Terapia craneosacral, masajes para tratar diferentes afecciones

La terapia craneosacral es una técnica sutil en la que se emplea un masaje manual con la finalidad de encontrar las zonas en las cuales hay un bloqueo o inmovilidad. En el artículo de hoy, realizaremos un recorrido acerca de este método medicinal.

terapia craneosacral

¿Qué es la terapia craneosacral?

La terapia craneosacral es un método manual y sutil que se emplea para poder restablecer los procesos naturales del curación del cuerpo, así como los de equilibrio. Durante el proceso de esta técnica, el terapeuta es capaz de determinar cuales son las zonas del cuerpo que están bloqueadas y que producen inmovilidad.

En las sesiones de la terapia craneosacral se liberan las tensiones que mantenían el cuerpo contraído, lo que permite que la persona sienta un nivel de relajación superior que le da pie para ponerse en contacto con su yo más profundo, también ofrece el incremento de su vitalidad y emplear los medios de la autocuración.

La curación que se produce a través de esta técnica no solo se alcanza a nivel físico, sino que también interviene en la parte emocional al ayudar a poder identificar los mensajes que el mismo cuerpo intenta transmitir, sobretodo en circunstancias que son agobiantes y producen estrés o ansiedad.

Adicional a esto, el proceso de curación de la terapia craneosacral también contribuye al mejoramiento de síntomas como inflamación, alergias, dolores comunes como las migrañas y jaquecas. En un mismo sentido, la terapia resulta útil en las enfermedades psicosomáticas como neurosis, ansiedad, depresión, y dolores crónicos.

En líneas general se trata de una terapia muy buena y segura que puede ser recibida a cualquier edad, incluyendo bebés, mujeres embarazadas, luego del parto y en personas mayores.

En los primeros meses de vidas las suturas del cráneo aún son muy sensibles por lo que el emplear esta técnica al momento resulta útil para evitar problemas en la motricidad y en la cognición. Asimismo, esta terapia está alcanzando auge dentro de la nueva generación de madres.

Historia

El fundador de la terapia craneosacral fue William Garner Sutherland, un osteópata (médico que manipula el tejido muscular y óseo) de Estados Unidos que durante su carrera se dio cuenta que los huesos del cráneo no se encontraban unidos como se lo habían enseñado en la escuela de medicina, sino que se movían y que dicho movimiento tenía relevancia en la fisiología del cuerpo.

Cabe destacar que uno de sus profesores conocido como el Dr. Still, fundador de la Osteopatía, le había enseñado que: “toda vida es movimiento y, dónde no hay movimiento, o esté restringido, aparece la enfermedad”.

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De esta forma, las enseñanzas dejadas por Sutherland fueron adoptadas más adelantes por el Dr. Rollin Beker y el Dr. James Jelous para así continuar con su desarrollo.

Durante muchos años las enseñanzas acerca de la manipulación craneosacral permanecían para aquellos estudiantes de osteopatía de posgrado o que ya habían culminado el pregrado, mientras que alguna de estas dos situaciones no ocurriera el estudio del tema quedaba en silencio.

En este sentido, fue el Dr. Upledger quien sacó el tema craneosacral del área de la osteopatía y lo propagó entre sus estudiantes y colegas doctores, dándole el nombre de Terapia Craneosacral. Este hecho se hizo con el fin de otorgar diplomas a estudiantes que quisieran especializarse únicamente en esta área de la medicina.

Dicha decisión puso en juego la carrera del doctor y recibió muchas críticas de parte de varios colegas del gremio que aseguraban que esos conocimientos debían permanecer en el campo de la osteopatía. Sin embargo, otros miembros del ámbito también optaron por sacar estos conocimientos del área y enseñarlos como una rama de la carrera de la medicina.

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Dos años después de este acontecimiento, el Dr. Upledger dictó un seminario en donde exponía la teoría del Dr. Sutherland y dio comienzo con algunas técnicas de evaluación y tratamiento, a partir la asociación de sus conocimientos científicos y su destreza táctil.

Con el tiempo el mismo comprendió que un sistema hidráulico podría funcionar dentro de un saco membranoso que se encuentra entre el cráneo y el canal medular. Con esta idea mejoró algunas de las técnicas propuestas por Sutherland con gran éxito.

En el año 1975, se le otorgó la oportunidad de unirse al Colegio de Osteopatía de la Universidad de Michigan Departamento de Biomecánica en el puesto de Profesor e Investigador. Estando al frente de un equipo multi-disciplinario conformado por médicos, anatomistas, psicólogos, biofísicos, bioingenieros etc, empezó a investigar las primeras bases científicas del funcionamiento craneosacral.

El equipo pudo explicar en términos científicos y prácticos la función del sistema Cráneo-Sacral. Luego demostró cómo se podía realizar la evaluación del sistema y tratar diferentes trastornos cerebrales y medulares como también otros innumerables problemas de salud que antes no tenían explicación.

Por otra parte, Sutherland comenzó sus estudios en la Escuela de Osteopatía de Estados Unidos de Norteamérica y fue en aquel lugar en donde vio la inspiración de su carrera al estudiar los huesos de un cráneo desarticulado.

Durante una entrevista al doctor, el mismo alegó sobre este recuerdo lo siguiente: “Biselados como las agallas de un pez para la respiración primaria”. A partir de esta intuición se dedicó al estudio de esta »respiración primaria» solo para descubrir que la misma se trataba del movimiento de un líquido que recorre todo el cuerpo.

De esta manera, Sutherland expuso que el término »respiración primaria» atribuía perfectamente este hecho ya que la misma tenía lugar antes de la respiración pulmonar (siendo esta catalogada como la respiración secundaria). En estudios posteriores realizados sobre la muerte, afirman que esta no ocurre una vez que la respiración pulmonar ha terminado sino cuando ya no ocurre la respiración primaria.

Asimismo, alegaba que las manifestaciones de las pulsaciones era la manera del cuerpo de representar la energía de la vida, término que posteriormente denominó el aliento o respiro de la vida, en el cual todos los seres se encuentran inmersos.

 

Según este término de Sutherland, el respiro de la vida se llena primero de líquido cefalorraquídeo y éste lo representa como una pulsación que va desde el cráneo hasta la parte sacra del cuerpo y luego de regreso.

¿Cuáles son sus beneficios?

El uso de esta técnica como un tipo de medicina alternativa ha demostrado traer consigo excelentes beneficios para la salud de la persona. La misma ayuda aliviar casi toda clase de síntomas tanto en niños como adultas, entre las afecciones que trata podemos mencionar:

  • Problemas congénitos (hereditarios).
  • Problemas en la succión en la respiración en bebés.
  • Alguna lesión en el sistema nervioso, en la parte de la médula espinal o en los pares craneales.
  • Dolores de cabeza, migrañas o jaquecas.
  • Cansancio y ansiedad.
  • Problemas de coordinación motora.
  • Dolores constantes en el cuello y cuerpo.
  • Escoliosis, discopatías, hernia de disco.
  • Bruxismo y disfunciones de la articulación témporo-mandibular (ATM).
  • Problemas en el aprendizaje.
  • Estrés post-traumático y emocional.
  • Autismo y trastornos de la conducta.

La terapia craneosacral se ha recomendado como un tratamiento preventivo, esto se debe a que ayuda a mejorar el sistema inmunológico y aporta mayor energía, calidad de sueño y equilibrio físico y mental.

¿Cómo se realiza la terapia craneosacral?

El ambiente en el cual se desea trabajar esta técnica debe estar en completo silencio, así como debe cumplir con las estrictas normas de higiene y debe ser un lugar que esté bajo techo. La persona debe estar acostada boca arriba sobre una camilla y vestida.

El tiempo de duración de las sesiones son de aproximadamente una hora y por lo general constan de tres a seis sesiones. Sin embargo, esto último tiende a extenderse dependiendo si los dolores que presenta la persona son constantes,

De esta forma, el método se trata de ejercer presión (la mínima posible) en los puntos en donde están las suturas craneales, es decir, los lugares que juntan los huesos del cráneo. El masaje se aplica en estas áreas ya que son los lugares en donde se permite hacer la respiración.

Adicional a esto, la terapia también incluye el sostener o flexibilizar partes como la cabeza, brazo, pierna, etc, puesto que esto contribuye a buscar y a ayudar a aliviar las zonas de tensión en todo el cuerpo de la persona. El trabajo en conjunto de la mente y el cuerpo es lo que hace que se vuelva a establecer el equilibrio cognitivo.

Se requieren de muchas sesiones para poder sentir una mejora. Como ya se ha mencionado, este tipo de masaje se encuentra indicado para muchos trastornos, ya sean físicos (dolores musculares, de cabeza, etc) o de índole psicológicos, como por ejemplo el autismo, sobretodo en caso de niños.

Se debe tener en cuenta que durante la terapia no se tratan al cráneo y al sacro como dos estructuras separadas, a pesar de que ambas partes son importante durante las sesiones, lo que se hace también es trabajar el camino que las unifica a las dos.

Asimismo, el especialista en el masaje craneosacral podrá también escuchar el cuerpo de la persona, saber en donde se encuentran los puntos que impiden el paso de la energía y la respiración. Es por este motivo que durante las sesiones no se emplea la fuerza en los puntos, sino que el terapeuta va dejando que el cuerpo los vaya revelando por sí solo.

La terapia craneosacral es recomendada para todo el mundo, mujeres, hombres, niños, personas mayores y bebés, ya que la misma no ocasiona ningún tipo de complicación. En muchas circunstancias esta técnica se recomienda para mujeres embarazadas durante todo su periodo así como personas que hayan sufrido algún accidente que ocasionó una lesión.

 

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Actualizado el 31 enero, 2022