Todo sobre la rinitis y cuáles son los tipos de esta afección típica

Te invitamos a conocer los detalles de la rinitis,  inflamación e hinchazón generada en la membrana mucosa de las fosas nasales. Por qué sucede, cómo curarla y, mejor aún, cómo prevenirla. Te interesará saberlo.

Rinitis

¿Qué es la rinitis?

La inflamación e hinchazón de la membrana mucosa de las fosas nasales, afección ampliamente conocida como rinitis, es un trastorno que afecta a muchas personas y genera molestias, que puede degenerar en serias complicaciones, si no se toman las debidas previsiones.

Se caracteriza, aparte de la secreción de abundante mucosidad y congestión nasal, por molestias diversas como sensación de piquiña en la garganta y en el paladar, enrojecimiento en los ojos, ojos llorosos, goteo nasal, falta de olfato y estornudos frecuentes.

Son síntomas que la persona padece generalmente durante dos o más días consecutivos y a lo largo de más de una hora la mayoría de los días. En el orzuelo se presenta una situación similar de inflamación.

Esa afección se distingue como alérgica, por ser provocada por alérgenos, sustancias que puede generar reacciones alérgicas, y es la forma más común de rinitis no infecciosa.

Rinitis

En ocasiones se le compara con el asma, no obstante, es propicio acotar que éste último no es igual, aun cuando la rinitis puede ser un indicador de que la persona que la sufre podría tener predisposición a desarrollar más adelante la sintomatología asmática como son la sensación de falta de aire, la tos seca, sibilancias, etc., típicos de una hiperreactividad bronquial.

Los especialistas de la salud advierten que la presencia reiterada de rinitis debe ser motivo de consulta y estudio de la condición de la persona, de manera de tomar las medidas, bien sea preventivas o curativas, a fin de evitar la aparición de asma o, en todo caso, para establecer el tratamiento precoz del mismo.

La más común manifestación en la mayoría de los casos es la congestión nasal, por lo general en las mañanas o al dormir. Situación similar la encontramos en El Divertículo de Meckel.

Con respecto a la recurrencia de la rinitis, el otorrinolaringólogo Félix Parales Zapatero, adscrito a la empresa de salud Colsánitas, ha expresado:

“En la mayoría de los casos los síntomas ceden espontáneamente. Sin embargo, cuando estos aparecen con frecuencia, afectan la calidad de vida de una persona. Es muy importante que si los síntomas persisten, los pacientes consulten con su médico de cabecera o directamente con un especialista en el control de alergias”.

Causas

La rinitis puede ser el resultado de diversos factores, que favorecen su aparición y desarrollo. Por lo general, suele aparecer a causa de un resfriado común o de una alergia estacional.

Rinitis

También señalan los médicos que otras causas pueden ser un ambiente contaminado de polvo, cambios de temperatura y reacciones alérgicas a los pelos de animales como perros y gatos.

Por otra parte, se ha encontrado que es más frecuente en aquellas personas que tienen antecedentes personales y familiares de atopia, que es el cuadro de reacciones alérgicas de carácter hereditario y de frecuencia anormalmente elevada.

Asimismo, puede ser ocasionada por un entorno cargado de humo del tabaco.

Ahora bien, el principal factor que causa la rinitis son los aeroalérgenos, que son esas partículas suspendidas en el aire, capaces de producir alergia al respirarlas.

Podemos mencionar, entre ellas a las más importantes que son los ácaros del polvo, los epitelios de animales de compañía, los pólenes de las plantas y las esporas de los hongos.

Rinitis

Estos aeroalérgenos suelen clasificarse como agentes de interior, exterior y laborales.

  • Los agentes de interior más notorios son los ácaros del polvo doméstico. Se trata de unos parásitos minúsculos que se alojan en los colchones y alfombras de las casas. También se encuentran en la saliva, los epitelios u orina de animales caseros como los gatos, perros, hámsters.
  • Los agentes de exterior se refieren a algunas especies de hongos atmosféricos y pólenes, procedentes sobre todo de las gramíneas, malezas, como la artemisa, la ambrosía y parietaria, y algunos árboles como el olivo, ciprés, plátano de sombra o abedul.
  • Los laborales, que generan la llamada rinitis laboral, se refieren a los que se encuentran en los lugares de trabajo. Por ejemplo, las harinas de cereales de las fábricas de pan, de la industria de alimentos precocinados, de las fábricas de piensos, etc.). También las enzimas proteolíticas que se emplean en las fábricas de detergentes, medicamentos, harinas y las maderas tropicales.

Conjuntivitis alérgica

Esta dolencia se ha vinculado en muchos de sus casos con la rinitis por parte de los especialistas en alergología, en virtud de semejanzas de las semejanzas de sus síntomas. Ello ha dado lugar a la rinoconjutivitis alégica.

Rinitis

Así lo han corroborado los especialistas en esta materia como son  Antonio Valero y Jaime Sánchez, del Hospital Clínico de Barcelona, en su obra Libro de las Enfermedades Alérgicas, que patrocinó la Fundación BBVA, la cual contó con el aval de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.

Al respecto señalan que las manifestaciones de la rinoconjuntivitis se distinguen por el escozor ocular, continuo lagrimeo, congestión nasal, enrojecimiento de los ojos.

Se observa muy a menudo ante la presencia de aeroalérgenos de exterior, tal como polen y moho. La vinculación entre la conjuntivitis y rinitis alérgica es de un 75%.

Incidencia

La rinitis afecta aproximadamente entre un  10 y un 25% de la población mundial, porcentaje que aumenta progresivamente por razones ambientales y genéticas.

Tipos

La rinitis se clasifica en dos grandes tipos: la rinitis alérgica estacional y la rinitis perenne.

Rinitis

Rinitis alérgica estacional

Popularmente conocida como “fiebre del heno”, la cual aparece en temporadas específicas del año, que se ubican en los meses de mayo y junio, en las estaciones entre primavera y otoño, que coinciden con la aparición en el aire de alérgenos, principalmente el polen.

La rinitis alérgica da específicamente en la nariz, pero puede involucrar también los senos paranasales y ojos. Como la rinitis afecta las fosas nasales que son la entrada a la vía respiratoria, es probable que desencadene asma, aun cuando no se sabe exactamente qué factores intervienen para que una persona con rinitis alérgica desarrolle o no asma.

Esta afección alérgica puede aparecer a cualquier edad, aunque lo más frecuente es que se produzca en pacientes con síntomas claros a partir de los 3 años.

Rinitis perenne

Este tipo de rinitis proviene de la presencia en el ambiente de los ácaros del polvo, las esporas del moho, la caspa y pelo de los animales y productos de uso laboral, entre otros.

Rinitis

Dichas partículas se encuentran durante todo el año en el ambiente, por lo que no se percibe mayor variación en su concentración. Tomando en consideración su duración, esta patología se ha clasificado en rinitis alérgica intermitente o persistente.

El primer tipo presenta síntomas por cuatro o menos días a la semana y por un lapso de cuatro o menos semanas de manera reiterativa. En cuanto al tipo persistente, los síntomas duran más de cuatro día por más de cuatro semanas consecutivas.

Síntomas

El tipo estacional o fiebre del heno ocurre con la aparición del polen, el cual comienza a afectar las fosas nasales, así como el paladar y la parte posterior de la garganta. También la persona ve afectados sus ojos por la piquiña que puede ser progresiva o presentarse súbitamente. Los ojos se tornan llorosos, hay estornudos frecuentes y goteo nasal.

Rinitis

Probablemente algunas personas sientan dolor de cabeza, tengan ataques de tos y sofocos. Se le pueden presentar cuadros de irritabilidad y depresión, inapetencia y dificultades para dormir.

Cuando se trata de rinitis acompañada de conjuntivitis, se sentirá escozor ocular y lagrimeo y los ojos se tornarán rojos e hinchados.

La diferencia entre esta afección y un resfriado común es que éste último tiene una duración de 7 a 10 días aunado a una sintomatología de fiebre y malestar general.

Diagnóstico y tratamiento

Esta patología, cuyos síntomas se puede pensar que carecieran de gravedad, lo que ha llevado a confundirla con un simple resfriado, si se mantienen en el tiempo, produce un considerable malestar. Es por ello perentorio que sea tomada con atención, de manera tal de que su cuadro clínico no se complique y degenere en dolencias más severas.

Para ello es indispensable contar con el diagnóstico de un especialista, a partir del cual se formule el debido tratamiento y la pronta sanación del paciente.

Diagnóstico

Para cerciorarse de que se trata de una rinitis alérgica, el médico efectúa pruebas de laboratorio como el test cutáneo, que es muy sencillo. Este consiste en colocar sobre la piel del brazo unas cuantas gotas que contienen una determinada cantidad del alérgeno sospechoso al que podemos ser sensibles.

Se procede a atravesar esas gotas con una mínima lanceta perforando la piel para observar la reacción a los 15-20 minutos. Algunos especialistas agregan el alérgeno en la nariz o en el ojo. Mediante esta técnica se trata de reproducir los síntomas de la reacción que presentamos en otras partes del organismo.

Por lo general, se lleva a cabo este test en los casos en los que hay varias causas involucradas, así como para determinar si es una rinitis de origen laboral.

Por otro lado, se pueden realizar análisis de sangre, que es una forma más precisa de cuantificar y demostrar la presencia de anticuerpos específicos frente a ese alérgeno.

Es posible igualmente efectuar el diagnóstico molecular de la alergia mediante el microarrays de análisis de muestras, complementando el diagnóstico de las pruebas cutáneas y otras técnicas de diagnóstico in vitro.

Rinitis

En algunas ocasiones, se lleva a cabo un procedimiento de sensibilidad de diversas proteínas  en ácaros y mariscos, vegetales y pólenes, o en aves y huevo, etc., a fin de evitar al paciente las molestias de las pruebas cutáneas cuando son muchos los alérgenos a analizar.

Existen también las pruebas de determinación de la IgE sérica total, pruebas de provocación nasal o conjuntival, la radioalergoadsorción (RAST), entre otras, que se pueden efectuar y contribuyen a lograr resultados precisos.

Tratamientos

En general para tratar la rinitis alérgica de manera integral, se pueden seguir los pasos a continuación:

  • Evitar el alérgeno sospechoso, para lo cual se sugiere al paciente obtener conocimiento sobre dicho alérgeno.
  • Consultar con el especialista de salud el tratamiento farmacológico sintomático.
  • Aplicar la inmunoterapia específica, que consiste en tomar periódica de un extracto al que el paciente es alérgico, durante un tiempo de 3 a 5 años, de manera que se disminuye el grado de los síntomas que padece el paciente.

Una vez que se haya identificado mediante el diagnóstico realizado el alérgeno específico, el tratamiento que debe seguir el paciente es, primordialmente, evitar tener contacto con dicho alérgeno.

Por ejemplo si se trata de los ácaros en el ámbito doméstico, aplicar medidas preventivas como uso de fundas especiales en colchones, lavar la ropa y la lencería a 60ºC, eliminar las alfombras de la casa.

Sin embargo, en ocasiones son muchos los alérgenos causantes de rinitis en una persona, quien no podrá tener control sobre todos, será pertinente acudir a los medicamentos, en especial cuando no es conocida cabalmente la causa de la rinitis.

El tratamiento con fármacos se debe ajustar a los síntomas y al nivel de gravedad de los mismos. Los más usuales en la actualidad son los fármacos tópicos y los orales.

Los tópicos permiten atacar en forma eficaz y particular el órgano afectado. Se recetan en estos casos antihistamínicos, descongestionantes y los corticoides intranasales, que han probado ser efectivos con la rinitis alérgica.

Para la aplicación de la medicación oral, se prescriben antihistamínicos orales y corticoides intranasales, que controlan la congestión nasal.

Los profesionales de la salud recomiendan emplear, siempre que sea posible, antihistamínicos de segunda generación, puesto que se ha evidenciado que producen menos efectos secundarios.

Es factible también aplicar la inmunoterapia específica que en muchos casos es el único tratamiento con el cual se ha detectado que cambia el curso de la enfermedad. Se trata de un tratamiento cuya duración es de 3 a 5 años.

Con referencia al tratamiento en niños, se puede utilizar los mismos medicamentos en dosis adecuadas a la edad del infante, considerando que, en el caso de la inmunoterapia, ésta se administra normalmente a partir de los 5 años.

Rinitis

Rinitis y embarazo

Durante el período de gestación es muy probable que se agraven los síntomas de la rinitis, por lo que se debe contar con la evaluación constante por parte del obstetra tratante, pues podría ocurrir incluso la obstrucción nasal.

En cuanto al tratamiento a seguir, los médicos advierten sobre el cuidado que se debe tener en cuanto a la administración de los antihistamínicos, ya que se sabe que éstos pueden afectar al feto. En tal sentido, recomiendan solo prescribirlos en caso de mucha necesidad.

Con respecto a los antiinflamatorios corticoides tópicos y cromonas, éstos no están contraindicados, por lo que la embarazada los puede consumir en sus dosis habituales.

No sucede lo mismo con los anticolinérgicos, los cuales no son recomendados sobre todo durante los tres primeros meses de gestación, puesto que se trata de sustancias, naturales o sintetizadas, que actúan sobre la actividad del sistema nervioso central y periférico y no se puede predecir sus efectos.

Factores de riesgo

Esta patología se deriva de la interacción de los genes y el entorno en el que se moviliza la persona. Ello produce factores de riesgo de la rinitis que hay que considerar:

  • Está comprobada la factibilidad de contraer rinitis en zonas con mucho tráfico vehicular, ya que el alto índice de contaminación por las emisiones de los carros contribuye al desarrollo de la patología.
  • Es muy probable que los hijos de padres que son alérgicos desarrollen la afección.
  • Los expertos hablan de la teoría que señala que las infecciones y el contacto antihigiénico podría ayudar a crear anticuerpos que permitirían desarrollar la debida protección frente a la alergia. Ellos la han llamado “hipótesis de la higiene”.

Los profesionales de la salud, como parte de sus investigaciones para alcanzar mejoras en los diagnósticos y en los tratamientos para favorecer a los pacientes, se dan a la tarea de analizar periódicamente los factores que se les van presentando en cada caso clínico, lo cual les permite efectuar los ajustes pertinentes en la medicación y en la instrumentación que emplean en los evaluaciones médicas.

Rinitis

Resfriado común y rinitis

A menudo se tiende a confundir la sintomatología de la rinitis con la del resfriado simple, lo cual puede ser un craso error que muy bien puede conllevar a tratamientos inapropiados.

Por tal motivo, los especialistas insisten en destacar de manera muy concreta y precisa la diferencia entre ambas patologías, a fin de prevenir se generen complicaciones como la del asma.

En primer lugar, la rinitis alérgica es, como ya se ha señalado, una inflamación de la mucosa de las fosas nasales por una causa alérgica. El resfriado, en cambio, es una infección de la mucosa nasal y de la faringe, por lo general de naturaleza vírica.

Algunos de los síntomas suelen ser comunes, por lo que resulta difícil diferenciarlos. En el resfriado se puede presentar un cuadro febril y la sintomatología puede durar alrededor de una semana. Además, ésta es constante durante todo el día. En la rinitis alérgica, sin embargo, no se presenta fiebre y sus síntomas varían durante el día y tiene un mayor período de duración.

¿Cómo prevenir la rinitis?

La primera medida que todo médico recomienda a sus pacientes para prevenir la rinitis es evitar tener contacto con el polen. Por ello, a continuación, las recomendaciones más importantes a implementar al respecto:

  • En temporada de generación de polen, evitar exponerse al mismo en las horas del día donde las acumulaciones de polen son más altas. Se destacan especialmente las horas de la mañana.
  • No realizar actividades al aire libre, cuando estén floreciendo árboles, flores y moho.
  • Procurar no realizar salidas al campo o pasar cerca de parques y zonas verdes.
  • En caso de requerir viajar en vehículo, no abrir las ventanas.
  • Evitar usar bicicleta o moto.
  • No realizar actividades al aire libre los días calurosos de verano.
  • Usar lentes de sol, cuando esté en la calle.
  • Mantener cerradas las ventanas de la casa para prevenir que entre el polen. Si se desea ventilar las habitaciones, se sugiere hacerlo en la primera hora de la mañana.

Otras recomendaciones importantes a tomar en cuenta en la prevención de la rinitis son:

  • En caso de que el paciente tenga mascotas que suelten pelo, se deberá aspirar con más frecuencia la casa y no permitir que las mascotas tengan contacto con alfombras y cortinas y no deben estar en los dormitorios.
  • Aseo estricto en los muebles de la casa  ubicados tanto en la habitación como en las áreas sociales, pues tienden acumular ácaros que intensifican la aparición de los síntomas alérgicos.
  • Utilizar la ropa adecuada según el clima. Si se trata en específico de climas fríos, usar bufandas, chaquetas o sacos que protejan de las bajas temperaturas. Como sabemos, los climas fríos y lluviosos tienen una mayor circulación de virus.
  • Limpiar regularmente los filtros de los aparatos de aire acondicionado.
  • No guardar objetos que pueden acumular polvo, tales como cortinas, alfombras, peluches y documentos archivados por mucho tiempo sobre todo en los dormitorios.
  • Evitar estar en el mismo recinto donde hay personas que fuman, pues el humo irrita los pulmones y dificulta el flujo respiratorio.
  • No automedicarse. La orientación médica es importante, a fin de evitar tener efectos adversos en la salud.