¿Qué es la Leptospirosis o Enfermedad de Weil?

Muchas de las infecciones que afectan a los humanos son a causa de bacterias, estas suelen adaptarse bien a los humanos debido a que en ellos encuentran condiciones de vida favorables para su desarrollo. En este artículo hablaremos sobre la Leptospirosis una enfermedad bacteriana que afecta a la salud.

leptospirosis

¿Qué es la leptospirosis?

La leptospirosis o bien conocida popularmente como enfermedad de Weil  se define como una enfermedad bacteriana de carácter zoonótico. Cuando hablamos de enfermedad zoonótica, nos referimos a que son enfermedades propias de los animales que se transmiten a los humanos de forma accidental.

Esta enfermedad se caracteriza por presentar un cuadro febril producida por la bacteria denominada Leptospira interrogans que pertenece a la familia Leptospiraceae. Esta bacteria afecta a una gran cantidad de animales dentro de los que destacan mamíferos, anfibios, reptiles e incluso aves y además ha llegado a afectar a los humanos.

Los síntomas que se presentan en la leptospirosis son fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, articulares y óseos, ictericia (color amarillento de los ojos), insuficiencia renal y en el peor de los casos se presentan hemorragias. Esta enfermedad tiene la característica de presentarse principalmente en épocas de lluvias e inundaciones.

La bacteria causante de la leptospirosis fue observada por primera vez en el año 1907 en una autopsia de tejido renal. Como habíamos mencionado, esta es una zoonosis la cual tienen a padecer animales tanto domésticos como silvestres y suele ir desde una infección leve hasta una enfermedad potencialmente mortal.

En el caso de infecciones por L. interrogans en humanos suelen aparecer porque este entro en contacto directo con orina o bien tejidos de animales infectados, incluso se han descrito casos de infecciones indirectas por entrar en contacto con agua o tierras que este contaminadas por esta bacteria.

Esta bacteria suele ingresar al humano por la piel que tenga lesiones abiertas o bien por las mucosas que estén más expuestas al exterior como son los ojos, la nariz y la boca. La leptopirosis puede padecerse a cualquier edad aunque se considera como una enfermedad profesional de granjeros y trabajadores del aseo. Por lo general los casos de leptospirosis son incidentales puesto que quien se contagia suele ser por nadar en aguas contaminadas.

Otras fuentes que son frecuentes de leptospirosis son los perros y las ratas así como también los lugares que están contaminados con la orina de este roedor.  Esta enfermedad es considerada como un importante de salud publica por su gran capacidad de afectación del riñón. En países que se encuentren fuera de los trópicos, los casos de esta patología suelen ser estacionales y la mayor cantidad de casos ocurre durante la primavera y el verano.

Causas

El agente causal de esta enfermedad es una bacteria cuyo nombre es Leptospira interrogans, esta es una bacteria aerobia, es decir, que sobrevive en ambientes donde no existe aire. La L. interrogans se caracteriza por poseer varios serotipos los cuales pueden ser diferenciados por pruebas de aglutinación las cuales son un tipo de pruebas sanguíneas.

Leptospirosis

En términos generales el serotipo principal de esta bacteria es el que infecta a los animales domésticos y que no se transmite al hombre, para esta clase de bacteria existe una vacuna. En lo que respecta a los diferentes serotipos de Leptospira estos podrían causar diversos tipos de enfermedades dentro de los que destacan la fiebre del cieno, síndrome de Fort Bragg, enfermedad de Weil, entre otras.

Es frecuente que esta bacteria se encuentre en aguas dulces que se encuentren contaminadas con la orina de animales infectados, siendo esta la causa más frecuente de transmisión de esta enfermedad. Otra forma frecuente es el contacto directo con la piel de animales infectados, sin embargo por este mecanismo es difícil ya que se necesita una zona de la piel lesionada para que la bacteria pueda ingresar.

Es importante destacar que la leptospirosis no es una enfermedad que pueda propagarse de persona a persona, a pesar de ello, existen casos de transmisión entre humanos pero son muy poco frecuentes.

Factores de riesgo

Hay condiciones que propician una mayor probabilidad de afectación de leptospirosis, en términos generales padecer esta enfermedad dependerá en gran medida de los lugares en donde desarrollemos nuestras actividades. A continuación comentaremos los factores de riesgo más frecuentes para padecer de esta enfermedad.

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  • Trabajo: Aquellos que son agricultores, granjeros, veterinarios, leñadores o bien aquellas personas que trabajan en el alcantarillado son más propensos a padecer de leptospirosis.
  • Actividades recreativas: Las personas que nadan en aguas dulces, realizan canotaje o kayak tienen una mayor probabilidad de enfermarse por esta bacteria.
  • Contacto con animales: El hecho de tener mascotas o ganado doméstico podría hacer propensos a las personas a padecer de leptospirosis.
  • Higiene deficiente: Si los sistemas de recolección de lluvias están mal lavados o bien, existen roedores en el hogar, las probabilidades de contagio son mayores.

Síntomas

Primeramente debemos destacar que el período de incubación de la L. interrogans es de 7 a 12 días. Durante esta primera fase se aprecian síntomas que pueden llegar a ser confundidos con una gripe común. Luego la leptospirosis tiene un curso clínico similar al de enfermedades tropicales como lo son el dengue, la malaria o la fiebre amarilla, en esta fase se puede apreciar la fiebre, dolor de cabeza y dolor muscular. Este conjunto de síntomas hace que sea una enfermedad difícil de diagnosticar y por ende difícil de tratar.

Cuando culmina esta fase de síntomas difusos, se presenta un periodo de tiempo sin síntomas para así iniciar la fase en donde se hace más grave la enfermedad. En este momento, la afectación de la bacteria en el organismo va a depender de la serología del mismo, en términos generales podemos destacar síntomas como irritación de la conjuntiva, rigidez en la nuca, insuficiencia renal e ictericia.

A continuación de estos síntomas, empeora el cuadro y se puede hacer letal puesto que se pueden presentar las hemorragias a nivel intestinal o bien a nivel pulmonar así como también arritmias y una consecuente insuficiencia cardíaca.

Leptospirosis

El curso de los síntomas puede durar entre tres o más semanas todo esto dependerá de la gravedad. La mayor parte de los que se infectan de leptospirosis  presentan solo la primera fase acompañándose de una que otra molestia leve. Cuando la segunda fase de síntomas llega, esta puede ser grave que debe ser tratada lo más rápido posible, de no lograrlo, podría provocar una recuperación lenta o en el más raro de los casos la muerte.

Fases de la leptospirosis

La leptospirosis puede estudiarse de mejor manera si se divide en fases, en primera instancia se aprecia la fase septicémica que es donde la bacteria se encuentra circulante en el organismo. En este período la persona presenta cefaleas, dolor muscular intenso, escalofríos productos de la fiebre y tos. Esta fase tiene una duración de 4 a 9 días en donde la fiebre y los escalofríos son recurrentes, una vez finalizada esta fase la temperatura disminuye.

La segunda fase se le conoce también como fase de inmunidad, esta se presenta una vez acabada la primera fase. Aquí se aprecian anticuerpos circulantes en la sangre los cuales combatieron a la bacteria circulante en la sangre.  La fiebre y los síntomas de la primera fase cesan y podría aparecer una meningitis leve.

Si la enfermedad no es erradicada por el sistema inmune en la segunda fase, se presentaría  la enfermedad de Weil. Este sería una forma más grave de la leptospirosis que se caracteriza por la ictericia y otros síntomas como azoemia (niveles elevados de nitrógeno en sangre), anemia y fiebre constante. Con el avance de esta enfermedad se pueden desarrollar manifestaciones hemorrágicas que pueden llegar a progresar hasta hemorragias suprarrenales y del sistema digestivo.

Entre los días tres y seis de la enfermedad de Weil pueden apreciarse síntomas hepáticos  renales. Dentro de los hepáticos destacamos principalmente la ictericia, mientras que en los renales destacamos la azoemia, proteinuria (excreción de proteínas en la orina), hematuria (excreción de sangre en la orina). Cuando se presenta la ictericia, la tasa de mortalidad suele ser entre el 5 a 10% y esta se eleva si el paciente posee más de 60 años.

Leptospirosis en animales

Los animales suelen responder de una manera más efectiva a la enfermedad puesto que tienen la capacidad de generar una respuesta inmune efectiva ante esta bacteria. Un gran porcentaje de ellos sobrevive a la enfermedad pero en caso tal de que la respuesta inmune no sea la mejor, podrían desarrollar problemas renales y hepáticos de carácter crónico. La leptospirosis puede darse en cualquier animal y no siempre produce síntomas.

En este caso, la infección suele ser aguda y en general los síntomas que se pueden apreciar en los animales son la falta de apetito, fiebre, vómitos y en el peor de los casos hemorragias que podrían llevar a la muerte. Si la respuesta inmune no es efectiva, los animales pueden sufrir de alteraciones hepáticas y renales.

Diagnóstico y tratamiento

Para poder diagnosticar la leptospirosis, es necesario de hacer un análisis clínico de los síntomas, una prueba bacteriológica, molecular y serológica para determinar con que bacteria se está tratando.  En lo que respecta al aspecto clínico, la leptospirosis presenta varias manifestaciones que dependen de la bacteria y de la edad del paciente.

Análisis bacteriológico

Por su lado, el diagnóstico bacteriológico busca detectar al agente etiológico, con las pruebas moleculares y serológicas se busca detectar el ADN del microorganismo y la presencia de anticuerpos contra este agente patógeno respectivamente.

Las pruebas bacteriológicas identifican al microorganismo por diversos métodos, entre ellos destaca la observación en microscopio, el aislamiento de la bacteria en cultivos especiales, la inoculación en animales de prueba y la  inmunofluorescencia directa.

Pruebas moleculares

En lo que respecta al diagnóstico molecular, este es útil para detectar la bacteria sobre todo en materiales que estén contaminados o que en ese momento sea difícil de aislar en un laboratorio, incluso es aplicable cuando las bacterias recolectadas en la muestras no pueden ser cultivadas.

La prueba molecular más común es la de PCR (Reacción de cadena polimerasa), en esta prueba se busca identificar el ADN de forma específica. La PCR se caracteriza por poseer una elevada sensibilidad y se puede realizar en un corto período de tiempo, entre otras ventajas destacan los diagnósticos rápidos sobretodo en la fase inicial de la leptospirosis.

Pruebas serológicas

Cuando hablamos del diagnóstico serológico este suele ser el más solicitado en casos donde se sospecha la infección por leptospiras.  Estos consisten en una muestra de sangre en donde se busca analizar la respuesta inmune del organismo ante la bacteria.

El método de screening es práctico, económicos y se trata de una prueba que busca detectar anticuerpos durante la fase inicial de la leptospirosis. Por otro lado, esta prueba posee la desventaja de que no permite determinar qué clase de bacteria está afectando a la persona, ni miden las características de los anticuerpos, sólo puede medir su presencia en la sangre.

La prueba de aglutinación microscópica (MAT) es la prueba serológica considerada como el estándar de oro para el diagnóstico de la leptospirosis. A pesar de ello, es difícil de aplicar puesto que se necesita de un personal entrenado que se encargue de realizar la prueba y a su vez de revisar cual es el antígeno a determinar. Una gran ventaja es que la prueba de aglutinación microscópia puede ser aplicada a distintas muestras como pueden ser sangre, orina, líquido cefalorraquídeo, entre otros aunque la muestra por elección será casi siempre la sangre.

Tratamiento

El tratamiento por elección para la leptospirosis son los antibióticos, entre ellos destaca la penicilina o las tetraciclinas, por lo general los médicos recomiendan la doxiciclina por vía oral por un período de 7 días. Además de los antibióticos, se hace necesario un tratamiento para los síntomas para aliviar el malestar en la persona, en casos donde exista hemorragias se recomienda el control de las mismas en conjunto con los antibióticos.

Cuando se toca el tema del inicio del tratamiento este suele ser controversial puesto que no existen estudios concluyentes en el inicio de este. Por lo general se busca aplicarlo lo más temprano posible, es decir, durante los primeros cuatro días de la infección y el fármaco a elegir es la penicilina. Lo controversial es que los pacientes suelen llegar a la sala de emergencias cuando tienen al menos una semana con los síntomas o están en la fase dos de la enfermedad por lo que es difícil aplicar el tratamiento al día cuatro.

Por otro lado, la Tetraciclina y la penicilina G son fármacos usados habitualmente aunque estudios han determinado que la penicilina G no es tan efectiva para combatir la leptospirosis por lo que se recomienda suministrar doxiciclina en vez de este. Si se sospecha de un caso de leptospirosis se debe iniciar el tratamiento sin dudar puesto que el avance de la misma puede traer consecuencias graves para el paciente.

Es importante mencionar que la doxiciclina es el fármaco por excelencia en aquellos pacientes que son alérgicos a la penicilina, también es recomendado en cuadros leves a moderados de la enfermedad debido a que no posee un efecto tóxico en el organismo como otros fármacos. Existen programas de tratamiento para la leptospirosis en diversos países, estos tienen como normativa tratar al paciente con penicilina e ingreso domiciliario a aquellos que demuestran cuadros leves de la enfermedad.

En el caso de niños, mujeres embarazadas y ancianos estos son internados en el hospital e igualmente se les suministrará penincilina. El fin del ingreso de estas personas en el hospital es que son poblaciones vulnerables y es necesario evaluar la evolución de estos.

Prevención de la leptospirosis

El primer tratamiento preventivo va orientado a aquellos grupos de riesgos cuyos trabajos implica estar en contacto con zonas donde exista una mayor probabilidad de infección como lo puede ser zonas rurales o bien alcantarillados. En estos casos, se recomienda la aplicación de una la vacuna contra la leptospirosis así como también el cumplimiento de las normas sanitarias preventivas haciendo uso de los medios de protección al trabajador.

En términos generales, se le recomienda a la población evitar las áreas donde se encuentren aguas estancadas o bien inundaciones, haciendo especial énfasis en los climas tropicales. En caso de un viaje hacia estas zonas, se aconseja el uso de zapatos o botas que le suministren protección cuando se aproxime al agua o al suelo contaminado con orina animal.

Como pudimos apreciar en este artículo, la leptospirosis es una enfermedad bacteriana provocada por la bacteria  L. interrogans. La sintomatología suele presentarse en diversas fases siendo la segunda la que traiga mayor complicaciones, en lo que respecta a su tratamiento este debe ir enfocado a la eliminación de la bacteria en el organismo así como también el tratamiento de los síntomas para reducir la molestia en el paciente. Si usted tiene dudas sobre esta enfermedad, consulte a su médico. También te pueden interesar los siguientes artículos:

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