La Linfadenitis mesentérica,dolorosa afección del mesenterio

La Linfadenitis mesentérica es una patología que se desarrolla en los ganglios linfáticos que se ubican en el tejido mesentérico de los intestinos causando la inflamación de estos. Es causada por una infección viral o bacterial intestinal, es una patología que mayormente se presenta en infantes. Si quiere conocer más sobre la Linfadenitis mesentérica, continúe la lectura de este artículo.

LINFADENITIS MESENTÉRICA

¿Qué es la linfadenitis mesentérica?

La linfadenitis mesentérica es una patología que afecta a los ganglios linfáticos, los cuales al ser atacados sufren una inflamación. Los ganglios linfáticos son una estructura que forma parte importante de nuestro sistema inmunitario. Tienen como función filtrar las sustancias que se desplazan a través del líquido linfático. Por lo tanto, ayudan a nuestro organismo a combatir infecciones y enfermedades.

El cuerpo humano esta conformado por cientos de ganglios linfáticos, los cuales se encuentran distribuidos por todo el cuerpo, sin embargo, hay zonas del cuerpo en donde se localizan como en forma de racimos, estas zonas de los cuerpos son: el cuello, debajo del brazo a nivel de la axila, en el pecho, el abdomen y la ingle.

Como podemos inferir con base en la función de los ganglios linfáticos, que cuando estos son afectados, nuestro sistema inmunitario también se resentirá, por lo que estamos vulnerables a contraer cualquier tipo de infección y desarrollar otra enfermedad.

La linfadenitis mesentérica es la afección de la membrana que conecta el intestino con la pared abdominal, llamada también mesenterio, en donde se encuentran los ganglios linfáticos, por lo tanto, al ser afectada la membrana se produce una respuesta inflamatoria de los ganglios linfáticos que se encuentran ubicados en ella, reduciendo su funcionalidad y es lo que se conoce como linfadenitis mesentérica.

Adenitis es el término médico utilizado para referirse a la inflamación de un ganglio, por lo tanto, de la unión de linfático y el nombre de la afección inflamatoria de la estructura, surge el término médico de la patología “linfadenitis”. Mientras que el nombre de “mensenterica” surge de la localización en la que ocurre la afección, como señalamos está inflamación se produce en los ganglios intestinales o ubicados en el  mesenterio del abdomen.

Es una patología que usualmente suele ser muy dolorosa, en ocasiones puede hacer pensar que se trata de una apendicitis o de una invaginación intestinal, esta última es la fusión de una parte del intestino que se mete adentro de otra parte del intestino.No obstante, existe una gran diferencia médica entre las enfermedades señaladas y la linfadenitis mesentérica, esta última rara vez es grave y generalmente desaparece por sí sola, no obstante, es muy dolorosa.

Sin embargo, debido al papel que desempeñan los ganglios linfáticos, como parte de nuestro sistema  inmunológico, involucrados en la absorción de las bacterias y toxinas del cuerpo, es importante diagnosticarla y atenderla oportunamente, ya que se afecta la respuesta de nuestro sistema inmunitario. La afección de los ganglios linfáticos puede producir deshidratación y pérdida de minerales, entre ellos el sodio. Aunque es muy poco frecuente que durante la linfadenitis mesentérica se desarrolle también un cuadro séptico por la infección grave de la sangre o el desarrollo de un absceso en los intestinos, estas afecciones no pueden ser descartadas.

Síntomas

La linfadenitis mesentérica se hace presente en los niños y en adolescentes con edad menor a los 15 años en la mayoría de los casos, con base en los síntomas referidos por los pacientes, la linfadenitis mesentérica produce un fuerte y agudo dolor abdominal, que se localiza en el área inferior derecha del abdomen y en ocasiones con dolor radial que se identifica alrededor del ombligo.

Hay pacientes que se indican que el dolor es permanente y agudo, mientras que hay otros pacientes que refieren un dolor abdominal  intermitente, por lo que se identifica variabilidad sintomática. Otros síntomas que pueden acompañar el desarrollo de una linfadenitis mesentérica, es la presencia de un malestar corporal general, nauseas, vómitos y el desarrollo de estado febril.

Por supuesto al tratarse de una enfermedad que involucra a los ganglios linfáticos ubicados en las membranas intestinales, los pacientes pueden mostrar sensibilidad abdominal general al tacto, provocada por la inflamación de los ganglios linfáticos. Otro de los síntomas referidos es la presencia de cuadros diarreicos, por lo que no se pueden descartar pacientes con cuadros de deshidratación.

Causas de la linfadenitis mesentérica

Es importante conocer un poco sobre el tejido en donde se desarrolla la enfermedad, el  mesenterio es una estructura que presenta una forma de abanico y conecta el intestino delgado a la pared posterior del abdomen. El mismo está conformado por dos pliegues del peritoneo, entre las cuales vamos a encontrar  vasos sanguíneos, vasos linfáticos, grasa y por supuesto los ganglios.

Como indicamos la linfadenitis mesentérica es una inflamación de los ganglios linfáticos. La patología se presenta en la mayoría de los casos en niños con edades comprendidas entre los 5 y los 12 años. En el desarrollo de los niños se produce de manera normal un crecimiento del tejido ganglionar linfático, dado por la inflamación folicular de los ganglios, por lo que es normal que a esta edad, se puedan palpar ganglios en el área del cuello e incluso en una ecografía pueden reconocerse ganglios mesentéricos agrandados.

Las causas de la linfadenitis mesentérica,  son inespecíficas en muchos de los casos, sin embargo, es frecuente encontrar asociado al desarrollo de la enfermedad la presencia de adenovirus. Estos son virus no encapsulados que pueden provocar infecciones en las vías respiratorias, por lo que es posible que después de un cuadro respiratorio, se pueden generar síntomas de gastroenteritis o dolor abdominal por inflamación de los ganglios del mesenterio.

LINFADENITIS MESENTÉRICA

Otra de las causas frecuentes que intervienen en el desarrollo de la linfadenitis mesentérica, es la presencia de individuos de Campilobacter. Se trata de una bacteria que con más frecuencia produce diarrea y dolor abdominal. La presencia de Salmonella enteritidis y Yersinia enterocólica, son también promotoras de procesos como la gastroenteritis aguda y crónica en los infantes y escolares y por supuesto está relacionada con la Linfadenitis mesentérica.

Hay casos en los que se hacen presentes también en niños mayores y adultos. Estas bacterias provocan el desarrollo de la enfermedad debido a que invaden la mucosa del íleon que es la sección final del intestino delgado y del ciego que es la primera porción del intestino grueso.

Se produce en consecuencia la inflamación de los ganglios linfáticos, incluso se pueden desarrollar úlceras neuróticas. Es importante resaltar que una vez que se hace presente este cuadro, se hace muy difícil no confundirlo con una apendicitis aguda. Como podemos observar la causa habitual para el desarrollo de la patología que nos ocupa, es la presencia de una infección intestinal viral.

Diagnóstico y tratamiento

Para realizar el diagnóstico es necesario que el médico tratante conozca la historia médica del niño, así como la historia médica de la familia. Es muy frecuente que luego de conocer los síntomas que propician la visita clínica, el médico tratante realice una exploración física del niño. En la mayoría de las ocasiones es muy complicado cuando los pacientes refieren el dolor abdominal, diferenciar el dolor de la linfadenitis mesentérica del de otras patologías como la apendicitis aguda.

LINFADENITIS MESENTÉRICA

Cuando se presenta este caso, lo más probable es que el médico realice una exploración ecográfica del abdomen, en ella podrán ser identificados los ganglios linfáticos abdominales inflamados, lo que permite al médico diagnosticar la patología. La mayoría de las veces después de esa evaluación ecográfica no se necesita ninguna prueba complementaria.

Si los síntomas no se hacen evidentes el médico tratante preguntará detalles de la historia clínica y mandará a realizar alguna pruebas de laboratorio, en las que son incluidas los análisis de sangre , ya que a partir de los resultados que se obtienen, puede ser determinada la presencia de una infección y además identificar el tipo de infección que se desarrolla en el paciente.

Estos exámenes serán complementados con análisis coprológico o de heces, la intención es identificar la presencia de bacterias, parásitos o virus que puedan haber derivado la linfadenitis mesentérica. Con su identificación el tratamiento será preciso, para el control y erradicación de las mismas.

Si el equipo de ecografía no permite identificar el agrandamiento de los ganglios linfáticos, debido a la resolución del propio equipo, pero el médico sospecha del desarrollo de una linfadenitis mesentérica, es muy probable que solicite realizar una tomografía computarizada del abdomen del paciente.

En la mayoría de los casos de linfadenitis mesentérica, que son diagnosticados como leves y son provocados por un virus, suelen desaparecer por sí solos. A pesar de ello, la recuperación puede llevar más de 4 semanas.

El tratamiento asociado a este tipo de patología suele ser dirigido a controlar los episodios de fiebre y de dolor abdominal. Generalmente se les receta la ingesta de Paracetamol  o de Ibuprofeno. Dentro del tratamiento es posible que sea recetado el uso de aspirinas, sin embargo, es muy importante que se informe al médico si el niño ha tenido en un periodo menos a dos meses el padecimiento de gripe o varicela.

La ingesta de aspirinas con cuadros previos como los anteriormente señalados son contraproducentes debido a que los niños pueden desarrollar una patología conocida como síndrome de Reye. Este síndrome se trata de un daño cerebral agudo, acompañado con problemas  asociados con la actividad hepática. En realidad el mismo no tiene una causa conocida. Los primeros síntomas que se presentan son diarrea, ritmo cardíaco acelerado, vómitos y mucha fatiga.

Los síntomas como la confusión, las convulsiones y la pérdida del conocimiento requieren tratamiento médico inmediato. Este síndrome puede llevar a la muerte del niño. Si el médico tratante incluye aspirina en el tratamiento, por favor manténgase atento, el compuesto activo de la aspirina es ácido acetilsalicílico. En caso de que los exámenes hematológicos muestren la presencia de una infección bacteriana, es muy posible que el tratamiento incluya la ingesta de antibióticos.

Existen acciones preventivas que nos pueden ayudar a evitar que nuestros niños llegue a presentar linfadenitis mesentérica. Dentro de lo que podemos hacer, es siempre enseñar y estar pendiente del aseo de las manos de los niños y la nuestra. El lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño, luego de cambiarle el pañal al niño, antes de comer y antes de preparar los alimentos, contribuirá en minimizar las probabilidades de desarrollar la enfermedad.

También es importante si tenemos una congestión gripal, prevenir sea trasmitida a los niños, para ello, al momento de estornudar debemos cubrir el área de la nariz y boca, preferiblemente con un pañuelo, en caso de no tener un pañuelo, debemos cubrir nuestra boca y nariz con la parte interna de nuestro brazo, no con las manos.

Al momento de cocinar los alimentos debemos ser sumamente cuidados de cocinar a termino las carnes. Es muy conveniente incorporar como utensilio de cocina un termómetro para la carne, esto nos garantizará que estamos cocinado a la temperatura adecuada, que permite la eliminación de las bacterias. Se debe evitar ingerir carnes crudas.

Es importante resaltar la necesidad de consumir agua potabilizada. El agua es uno de los medios por lo cuales se trasmite con mayor facilidad las bacterias que se asocian al desarrollo de la linfadenitis mesentérica. Por ello, es preferible que si dudamos de la calidad del agua que consumimos, la misma sea hervida. Evite consumir agua directamente de cuerpos de agua como lagos y ríos.

Si es consumidor de leche procesada, seleccione la leche pasteurizada, evite el consumo de leche cruda. En caso que su estilo de vida y zona donde vive solo se adquiera leche cruda, lo más recomendable es que la misma pase por el proceso de hervor, antes del consumo.

La finalidad de hervir la leche es eliminar las bacterias  que de manera natural forman parte de la leche. Como podemos observar es posible evitar la patología incorporando a nuestros hábitos de vida pequeñas acciones que disminuirán la probabilidad de desarrollar la linfadenitis mesentérica.

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