El Sarampión, una conocida enfermedad urbana muy infecciosa

El sarampión es una enfermedad infantil que se propaga por medio de un virus y se caracteriza principalmente por la aparición de un sarpullido y/o erupciones en la piel de quien la padece. En el artículo de hoy hablaremos acerca de esta enfermedad y todo lo que conlleva.

sarampión

¿Qué es el sarampión?

El sarampión es una enfermedad infecciosa que se da en la población infantil. Durante un tiempo la misma fue muy frecuente, no obstante, gracias al avance médico esta se puede prevenir con la administración de una vacuna.

Esta afección puede ser muy grave e incluso letal para los niños. A pesar que la tasa de mortalidad ha descendido una vez que la vacuna fue aplicada a la mayoría de los infantes, aun esta enfermedad se encuentra matando más de 100.000 personas cada año, siendo la mayor parte niños menores de los cinco años de edad.

A causa de las altas tasas de vacunación que ha habido en Estados Unidos, por más de diez años no se han reportado más casos de esta enfermedad. Sin embargo, desde el año 2000 hasta el 2010 los casos en el país eran aproximadamente 60, esta cifra dio un incremento preocupante alcanzando los 205 casos en los últimos años.

La mayoría de estos casos han sido reportados por personas que se encontraban a las afueras de Estados Unidos y que no habían sido vacunados anteriormente o que no tenían conocimiento de este hecho.

Por otro lado, en España la vacuna para el sarampión fue administrada por primera vez en el año 1978, luego de este hecho los casos en su país fueron cayendo significativamente. A raíz de esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a España como uno de los lugares en donde se está libre de este virus.

No obstante, aunque no se reportó desde ese momento más casos significativos de esta afección, para el año 2018 estos se dispararon nuevamente, alcanzando los 220 casos.

Causas

El virus del sarampión se propaga cuando una persona tiene contacto directo con el individuo afectado, o por el contacto de gotas de mucosa del mismo. Esta transmisión de la enfermedad puede ocurrir en los primeros tres a cinco días antes de la aparición de las manchas en la piel o días después de su presencia.

El virus entra por medio de las células epiteliales que se localizan en la mucosa dentro de las vías respiratorias altas, como la orofaringe. Es muy raro pero también se ha demostrado que la misma puede contraerse por la conjuntiva (membrana mucosa que protege al globo ocular) de los ojos.

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En menos de 48 horas el virus llega a las amígdalas, adenoides, timo, bazo, etc, y al resto de las vías respiratorias altas, en donde se produce la primera etapa de la enfermedad en la cual no se presentan síntomas y que por lo general va acompañada con su presencia en la sangre de la persona infectada.

Luego de una semana se comienza la segunda fase de la enfermedad en donde se ve la infección de la piel y las vías respiratorias. Al llegar al día diez el organismo del individuo afectado empieza a reaccionar en contra del sarampión y produce lo que se conoce como interferón (grupo de proteínas), que disminuye el virus y se dan los inicios de los síntomas de la enfermedad, como las manchas en la piel y la tos.

Una vez que el virus ataca a los linfocitos T el cuerpo libera una serie de sustancias mensajeras como las citoquinas, en particular, interleucina-4, lo que hace que ocurra una debilidad temporal en el sistema inmune de la persona. Durante esta etapa de la enfermedad pueden aparecer otras infecciones secundarias.

El organismo de la persona se defiende del virus por medio de una inmunidad de tipo celular: los linfocitos T citotóxicos y las células asesinas naturales. Los pacientes que padecen de un sistema inmunológico débil tienen una alta probabilidad de sufrir del virus del sarampión.

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No obstante, se ha encontrado que cuando esta debilidad en el sistema inmune tiene lugar en el área humoral o no en la celular, el riesgo de contraer la enfermedad en muy bajo. Luego de que aparecen las primeras erupciones en la piel los anticuerpos del paciente actúan, como el IgM y posteriormente de la clase IgG.

Factores de riesgo

Como ya hemos mencionado, el sarampión es una enfermedad que es altamente contagiosa y que se presenta en la población infantil, la misma posee ciertos factores de riesgo que hacen a la persona más propensa a contraer dicha afección, como por ejemplo:

  • No estar vacunado: Si un individuo nunca ha recibido la vacuna contra esta enfermedad el mismo corre un riesgo mayor de contraerla en cualquier momento.
  • Viajar a diferentes países: Se ha encontrado que el virus del sarampión tiene una mayor frecuencia en los países desarrollados por lo que si se viaja a alguno de estos las probabilidades de infectarse son altas.
  • Tener deficiencia de vitamina A: La vitamina A es necesaria implementarla en todas las dietas ya que ayuda a fortalecer al sistema inmunológico de la persona. Cuando no se cumple con esto el virus tiene un acceso fácil al organismo.

Síntomas del sarampión

Una vez que se ha tenido contacto con el virus del sarampión los síntomas de la enfermedad comienzan a hacerse presentes a los diez a catorce días después de la exposición. Dichos síntomas o signos de la afección por lo general son los siguientes:

  • Fiebre.
  • Tos seca.
  • Congestión nasal.
  • Dolor en la garganta.
  • Inflamación en los ojos.
  • Presencia de manchas blancas en la parte interna de la boca, en las áreas rojas sobre el paladar y en la zona azul del centro. Estas manchas blanquecinas también se conocen como Koplik.
  • Sarpullido conformado por grandes manchas rojas en todo el cuerpo.

De una misma manera, la enfermedad tiene también un periodo de infección que tiene ocurre luego de tres a cuatro semanas. El mismo se divide de la siguiente manera:

  • Infección e incubación: Antes de los diez a catorce días de haber contraído la enfermedad el virus tiene una etapa de incubación en el cuerpo y antes de este lapso no se presentan los síntomas ya mencionados.
  • Signos y síntomas inespecíficos: En esta segunda etapa de la enfermedad el sarampión empieza con una fiebre muy leve a moderada, acompañada con una tos constante y la inflamación de los ojos. Este periodo tiende a durar solo los tres primeros días.
  • Enfermedad aguda y erupción cutánea: La erupción en la piel se basa en la aparición de pequeñas manchas rojas en la que algunas de ellas se encuentran elevadas. Los puntos y los bultos que se sitúan en grupos estrechos le dan a piel un aspecto rojo. El primer lugar en donde la erupción aparece es en la cara, luego de esto en los días siguientes esta se va esparciendo por los brazos y el tronco, y después por los muslos, las piernas y los pies. Asimismo, la fiebre aumenta de manera rápida alcanzando temperaturas entre los 40 y 41 grados Cº. Cuando la enfermedad va cesando, las erupciones en la piel comienzan a irse, primero en el rostro, luego en los brazos y torso y por último, los muslos, piernas y los pies.
  • Período contagioso: Una persona que se encuentre contagiada por la enfermedad puede contagiar los demás en un lapso de ocho días, este periodo empieza los primeros cuatro días antes de la erupción en la piel y finaliza los cuatros días siguientes en que las manchas en el cuerpo se han presentado.

Diagnóstico y tratamiento

Para realizar un diagnostico efectivo del virus del sarampión se debe hacer directamente en la clínica, es decir, evaluando los síntomas presentados por el paciente.

La mejor manera para acertar con el diagnóstico es observar la parte interna de la boca, si en ella hay puntos blanquecinos en las áreas del paladar y las mejillas, entonces se esta en frente a la enfermedad.

Por otro lado, cuando los síntomas no son muy claros para poder confirmar la presencia del virus, lo recomendable es realizar un examen de sangre, dado que se puede determinar si el mismo se encuentra en el torrente sanguíneo.

En un mismo sentido, si el paciente proviene de alguna localidad en donde exista un brote de la enfermedad, el médico debe proceder a realizar lo que se conoce como frotis faríngeo para conocer el análisis molecular del virus (bien sea directamente o por un cultivo). Esta técnica tiene una relevancia importante ya que permite realizar una cadena de transmisión y dar con el origen del virus.

No hay un tratamiento antiviral para la enfermedad del sarampión. En la circunstancia en que se detecte la afección se recurre a la administración  de antitérmicos para controlar la fiebre y antitusígenos para reducir la tos.

Entre las recomendaciones para el tratamiento de la enfermedad, el afectado debe guardar un reposo absoluto y mantenerse hidratado. De una misma manera, el tratamiento por antibióticos solo se aplica cuando existe alguna infección bacteriana.

Complicaciones

Si la enfermedad del sarampión no se trata a tiempo o sino se reciben los mejores cuidados la misma llega a complicarse presentando otras afecciones. Entre estas complicaciones se pueden mencionar:

  • Infección de los oídos: Esta es una de las complicaciones más frecuentes de la enfermedad en la cual los oídos empiezan a doler a causa de una inflamación interna.
  • Bronquitis, laringitis o crup: El virus puede provocar una inflamación del aparato de la voz, es decir, la laringe, así como una hinchazón en las paredes internas en donde ocurre el paso de aire, conocido como los tubos bronquiales.
  • Neumonía: Al igual que la infección en los oídos, la neumonía es una complicación común en esta enfermedad. Los pacientes que padecen de un sistema inmune débil o deficiente son los receptores más propensos a contraer una diversa variedad de esta afección que puede llegar a ser letal.
  • Encefalitis: La encefalitis es una enfermedad en donde ocurre una inflamación del encéfalo en el cerebro. Alrededor de 1 de cada 1000 personas con el virus pueden llegar a contraer esta enfermedad sino recibe un tratamiento adecuado. Asimismo, esta afección puede presentarse luego de haber contraído el sarampión o varios meses después.
  • Problemas en el embarazo: En el caso de que la mujer esté embarazada, es muy importante cuidar que no se contagie con el virus, puesto que el mismo puede acelerar el parto haciendo que el bebé nazca prematuro y que su peso sea bajo.

En consecuencia los casos de muerte por esta enfermedad son de uno por cada mil contagiados. Por otro lado, en los países en desarrollo en donde se presentan cuadros graves de desnutrición, malos controles sanitarios, la tasa de fallecidos es de al menos el 10% y en los casos en donde los pacientes poseen un sistema inmune debilitado el porcentaje aumenta a un 30%.

Una complicación extraña pero que puede suceder es la enfermedad panencefalitis esclerosante subaguda (PEES) la cual solo tiene lugar a causa de este virus. A pesar de que en los países desarrollados esta afección es poco común, la misma se presenta luego de siete años en los casos en donde los pacientes fueron menores de dos años de edad.

Este trastorno ocurre cuando quedan residuos del virus en el torrente sanguíneo y actúan sobre el cerebro de manera lenta. Los síntomas que se presentan son cambios de personalidad, cambios del comportamiento y la memoria, luego conduce a pérdida completa de la visión.

¿Cómo prevenir el sarampión?

Si en caso de que algún miembro tenga esta enfermedad se deben tomar algunas medidas preventivas para evitar que el virus se esparza, las cuales son:

  • Aislamiento: Puesto que esta enfermedad es altamente contagiosa desde cuatro días antes del primer brote en la piel hasta los cuatro días siguiente de este, es preciso que la persona infectada no interactúe con nadie durante ese lapso de tiempo. De una misma manera, las personas que no se encuentren vacunadas contra la afección no se deben acercar a aquel individuo que la posea.
  • Vacunación: Es preciso que las personas que corran el riesgo de contraer este virus hayan sido vacunadas en su totalidad, en caso de que no, se deben colocar la vacuna lo más posible. Esto incluye a cualquier nacido mayor de los seis meses y cualquier individuo que haya naciera en el año 1957 y que no posea sus vacunas al día.

Si por otra parte, ya la persona ha sufrido de la enfermedad, el virus ya no será capaz de infectarla nuevamente puesto que el sistema inmune se ha adaptado a la enfermedad. Lo mismo ocurre con las personas del año 57 que lo padecieron, son inmunes al sarampión.

Para todas las demás personas existe una vacuna que ayuda a evitar el contagio de la enfermedad, la misma es importante por las siguientes razones:

  • Promueve y preserva la inmunidad general: Desde que la vacuna fue lanzada por primera vez los casos de sarampión fueron desapareciendo hasta ser erradicada en todos los Estados Unidos, incluso si aún no hay personas que la recibieron. A este efecto se le conoce como inmunidad colectiva. Sin embargo, es posible que esta misma inmunidad se esté perdiendo, dado que los casos de sarampión están volviendo a presentarse en algunos lugares del país.
  • Prevenir un rebrote de sarampión: Las tasas de vacunación deben permanecer en constante aplicación puesto que una vez que estas decaen, la enfermedad vuelve a surgir. En el año 1998, se hizo a conocer un estudio en donde se relacionaba el Trastorno del Espectro Autista con la vacunación de este virus, tiempo después esta investigación fue desacreditada.

En el Reino Unido que fue el lugar en donde se realizó dicha investigación la tasa de vacunación tuvo el deceso más alto de toda la historia: siendo más del 80% de los niños en el periodo del 2003 al 2004. Luego, para el año 2008 se habían confirmado alrededor de 1400 casos de sarampión Inglaterra y Gales.

Vacunas

Con respecto al proceso de vacunación para prevenir un brote de esta enfermedad, por lo general los doctores administran la primera dosis a los recién nacidos entre los doce y quince meses de edad. Luego de esto, la segunda aplicación se realiza entre los cuatro y seis años. Igualmente se debe tener presente que:

  • Al realizar un viaje al extranjero con un bebé entre los seis y once meses de nacido se debe hablar con el médico para la posibilidad de administrarle la vacuna antes del lapso de tiempo establecido.
  • Si por otra parte, el menor no se vacunó en el periodo pautado es posible que el mismo requiera de una doble dosis con cuatro semanas de diferencia.

En cuanto a la población adulta, es posible que los mismos requieran de la misma, esto se debe a los siguientes motivos:

  • Estos poseen una mayor probabilidad de contraer el virus si viven en residencias comunitarias, viajan al extranjero y no poseen pruebas de inmunidad. Esta prueba consta de un documento en donde se refleje que la persona tiene sus vacunas al día y qué enfermedades ha padecido.
  • Nació en el año 1957 y no recibió la vacunación a su tiempo.

Ha sido todo por el artículo de hoy, esperamos que la información proporcionada le haya sido de gran ayuda. Le hacemos la invitación a leer también: Hernia Crural y Divertículo de Meckel