Tiroiditis: ¿Qué es lo que genera el hipertirodismo e hipotiroidismo?

La tiroides es una de las glándulas más importantes en el organismo puesto que este regula una gran cantidad de actividades siendo la principal el metabolismo cuando estamos en reposo. En este artículo hablaremos sobre la tiroiditis, una enfermedad que afecta las funciones de la tiroides.

Tiroiditis

¿Qué es la tiroiditis?

Se puede definir la tiroiditis es como la inflamación de la glándula tiroides, esto se debe a un diverso grupo de trastornos que producen tal inflación.  Esta inflamación puede desencadenar diversas entidades clínicas como lo puede ser la Tiroiditis de Hashimoto una de las inflamaciones de la tiroides más frecuentes a nivel mundial.

Existen también otros tipos de tiroiditis como las que se derivan de una tirotoxicosis transitoria que se produce luego del parto.  En términos generales son muy variadas las causas de la tiroiditis y cada una de ellas afecta de manera peculiar a esta glándula.

Tipos

Al ser la tiroiditis una enfermedad que posee una gran cantidad de causas, es evidente que existan diferentes tipos de esta enfermedad. Es importante conocer cuál es el tipo de tiroiditis que afecta al paciente para orientar el mejor tratamiento posible. A continuación comentaremos cuales son los tipos de tiroiditis.

Tiroiditis de Hashimoto

La Tiroiditis de Hashimoto es un tipo de tiroiditis linfocítica crónica, esto quiere decir que el organismo produce anticuerpos antitiroideos y es por esta razón que el paciente desencadena una respuesta autoinmune e inflamatoria en contra de su propia glándula tiroides. Se ha estudiado que esta es la principal causa de hipotiroidismo en zonas donde no existe problemas para tener acceso al yodo.

Visto desde las estadísticas, la Tiroiditis de Hashimoto afecta principalmente a mujeres de mediana edad que conlleven un componente genético que pueda desencadenar tal enfermedad. Esta enfermedad se caracteriza por presentar un aumento de tamaño de la tiroides y también cursa con síntomas de hipotiroidismo.

En estos casos, la hormona que produce la tiroides conocida como tiroxina se encuentra baja debido a la reacción autoinmune contra la glándula. Para poder diagnósticar esta patología es necesaria una muestra de sangre que se evidencia la presencia e anticuerpos y una biopsia de la tiroides.

Tiroiditis subaguda

En lo que respecta a la  tiroiditis subaguda encontramos principalmente a la tiroiditis granulomatosa subaguda o conocida frecuentemente como la tiroiditis de De Quervain.​ Esta enfermedad destaca por ser un proceso inflamatorio que cursa con dolor y cuya duración suele ser de semanas o meses. Por lo general este tipo de tiroiditis se produce luego de una infección viral respiratoria.

Esta tiroiditis se puede diferenciar de las otras tiroiditis puesto que el proceso inflamatorio de la tiroides suele ceder por su cuenta y se origina por una reacción inmune no contra la tiroides sino contra el agente causal de la enfermedad respiratoria que posiblemente se aloja en ese momento en la tiroides.

Tiroiditis

Esta enfermedad se manifiesta con bocio, esto es un agrandamiento de la tiroides. Dicho agrandamiento suele ser doloroso para la persona. Se puede diferenciar de la Tiroiditis de Hashimoto en que no existe la presencia de anticuerpos antitiroideos, esto quiere decir que no hay una respuesta autoinmune contra la tiroides.

Por lo general esta tiroiditis subaguda granulomatosa provoca la ruptura de los folículos tiroideos que son el lugar donde se almacenan las hormonas tiroideas. Esto provoca inicialmente un hipertiroidismo que luego irá evolucionando progresivamente en un hipotiroidismo. Esta tiroiditis tiene la particularidad que suele ceder entre la sexta y octava semana de la enfermedad.

Tiroiditis aguda

Dentro de este tipo de tiroiditis existen dos  subclasificaciones que merecen la pena destacar, estas son la tiroiditis supurativa bacteriana, la tiroiditis aguda supurativa bacteriana y la tiroiditis por palpación. A continuación comentaremos sobre ellas.

Tiroiditis aguda supurativa bacteriana (piógena)

Este tipo de tiroiditis no es muy frecuente, esta infección  suele ser causada por las bacterias Streptococcus pyogenes, Staphylococcus aureus y en algunos casos más particulares por las bacterias Escherichia coli y Salmonella typhimurium. En esta tiroiditis suelen apreciarse síntomas como inflamación dolorosa de la glándula tiroides, fiebre y escalofríos. Es importante mencionar que en estas situaciones la función tiroidea no se encuentra alterada.

Tiroiditis

El tratamiento para este tipo de tiroiditis es la antibioticoterapia, la hospitalización y el drenaje del absceso que se producen en la glándula, en casos más complejos es necesaria la extirpación quirúrgica de la misma.

Tiroiditis por palpación

Se produce como consecuencia de una palpación poco escrupulosa o bien por un traumatismo en la glándula tiroides. Estos traumas son la causa más frecuente de aquellos cambios hormonales que se detectan luego de una operación. Suele ser poco frecuente de padecer y el traumatismo dependerá sobre todo si la operación quirúrgica fue cercana a la zona del cuello.

Tiroiditis silenciosa

Se le conoce también como tiroiditis linfocítica subaguda, esta tiroiditis se caracteriza por desencadenar un cuadro clínico similar a la tiroiditis granulomatosa subaguda sólo que en este caso no se presenta el bocio tiroideo. Esta enfermedad es frecuente en mujeres luego del parto y se cree que la causa de esta enfermedad es autoinmune.

Tiroiditis postparto

Esta forma de tiroiditis es temporal y se presenta en mujeres que dieron a luz recientemente. Una peculiaridad de esta patología es que para que se desarrolle, previamente se debieron presentar anticuerpos antitiroideos, esto nos indica que hay cierta predisposición genética en esta enfermedad.

Tiroiditis

De forma similar a lo que ocurre con la tiroiditis subaguda, la tiroiditis postparto inicia con un cuadro clínico de hipertiroidismo que luego evolucionará a un hipotiroidismo, uno de los síntomas frecuentes de este hipotiroidismo es la depresión postparto.

Tiroiditis inducida por radiación

Hay un punto importante que se debe destacar y es que la glándula tiroides necesita Yodo para la producción de las hormonas que regulan el metabolismo del organismo. La tiroides absorbe el Yodo que se encuentra circulante en la sangre, ahora bien, la glándula tiroides no tiene la capacidad de discernir entre el Yodo estable y el Yodo radioactivo y es por este motivo que se produce la tiroiditis inducida por radiación.

Cuando se producen accidentes nucleares o bien cuando se trabaja con materiales radioactivos, existe una gran cantidad de radiación en el ambiente y este puede ser absorbido por el cuerpo. Esta radiación afecta al Yodo circulante el cual es captado por la tiroides y esto trae como consecuencia cáncer de tiroides que se podría desarrollar tiempo después de la exposición a ese ambiente.

Las poblaciones vulnerables a padecer esta enfermedad son los bebés y los niños mientras que los individuos mayores de cuarenta años tienen igualmente riesgo de padecer de esta tiroiditis pero el riesgo es menor que el de los bebés.

Tiroiditis

Tiroiditis inducida por drogas

Son muchos los fármacos que pueden llegar a alterar la función de las tiroides o incluso podrían modificar los resultados de las pruebas de la función tiroidea. Ahora bien, son precisos los casos de aquellos fármacos que inducen tiroiditis propiamente y a continuación hablaremos sobre ellos.

Amiodarona

Se ha demostrado que el 20% de los pacientes que son tratados con amiodarona pueden desarrollar un hipotiroidismo el cual es inducido por el exceso de yodo que posee este fármaco en su composición. En casos donde los pacientes presenten autoinmunidad tiroidea poseen mayor riesgo de desarrollar tiroiditis inducida por este fármaco.

El tratamiento para este tipo de tiroiditis consiste en continuar administrando la amiodarona ya que este es muy necesario para los problemas de arritmia que presente el paciente y además administrar levotiroxina en una dosis que sea mayor a la habitual.

Esto se debe a que la  amiodarona disminuye la producción de hormonas tiroideas mientras que la levotiroxina es un precursor de la producción de las mismas, lo que se busca es que la tasa de producción supere a la de eliminación. Otros estudios han determinado que el 23% de pacientes que son tratados con amiodarona poseen un riesgo mayor de sufrir tirotoxicosis inducida por este fármaco, siendo más común en zonas donde exista una deficiencia de yodo.

Tiroiditis

Es importante destacar que antes de comenzar el tratamiento con amiodarona se debe hacer un examen sumamente cuidadoso de la glándula tiroides. Este examen consiste en pruebas que permitan apreciar la función de la tiroides así como la determinación de anticuerpos antiperoxidasa y antitiroglobulina. Una vez realizadas tales pruebas, se debe hacer un monitoreo cada seis meses de la función tiroidea mientras se esté tomando este fármaco.

Interferón Alfa e Interleucina 2

Estudios han demostrado que el 15% de los pacientes que son tratados con interferón alfa o bien interleucina 2 sin una previa enfermedad tiroidea de carácter autoinmune puede aparecer concentraciones elevadas de anticuerpos antiperoxidasa. Este hecho podría indicar un  hipertiroidismo o bien un hipotiroidismo subclínico.

Por otro lado, se ha determinado también que el interferón alfa podría provocar una tiroiditis inflamatoria destructiva. Esta entidad suele confundirse con la Enfermedad de Graves inducida por drogas aunque se pueden diferenciar por el hecho de que la tiroiditis provocada por interferon alfa produce una baja captación de Yodo a diferencia de la enfermedad de Graves.

Otro hecho en el que se diferencian la enfermedad de Graves con la tiroiditis por interferon alfa es en su tratamiento puesto que en el primer caso, este tratamiento va orientado hacia la ingesta de fármacos  antitiroideos, mientras que en el caso del interferón alfa no se suspende la ingesta de estos fármacos inductores de la tiroiditis y se hacen uso de beta bloqueantes y en caso de ser necesario se recomienda la ingesta de antiinflamatorios no esteroides o corticosteroides.

Tiroiditis

Tiroiditis de Riedel

Podríamos definir la tiroiditis de Riedel como un síntoma local de un proceso de fibrosis a nivel sistémico. En este caso, se produce la fibrosis de forma progresiva en la glándula tiroides la cual puede extenderse a los tejidos cercanos. Es importante mencionar que la prevalencia de esta enfermedad es de solo el 0,05% en aquellos pacientes que tengan una enfermedad tiroidea previa, por otro lado se requerirá cirugía para su tratamiento.

En el 67% de los pacientes con tiroiditis de Riedel se encuentran concentraciones elevadas de anticuerpos tiroideos, a pesar de esto, no se ha logrado determinar si estos anticuerpos son los causantes de la fibrosis a nivel de la tiroides. En esta patología los pacientes presentan un  bocio indoloro y duro, esto les provoca manifestaciones como  compresión en la tráquea o en el esófago.

Para poder diagnosticar si un paciente padece de enfermedad de Riedel, es necesario practicar una biopsia. En lo que respecta a su tratamiento, este suele ser una extirpación quirúrgica del tejido que ha sufrido la fibrosis, cuando la enfermedad se encuentra en sus primeras fases el médico recomienda la ingesta de glucocorticoides, metotrexato y tamoxifeno.

Causas

En términos generales la tiroiditis es causada por un ataque del sistema inmune a la glándula tiroides, esto produce inflamación y daño a las células tiroideas. Este ataque del sistema inmune consiste en anticuerpos que se producen en contra de las células tiroideas que se creen que son agentes patógenos. Existen enfermedades autoinmunes como la Diabetes mellitus tipo I y la artritis reumatoidea que podrían llegar a causar la tiroiditis.

Aun se desconoce el por qué algunas personas desarrollan anticuerpos contra la tiroides, lo que se sabe es que existe cierto componente hereditario puesto que es común que en casos donde un miembro de la familia presente esta condición, otros miembros de la misma familia serán propensos a desarrollar esta condición.

Existen otras causas que son poco frecuentes como lo pueden ser las tiroiditis causadas por una infección viral o bien bacteriana, estos agentes causan una inflamación en la glándula produciendo así la tiroiditis. Como mencionamos previamente, existen fármacos que podrían propiciar la tiroiditis.

Síntomas de la tiroiditis

No existe ningún síntoma que sea totalmente exclusivo de la tiroiditis, ahora bien, si bien es cierto que esta enfermedad provoca daños y destrucción a las células tiroideas, no existe un síntoma que pueda determinar que esta sucediendo al situación. Esta destrucción provoca una caída en de los niveles de hormona tiroidea en la sangre, esto provoca hipotiroidismo.

Los síntomas característicos del hipotiroidismo son la fatiga, aumento de peso, estreñimiento,  depresión y poca tolerancia al ejercicio. Estos síntomas se podrían presentar en los pacientes que padecen de tiroiditis de Hashimoto. En el caso de que la tiroiditis se deba a una destrucción rápida de las células de la tiroides, la hormona tiroidea que se almacena en estas células se liberará y tal situación incrementará los niveles de esta hormona en la circulación sanguínea lo que provocará un estado de hipertiroidismo.

Dentro de los síntomas del hipertiroidismo se pueden destacar la ansiedad, insomnio, frecuencia cardíaca rápida y pérdida de peso.  Estos síntomas pueden ser apreciados en pacientes que sufren de una tiroiditis subaguda no dolorosa o bien en una tiroiditis postparto. Existen casos de tiroiditis que se produce una hiperreactividad de la glándula elevando así las concentraciones de la hormona tiroidea en sangre, a esta situación se le conoce como tirotoxicosis.

Si bien es cierto que pueden presentarse una sintomatología similar en el caso de la tiroiditis subaguda no dolorosa o bien en la tiroiditis del post-parto y las tirotoxicosis. Estas dos entidades se diferencian en que en las dos primeras patologías la glándula tiroides deja de producir hormona tiroides mientras que la inflamación continúa. Esta situación conlleva a que los niveles de hormona tiroidea bajen progresivamente desencadenando así un hipotiroidismo.

Cuando se trata de una tiroiditis que cursa con una tirotoxicosis, la inflamación no inhibirá la producción de hormonas tiroideas y estas se mantendrán circulantes en el organismo por lo que la situación de hipertiroidismo se mantendrá en el tiempo.

Diagnóstico y tratamiento

Para poder diagnosticar una tiroiditis existen diversos métodos y todos ellos están orientados a evaluar principalmente la función de la tiroides y el estado de la misma, por otro lado hay otras pruebas diagnósticas que permiten estudiar la presencia de células del sistema inmune que podrían ser las responsables de esta enfermedad. A continuación comentaremos sonbre estas pruebas.

Estudios hormonales

Con este tipo de estudio se busca conocer la función tiroidea, la prueba que se envía con mayor frecuencia es la prueba del T4 libre. Si los resultados de esta prueba son normales, no existe problema en la función tiroidea, en caso de que sean elevados se debe a una hiperfuncionalidad de la glándula y se estos valores están bajos, se debe a lo contrario.

Si los valores del T4 libre se encuentran fuera de lo normal, el médico indicará una prueba de la TSH plasmática. La TSH es la hormona estimulante de la tiroides, es decir, es la hormona que propicia la actividad de la misma. Si los valores de TSH se encuentran elevados, se podría sospechar de un hipotiroidismo.

Cuando se diagnostica a un paciente con tiroiditis, es necesario realizar un seguimiento de la enfermedad, para ello es necesario evaluar conjuntamente los valores de TSH y de T4 libre para así poder monitorear la función tiroidea y prevenir un posible hipotiroidismo.

Estudios inmunológicos

Estos estudios son sumamente importantes en los casos de tiroiditis puesto que permiten determinar la presencia de un fenómeno autoinmunológico como el causante del bocio tiroideo que podría cursar o no con una disfunción tiroidea. En estas pruebas se busca determinar los niveles en sangre de los anticuerpos de tipo antitiroideo que están orientados al ataque de la enzima  tiroperoxidasa. Esta enzima es la encargada de fabricar las hormonas tiroideas.

Existe otra prueba la cual mide los niveles de anticuerpos antitiroglobulina, esta evaluación se indica cuando se sospecha que el paciente padece de Tiroiditis de Hashimoto o bien en aquellos casos en donde se necesite determinar niveles de tiroglobulina sérica. Si el médico sospecha de que existe una tirotoxicosis, este ordenará la prueba de anticuerpos contra el TSH, por lo general esta prueba es indicada en madres que dieron a luz recientemente con el fin de descartar una tiroiditis postparto.

Estudios con radioisótopos

Los estudios en donde se emplean radioisótopos  permiten conocer la capacidad de afinidad de la tiroides por el mismo radioisótopo. Esta prueba permitirá al médico ver la capacidad que tiene la tiroides por fijar el Yodo, en los casos donde haya un defecto en esta glándula se producirán nódulos inflamatorios de hasta 1 cm. Es importante destacar que este estudio no permite conocer la funcionalidad de la tiroides en lo que respecta a la producción de hormonas. Las condiciones en donde se asigna un estudio con radioisótopos son los siguientes:

  • Bocio difuso pero con la particularidad de sospecha de que este haya sido provocado por  tiroiditis subaguda.
  • Nódulos tiroideos sólidos acompañados de una hiperfuncionalidad de la tiroides.
  • Para diagnósticar nódulos tiroideos en caso de que no se pueda realizar un ultrasonido.

Estudios imagenológicos

En lo que respecta a los estudios de imagen de la tiroides estos permitirán ver el estado de la misma y a su vez estudiar la progresión de la inflamación propia de la tiroiditis. Dentro de estas pruebas destacamos el ultrasonido, el rayos X y la tomografía computarizada, a continuación ahondaremos acerca de ellas.

  • Ultrasonido de tiroides: Con este estudio se busca confirmar el diagnóstico de bocio difuso y además permite apreciar nódulos que no pueden ser percibidos a través del tacto.
  • Rayos X simple de cuello y tórax: Es indicado cuando se observa bocio tiroideo y además la sintomatología concuerda con una tiroiditis.
  • Tomografía computarizada y resonancia magnética de cuello y tórax: Son muy útiles para evaluar la magnitud de la inflamación así como también la afectación de esta situación en los tejidos adyacentes a la tiroides.

Biopsia

Este estudio es ordenado por el médico para conocer el origen de la inflamación en la tiroides. Esto quiere decir que permite descartar si se trata de una tiroiditis o bien de un tumor en esta glándula. Es importante mencionar que la biopsia no está indicada en casos de tirotoxicosis. Además del origen de la inflamación, la biopsia de tiroides permite identificar lo siguiente:

  • Lesiones quísticas como adenomas o bocios que sean adenomatosos y que produzcan una degeneración quística.
  • Permite diferenciar entre la tiroiditis linfocitaria, subaguda o de Quervain y la tiroiditis de  Hashimoto.
  • Tumores o lesiones en los folículos tiroideos.

Tratamiento

Así como los síntomas de la tiroiditis van a depender en gran medida del tipo que se padezca, el tratamiento sigue esta misma regla puesto que cada tipo de tiroiditis produce alteraciones diferentes. A continuación comentaremos el tratamiento generalizado a seguir en caso de padecer de una tiroiditis, recuerde que este debe ser recomendado por un médico.

Tirotoxicosis

En estos casos, los fármacos beta bloqueantes son muy útiles para reducir la taquicardia y los temblores propios del hipertiroidismo causado por las tirotoxicosis.  Las dosis de los beta bloqueantes irán disminuyendo a medida que a medida que los síntomas van mejorando hasta llegar a un punto que no es necesario su consumo.

Hipotiroidismo

Cuando el hipotiroidismo es derivado de la tiroiditis de Hashimoto se recomienda iniciar tratamiento con la substitución de la hormona tiroidea.  Este hecho también aplica para aquellas personas que padezcan de tiroiditis subaguda y tiroiditis postparto.  En caso de que el hipotiroidismo sea leve y el paciente no presente síntomas, es probable que el médico no indique tratamiento con sustitución de hormonas tiroideas.

En los casos de tiroiditis subaguda y tiroiditis postparto donde se inicie tratamiento con la sustitución de la hormona tiroidea es necesario que dicho tratamiento sea continuado por 6 a 12 meses y la dosis se debe ir reduciendo para así poder evaluar si es necesario suministrar dicha hormona de forma permanente.

Dolor en la tiroides

Cuando se presenta dolor en esta glándula, se asocia con frecuencia a la tiroiditis subaguda la cual es controlada con fármacos antiinflamatorios como lo son la aspirina o el ibuprofeno. En casos muy particulares el dolor suele ser bastante severo y para ello será necesario el tratamiento con prednisona.

Complicaciones

Las complicaciones que están asociadas a la tiroiditis están vinculadas a la producción de la tiroxina la cual es la hormona que controla el metabolismo en reposo y es producida por esta glándula. Estas complicaciones suelen ser dos, el Hipertiroidismo que se produce cuando la tiroides produce en exceso tiroxina, y el  Hipotiroidismo que se presenta cuando la tiroides no produce suficiente tiroxina.

En el embarazo, los problemas de la tiroides sin un control médico pueden llegar a ser peligrosos tanto para la madre como para el bebé. En lo que respecta a la madre, uno de los principales riesgos que afronta es la preeclampsia, esto consiste en una elevación de la presión arterial mientras se esta en el periodo de gestación.

Cuando se trata de las complicaciones de los bebés, existe un riesgo elevado de nacimiento prematuro en conjunto con un posible retardo mental, problemas en la tiroides y en el peor de los casos traería como consecuencia la muerte. Todas estas situaciones pueden ser revertidas si se emplea un tratamiento apropiado, es importante mencionar que en términos generales las mujeres que presentan problemas en la tiroides llegan a tener bebes sanos.

Es importante que la persona conozca cuales son los síntomas del hipotiroidismo puesto que es más fácil para el médico hacer el diagnóstico y dar un tratamiento más efectivo, entre los síntomas del hipotiroidismo destacamos:

  • Aumento de peso sin explicación.
  • Cansancio.
  • Sentir frío con frecuencia sin necesidad de estar en un ambiente frío.
  • En el caso de las mujeres los períodos menstruales más fuertes.
  • Estreñimiento.
  • Latidos cardíacos lentos.
  • Bocio tiroideo (Inflamación de la tiroides).
  • Pérdida del cabello.
  • Piel seca.

Por otro lado, no se pueden dejar de reconocer los síntomas de Hipertiroidismo, estos son más complejos de reconocer a diferencia del hipotiroidismo sin embargo, un médico especialista en la endocrinología reconocería fácilmente estos síntomas dentro de los cuales mencionamos:

  • Pérdida de peso.
  • Nerviosismo e irritabilidad.
  • Aumento de los latidos cardíacos.
  • Deposiciones más frecuentes.
  • Sentirse calor con mucha frecuencia.
  • Disminución en el flujo menstrual.
  • Engrandecimiento de la tiroides.
  • Picazón de ojos y problemas en la vista.

Recomendaciones

Si una persona presenta problemas de la tiroides, lo primordial es informárselo a su médico puesto que este orientará el mejor tratamiento posible para poder convivir y superar esta enfermedad. En caso de querer embarazarse, es importante que se lo consulte a su médico para que este le indique cuales son los pasos a seguir para lograr el objetivo.

En caso de que la paciente esté embarazada y sospeche de problemas en la tiroides es importante que acuda al médico lo más pronto posible para que le indique el tratamiento a seguir. Es preciso recalcar que muchos de los medicamentos usados para tratar afecciones de la tiroides son seguros durante el embarazo.

En algunos casos de hipotiroidismo se recomienda el tratamiento con yodo radioactivo aunque este suele ser peligroso durante el embarazo y está totalmente contraindicado durante este periodo.

En este artículo pudimos conocer sobre la tiroiditis que no es más que una afección inflamatoria de la tiroides cuyo origen puede ser diversos y sus síntomas dependerán del tipo de tiroiditis que se presente. El tratamiento de esta afección depende de igual manera con el tipo de tiroiditis, por otro lado las complicaciones asociadas a esta patología son el hipertiroidismo y el hipotiroidismo los cuales son imprescindibles de controlar para evitar problemas mayores en la salud. También te pueden interesar los siguientes artículos: