitos crecen de manera anormal, provocando que estas células hagan una metamorfosis y dejen de ser positivas para convertirse en células cancerígenas.

También llamados glóbulos blancos, los linfocitos son aquellos que ayudan a que el sistema inmune de la persona se mantenga activo, por lo que su disfuncionalidad puede propiciar la entrada de enfermedades que causen infecciones graves.

  • Cáncer de pulmón de células pequeñas: Esta variable del cáncer es una de las más violentas, y su aparición es frecuente en aquellas personas que consumen cigarrillos y tabacos.

Su inicio se da en el tracto respiratorio, específicamente en los bronquios, y suele extenderse con gran facilidad hasta los pulmones e, incluso, por todo el cuerpo. Es uno de los cánceres que más muertes produce alrededor del mundo.

  • Micosis fungoide: Esta afección se genera a partir de la presencia del linfoma no Hodgkin, la cual se caracteriza por realizar un daño progresivo y crónico (aunque no contagioso) a la piel.

Al igual que el linfoma mencionado, esta enfermedad es producida por la proliferación de células malignas a nivel cutáneo de forma desmedida, lo que genera una serie de problemas que se manifiestan a través de brotes y lesiones planas y, en los peores de los casos, en la aparición de tumores y otras protuberancias que pueden traer graves consecuencias para la persona afectada.

  • Leucemia mieloide aguda: A diferencia del linfoma no Hodgkin, esta afección se caracteriza por atacar de manera directa a los glóbulos rojos, los cuales comienzan a crecer sin control.

En el caso específico de la leucemia mieloide, ésta, generalmente, hace su primera aparición en la médula ósea, lugar donde se originan las nuevas células sanguíneas. No obstante, su crecimiento es sumamente acelerado, por lo que en poco tiempo puede propagarse a otras partes del cuerpo a través del conducto sanguíneo.

  • Sarcoma de Ewing: Este es uno de los tipos de cáncer más raros que afectan a las personas, el cual se caracteriza por ser un tumor maligno que crece alrededor de los huesos, principalmente los de las piernas, la pelvis y los brazos.

Este tipo de enfermedad es común en los adultos jóvenes, así como también en los adolescentes y pre adolescentes. Asimismo, es común que esta enfermedad haga metástasis a otras partes del cuerpo, por lo que se debe tratar rápidamente para evitar su proliferación.

Mecanismo de acción

En todas estas enfermedades, la función del etopósido consiste en tratar de inhibir la multiplicación de células tumorales, las cuales se desarrollan rápidamente a través de la multiplicación de cadenas que contienen la información genética del cáncer, produciendo así una reproducción acelerada de la enfermedad. (Ver artículo: bendamustina)

Nombre comercial

El etopósido es el nombre comercial de este medicamento anticanceroso y el título del principal elemento activo, pero existen nombres comerciales que serán propuestos por las empresas farmacéuticas fabricantes y por los países que los comercializan.

En este sentido, algunos de los nombres comerciales más reconocidos alrededor del mundo son Vepesid, Toposar y Etopophos, mientras que su componente activo puede encontrarse bajo el nombre de Fosfato de etopósido. Por su parte, en cuanto a las presentaciones de este medicamento, éstas vienen en forma de cápsulas orales, así como también en inyecciones viales y ampollas.

Dosis

En otro orden de ideas, las dosis del etopósido van a ser determinadas por el médico tratante, quien establecerá las cantidades que será suministradas de este medicamento de acuerdo a una evaluación exhaustiva de la enfermedad y de los niveles de la misma en el organismo.

Sin embargo, existen ciertas cantidades que sirven de guía para que los médicos especialistas puedan establecer las dosis necesarias para sus pacientes. A continuación, se mencionarán algunas de ellas.

  • Dosis orales para los adultos: Se recomienda una cantidad aproximada de 100 a 150 miligramos/ m2 de superficie corporal al menos una vez al día, cuyo tiempo de duración puede extenderse de unos 3 a 5 días aproximadamente.

En estos casos, se recomienda que el paciente tome un descanso en la ingesta de este medicamento de al menos 4 días cuando el tiempo que dure el tratamiento sea de 3 días, y si es de 5 días el descanso deberá extenderse de 2 a 3 semanas, dependiendo de lo que el médico tratante considere correcto.

Por su parte, las dosis de las ampollas viales e inyectables pueden cambiar. A continuación se mostrarán algunas de las cantidades recomendadas para este contexto:

  • Dosis intravenosas para adultos: Se recomienda una cantidad exacta de 60 mg/ m2 de superficie corporal de la persona afectada, la cual debe ser inyectada una vez al día durante 5 días consecutivos.

En este contexto, será necesario que se intercalen periodos de descanso entre ciclos de 14 días, pues de esta manera el organismo podrá tener un respiro y los componentes del etopósido podrán cumplir sus funciones a cabalidad sin ningún problema o riesgos de consecuencias que comprometan la salud del paciente afectado.

Asimismo, se recomienda que los ciclos de administración del mencionado medicamento no sean mayores a 4, aunque esto deberá ser determinado por el médico tratante. De la misma manera, es importante resaltar que las dosis del etopósido deben ser administradas cuando el paciente tenga el estómago vacío, pues de esta forma se aprovechan mucho mejor los ingredientes del fármaco.

Dosis pediátricas

En cuanto a las dosis que deben ser suministradas a los infantes, aun no existen estudios médicos suficientes que determinen de manera exacta estas cantidad; sin embargo, a continuación se mostrarán algunas dosis que puede servir de guía para los médicos tratantes de la enfermedad. (Ver artículo: lomustina)

  • Niños menores de 1 año de edad: Se recomienda una cantidad aproximada de 75 miligramos por m2 de superficie corporal al día, durante 5 días.
  • Niños mayores a un año de edad: la dosis constará de 100 miligramos por m2 de superficie corporal una vez al adía durante, igualmente, de 1 a 5 días.

Es importante que estos datos sean corroborados con el médico antes de ser suministrados, pues el tratamiento en los infantes es sumamente más delicado que el de los adultos. Esta aclaratoria se debe a que los niños tienen un organismo más frágil que el de los adultos, y los componentes del etopósido son fuertes tanto en concentración como en sus efectos.

Efectos secundarios y adversos

Como todo medicamento, es posible que el consumo y la administración del etopósido genere una serie de reacciones adversas que puedan comprometer de manera seria el organismo de la persona afectada, aunque también puede tratarse de malestares simples que pueden ser curados sin necesidad de ir a un médico.

A continuación se nombrarán los efectos secundarios más comunes que pueden aparecer mientras se está en exposición al etopósido.

  • Caída del cabello: Es posible que se produzca una pérdida importante del cabello durante el tiempo que dure el tratamiento con el etopósido, y esto se debe a que la mayoría de los medicamentos utilizados en la quimioterapia tienen la capacidad de debilitar el cuero cabelludo, lo que trae como consecuencia esta reacción adversa.
  • Reacciones en la piel: Por su parte, los efectos secundarios en la piel también pueden presentarse durante el tiempo que el paciente esté administrándose el etopósido.

Algunas de las reacciones más comunes son la aparición de urticaria (erupción cutánea), sarpullido (presencia de muchas pepitas de menor tamaño que pueden crecer hasta convertirse en ronchas), y comezón, la cual es una de las consecuencias de estas afecciones cutáneas.

Es importante que el paciente acuda de manera inmediata al médico cuando perciba alteraciones de este tipo en la piel.

  • Pérdida del apetito: Debido a que los componentes del etopósido hacen su recorrido a través del tracto gastrointestinal, existe la posibilidad de que esto sea contraproducente para el organismo, sobre todo para aquellas personas que desarrollan una intolerancia a los componentes del mencionado fármaco.

Esto trae como consecuencia que la persona afectada experimente una pérdida del apetito, lo que podría conllevar, a su vez, que aparezcan otras enfermedades como anemia o deshidratación.

  • Náuseas: Las náuseas son otros de los efectos secundarios del consumo del etopósido y se debe, al igual que el punto anteriormente explicado, a la intolerancia del organismo hacia algunos de los componentes del fármaco, lo que puede ocasionar que las náuseas estén presentes en la rutina diaria del paciente.

Otros aspectos importantes referentes a estos dos últimos efectos secundarios mencionados se pueden observar en el siguiente vídeo:

  • Vómitos: Siguiendo con las afecciones del tracto gastrointestinal, también puede presentarse el potencial problema de los vómitos, los cuales son consecuencia directa de las náuseas producidas por la intolerancia y el rechazo del organismo hacia los componentes del medicamento.
  • Aparición de la mielosupresión: Otros de los efectos secundarios que tienen mayor gravedad en el cuerpo humano es la aparición de la mielosupresión, la cual es una afección que agrede principalmente a la médula ósea a través de la disminución de su actividad, lo que ocasiona que exista una menor producción de los leucocitos encargados del fortalecimiento del sistema inmune del paciente.
  • Aparición de la leucopenia: En este mismo sentido, la leucopenia es otra de las reacciones adversas más graves que afectan al paciente con cáncer, y al igual que la mielosupresión, es una enfermedad que afecta directamente a la producción de los leucocitos que circulan en la sangre, lo que representa un riesgo directo para el sistema inmunológico.

Cuando un paciente padece de esta enfermedad, es común que sea víctima de numerosas infecciones, pues su organismo no se encuentra protegido de la manera óptima.

  • Trombocitopenia: Por su parte, la trombocitopenia es aquella enfermedad hematológica que produce una disminución en la cantidad de plaquetas circulantes, lo que tare como consecuencia que el sistema inmunológico se vea verdaderamente afectado.
  • Taquicardia: Es importante que los pacientes que sufran de afecciones cardíacas tengan especial cuidado al consumir el etopósido, pues diversos estudios clínicos han demostrado que la taquicardia puede aparecer durante la administración del mencionado medicamento, lo que representa un riesgo para la persona afectada.
  • Coloración amarillenta en la piel y los ojos: Por su parte, el paciente también puede experimentar un cambio en la coloración normal de su piel y sus ojos, lo que podría ser consecuencia del incremento en los niveles de la bilirrubina.

En caso de que esto suceda, el paciente deberá acudir inmediatamente a su médico especialista, quien deberá determinar cuáles son los pasos a seguir para que no se empeore esta afección.

Esta última afección recibe el nombre de Ictericia, y el siguiente vídeo explica puntos importantes sobre ella:

https://www.youtube.com/watch?v=G4rBwuSHqcQ&ab_channel=NUTRIMEDIA&ab_channel=NUTRIMEDIA

Toda esta serie de efectos secundarios son los que han sido más comunes en los estudios médicos realizados; no obstante, pueden existir otros que por su poca incidencia y baja frecuencia no fueron nombrados.

Aun así, es importante resaltar que cualquier tipo de alteración sin causa aparente en el organismo o cualquier anomalía en la parte física del paciente, deberá ser consultada inmediatamente por el médico tratante.

Contraindicaciones y precauciones

Antes de prescribir el etopósido, es importante que se tomen en cuenta varios factores que pueden influir negativamente en su ingesta, por lo que el médico deberá evaluar si existen las condiciones necesarias para que el paciente pueda estar expuesto al mencionado fármaco sin ningún tipo de problemas.

A continuación se mencionarán algunas de las contraindicaciones y prevenciones importantes en el consumo del etopósido:

  • Embarazo y etopósido: En cuanto a la administración del mencionado anticanceroso durante el periodo de gestación de la mujer, todavía no existen suficientes estudios ni investigaciones médicas que puedan avalar la seguridad del fármaco tanto para el feto en desarrollo como para la mamá.

Por esta razón, es recomendable que no se administre etopósido durante la gestación, a menos que el médico considere que son mayores los beneficios que los riesgos de esta acción.

  • Lactancia y etopósido: De la misma manera, es recomendable que se evite el uso del etopósido durante el tiempo que la madre esté gestando, pues aunque no existen suficientes estudios médicos que comprueben estas suposiciones, varias investigaciones han arrojado, preliminarmente, que existe la posibilidad de que se excreten restos de los componentes del medicamento a a través de la leche materna, lo que traería serias consecuencias para el infante que está lactando.

  • Insuficiencia renal y eletopósido: La administración del etopósido en pacientes que padezcan de insuficiencia renal grave está totalmente contraindicada, pues esto podría aumentar el nivel de la enfermedad y causar daños en el riñón que pueden llegar a ser irreversibles.

Por esta razón, se recomienda que el médico tratante del cáncer busque otros medicamento que tengan las mismas funciones que el etopósido pero cuyos componentes no sean tan fuertes, esto para que puedan ser tolerados por el sistema renal de la persona afectada.

  • Insuficiencia hepática y el etopósido: De la misma manera, no se recomienda que este medicamento sea prescrito en pacientes que padecen de insuficiencia hepática grave, pues, como se explicó anteriormente, muchos de los efectos secundario de este fármaco radican en afecciones de la sangre.

Esto trae como consecuencia un grave problema en el sistema inmunológico del paciente, propiciando así la entrada de múltiples infecciones que no siempre pueden ser controladas.

Aunque estos son los casos más comunes y graves que deben tomarse en cuenta antes de prescribirse y consumirse el etopósido, no se puede dejar a un lado cualquier tipo de enfermedad o afección que padezca el paciente, por lo que esto debe ser comunicado al médico.

Posteriormente, el especialista encargado del caso deberá determinar si es posible o no la prescripción de este medicamento en el contexto individual de la persona afectada.

Interacciones del etopósido

Por otra parte, existe la posibilidad de que la persona que padezca de cáncer también tenga otras afecciones o enfermedades que ameriten la aplicación de otros tratamientos con otros fármacos.

Es por esta razón que se hace necesario que tanto pacientes como médicos conozcan algunas de las interacciones del etopósido, pues de esta manera podrán decidir si se pueden utilizar los medicamentos en paralelo o si, por el contrario, deberá hacerse un ajuste en las dosis o una suspensión de alguno de ellos.

A continuación se mencionarán algunas de las interacciones que han sido investigadas por médicos especialistas en oncología.

  • Ciclofosfamida: La ciclofosfamida también forma parte de los medicamentos antineoplásicos, pero en el apartado de los aqluilantes, el cual sirve también para tratar diversos tipos de cáncer durante la quimioterapia.

Su uso junto al etopósido puede desencadenar un aumento en la acción citotóxica, por lo que su uso en paralelo solo podrá hacerse cuando el médico lo considere necesario.

  • Vinblastina: Por su parte, la vinblastina es una droga de la familia de los antimitóticos que se usa para tratar varios tipos de cáncer, entre los cuales destaca el linfoma no Hodgkin que también se trata con el etopósido.

En estos casos, también existe la posibilidad de que los componentes de este último medicamento puedan elevar los niveles tóxicos en la sangre, así como también la posibilidad de generar la mielosupresión. Por esta razón, no es recomendable que se administren ambos medicamentos al mismo tiempo.

  • 5-fluorouracilo: Este medicamento es uno de los más potentes antimetabolitos utilizado para el tratamiento del cáncer. Sus efectos son tan fuertes que se corre el riego de, en caso de ser usado con el etopósido, aumenten los niveles citotóxicos en cantidades considerables, así como también el riesgo de mielosupresión puede estar latente.

No se recomienda el uso de estos medicamentos en paralelo, aunque el médico podría considerarlo en casos extremadamente necesarios.

  • Adriamicina: También conocido como doxorrubicina, este medicamento está ampliamente recomendado en el tratamiento de la quimioterapia, por lo que es posible que deba ser utilizado junto al etopósido.

No obstante, esto podría acarrear consecuencias negativas, como el aumento del riesgo de padecer mielosupresión. El médico tratante deberá determinar si es prudente o no su uso en paralelo.

  • Mitomicina: Por su parte, este medicamento es reconocido por sus facultades antibióticas. Pertenece a la familia de los alcaloides que son utilizados en los procesos de quimioterapia, y se encarga específicamente de retardar la actividad tumoral del cáncer.

En cuanto su uso en paralelo con el etopósido, éste no es recomendable, pues existe el riesgo de una potenciación de la toxicidad pulmonar, lo que sería especialmente contraproducente para pacientes con problemas en el tracto respiratorio y cáncer de pulmón.

  • Warfarina: En el caso de los anticoagulantes orales, específicamente de la warfarina, es posible que la administración de este medicamento junto al etopósido pueda acarrear un aumento en la acción del primero mencionado, por lo que su uso en paralelo debe ser vigilado exhaustivamente por el médico tratante, pues de esta manera podrá detectar algún cambio anormal en el organismo de la persona afectada.

Cabe destacar, entonces, que estas son solo algunas de las interacciones que pueden darse al momento de la prescripción del etopósido. Sin embargo, cualquier otro medicamento que el paciente esté consumiendo al momento de prescribirse el ya mencionado fármaco, deberá ser evaluado por  el médico tratante.

Etopósido y cisplatino

En el caso de la utilización concomitante de etopósido y cisplatino, ésta puede ser totalmente válida cuando se tenga que hacer una fusión del tratamiento de la quimioterapia y de la radioterapia. Generalmente esto se aplica cuando el cáncer puede ser extirpado, es decir, se procederá (después de la utilización mancomunada de ambos medicamentos) a realizar una cirugía.

Factores a tomar en cuenta

Por otra parte, es necesario que se tomen en cuenta una serie de factores por parte del médico tratante y del paciente antes, durante y después de recibir el tratamiento con etopósido, pues esto podrá evitar posibles problemas para la salud de la persona afectada en el futuro.

Es por esta razón que a continuación se presentarán algunos factores que deben ser tomados en cuenta de manera especial:

  • La presentación inyectable de este medicamento deberá ser mezclada con un líquido con niveles y controles máximos de salubridad para, posteriormente, ser administrado por vía intravenosa por un médico o enfermero en un recinto hospitalario o ambulatorio.

No se recomienda el uso de la solución inyectable en casa, a menos que se cuente con la ayuda de un personal capacitado para administrarlo.

  • El paciente deberá informar a su médico si es alérgico a alguno de los componentes del etopósido o a todo el medicamento en general.

Para esto, la persona deberá pedir la lista de los ingredientes al farmacéutico que se lo facilitó, y después deberá realizarse exámenes especiales que descarten una posible hipersensibilidad a los componentes de la fórmula.

  • De la misma manera, es sumamente importante que el paciente con cáncer le informe a su médico tratante si ha sufrido afecciones en los riñones, pues este órgano es uno de los más propensos a desarrollar efectos reacciones adversas graves.
  • Por su parte, también es necesario que el paciente le indique a su médico tratante todos los medicamentos que está tomando, sin importar si éstos han sido o no prescritos con un récipe médico.

En este apartado también se deben incluir todos aquellos suplementos vitamínicos, medicinas con bases naturales (como hierbas o cualquier tipo de plantas), y bebidas energizantes, pues esto será importante cuando el médico establezca las interacciones farmacológicas.

  • En caso de que una paciente tenga intenciones de concebir durante el tiempo en el que esté recibiendo el tratamiento con el etopósido, deberá comentar esto con su médico ginecobstetra y también con su médico tratante.

Lo más recomendable en este contexto es que se suspendan estas intenciones y se prescriba un anticonceptivo sumamente efectivo que, además, no tenga problemas en interactuar con los componentes del mencionado anticanceroso.

  • No se recomienda, por su parte, que se administren las dosis del etopósido horas antes de que el paciente vaya a manejar, bien sea un carro particular o una maquinaria pesada.

Esto sucede de esta manera debido a que la ingesta del etopósido puede acarrear fatiga o ceguera cortical transitoria, lo que podría traer como consecuencia un posible accidente de tránsito indeseado.

  • El producto se debe mantener fuera del alcance de los niños, sobre todo la solución inyectable. Medicamentos como el etopósido vienen en envases que no tienen desarrollado un sistema de seguridad a prueba de niños, por lo que puede existir el riesgo de que éstos tengan contacto inadecuado con el mencionado anticanceroso.

Actualizado el 6 febrero, 2020