Enfermedad de Alexander, una de las mas raras de todo el mundo

La Enfermedad de Alexander es una enfermedad hereditaria en la que se expresa una mutación que se presenta en el cromosoma 17q21, la cual lamentablemente no tiene cura y es potencialmente letal. Te invitamos a conocer todo sobre la enfermedad de Alexander, aquí. Recuerde no automedicarse.

ENFERMEDAD DE ALEXANDER

¿Qué es la Enfermedad de Alexander?

La enfermedad de Alexander se trata de una patología degenerativa, que se encuentra reconocida como  una enfermedad leucodistróficas. Las fibras nerviosas se caracterizan por estar recubiertas por una capa de grasa, que tiene el nombre de mielina. Esta capa tiene la función de proteger a las fibras nerviosas, por lo tanto, la trasmisión de la información desde el cerebro hacia las otras partes del cuerpo, se realiza de manera rápida e ininterrumpida.

La enfermedad de Alexander tiene un efecto sobre la información que permite que esta capa protectora se mantenga realizando su función protectora, por lo tanto, los impulsos nerviosos comienzan a presentar interrupciones y los tiempos de trasmisión del impulso eléctrico se alargan.

Se ha demostrado a través de estudios que la enfermedad de Alexander es una mutación. La misma se desarrolla en el gen identificado como GFPA, que se encuentra ubicado en el cromosoma 17q21.Por lo que se trata de una enfermedad hereditaria, siendo trasmitida de padres a hijos.

También la expresión del gen puede ser dominante, es decir, que un solo padre debe tener en su código genético la mutación del gen GFPA en el cromosoma 17q21, para que en su hijo  exprese la enfermedad de Alexander. Adicionalmente se puede iniciar como una mutación nueva, es decir, que no necesariamente los padres son portadores del gen, para que el hijo sufra la enfermedad, es una enfermedad muy rara y que está siendo estudiada.

Debido a que esta enfermedad afecta la trasmisión de los impulsos nerviosos se reconoce como una enfermedad neurológica degenerativa. Dependiendo de la edad en la que se hace presente la enfermedad, la misma es reconocida en cuatro formas, fundamentado en su gravedad y en la edad en la que se expresa.

ENFERMEDAD DE ALEXANDER

Se reconoce una forma neonatal, una infantil, una juvenil y una adulta, el inicio de los síntomas de la enfermedad de Alexander se puede expresar en cualquiera de esas formas, las cuales tienen rangos de edad. La forma neonatal se expresa en el primer año de vida del niño y se desarrolla rápidamente de manera  progresiva, los pacientes comúnmente fallecen en los dos primeros años de vida.

La forma infantil se expresa a partir de los dos años de vida y suele ser la más frecuente, algunos pacientes sobreviven hasta la adolescencia. La forma juvenil se expresa a partir de los cuatro años de vida hasta los 10 años, suelen sobrevivir hasta los 20 o 30 años de edad.

Por último la forma adulta es muy variable, pueden haber adultos con síntomas y también pueden haber adultos con la expresión genética de la enfermedad a nivel orgánico, pero son asintomáticos, así de variable es la expresión de la enfermedad de Alexander en adultos.

La enfermedad de Alexander surge a raíz de una mutación que modifica la información del gen GFAP. Es heredada de forma autosómica dominante, sin embargo, también se expresa como una nueva mutación, apareciendo en el paciente sin antecedentes familiares.

ENFERMEDAD DE ALEXANDER

La expresión clínica de la enfermedad de Alexander va a depender de cada forma o subtipo, de ello comentaremos más adelante. Lamentablemente, es una enfermedad que hasta la fecha no tiene cura y en la mayoría de los casos se produce una muerte temprana del paciente.

Los promedios de sobrevivencia se ubican en 1, 5 años para la forma neonatal, 14 años para la forma infantil, 21,6 años para la forma juvenil y 25 años para la forma adulta.  La buena noticia es que esta es una enfermedad poco frecuente.

Dentro de las afecciones que provoca la enfermedad de Alexander se encuentra no solo la destrucción de la mielina de las fibras nerviosas, también destruye la células gliales que son el soporte de las neuronas, encargadas de la trasmisión de las señales eléctricas o impulsos nerviosos.

La enfermedad de Alexander compromete la función neurológica, lo que trae como consecuencia que los pacientes desarrollen deficiencias mentales, porque se ve alterado el desarrollo normal, lo que involucra también el aspecto físico del paciente. El crecimiento anormal del cerebro lo cual es una característica que desarrollan los pacientes que sufren de esta enfermedad.

Las autopsias realizadas en pacientes que fueron afectados por esta enfermedad, permitieron identificar la aparición reiterativa de unas fibras que eran depósitos de proteínas fuera de lo normal, la presencia de estas fibras, es una característica de la enfermedad. Es necesario conocer un poco la anatomía del cerebro y cual es la función de cada una de sus partes, para entender esta enfermedad degenerativa.

ENFERMEDAD DE ALEXANDER

La estructura del cerebro es muy compleja y se caracteriza por presentar una sustancia gris que podemos dividir en varias áreas, en cada una de éstas áreas hay neuronas que promueven funciones específicas, por lo que cada función cerebral se encuentra ubicada en un área determinada del cerebro.

Comenzaremos señalando la Corteza cerebral, que es la capa externa y es el centro de interpretación sensorial, en esta zona se desarrolla la memoria, el aprendizaje, la conciencia y los movimientos planificados. En el Lóbulo prefrontal es donde se desarrolla la personalidad y se construyen los pensamientos. En el Lóbulo frontal, se produce la información para la realización de movimientos complejos.

Por su parte la Corteza motora, es donde se planifican los movimientos del cuerpo. La Corteza somatosensorial son bandas de corteza que nos permiten la percepción del tacto. El Lóbulo parietal, es el lugar donde se maneja e interpreta todo tipo de información de manera general. El Lóbulo temporal se encarga de la audición, mientras que el Lóbulo occipital se encarga de la visión.

El Cerebelo coordina y organiza los reflejos, el Cuerpo calloso es lo que une ambas partes de la corteza, es un puente de neuronas. El Tálamo es donde se produce la  transmisión entre la corteza y el resto del cerebro.

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El Hipotálamo es donde se regulan las sensaciones o necesidades del organismo y funciones vitales, como latidos del corazón, respiración, hambre, la sed, temperatura corporal, presión sanguínea, entre otras. Por último la Médula, en donde se coordina y distribuyen las acciones sin que tengamos que pensar en ellas. Nadie piensa tengo que respirar, o tengo que hacer latir mi corazón, eso lo realiza la médula.

Como podemos ver, el cerebro es el centro de mando, es desde donde se envían de manera organizada cada una de las señales que nos permiten realizar todas las actividades y nos mantiene vivos. La enfermedad de Alexander afecta los astrocitos del hipocampo, por ello la gravedad del daño, afecta actividades esenciales para sostener la vida.

Los astrocitos del hipocampo son los que controlan y regulan la comunicación efectiva entre las neuronas, por lo tanto, son los principales contribuyentes en los procesos de transmisión y almacenamiento de información en el cerebro.

Esta enfermedad es mucho más frecuente en mujeres que en hombres, es una enfermedad genética que está clasificada en el grupo de “enfermedades raras” debido a que son pocas las personas que la padecen en el mundo. Debido a que esta enfermedad destruye de manera progresiva la sustancia blanda del cerebro, es definitivamente mortal. Quien descubre la enfermedad es William Stuart Alexander un patólogo de Nueva Zelanda, quien en el año 1.949 identifica los síntomas comunes y origen de la enfermedad.

Mutaciones genéticas

Pero ¿qué son las mutaciones genéticas? ¿En dónde y por qué ocurren?, el mundo de la ingeniería genética del ser humano es realmente apasionante y a pesar que las investigaciones en cuanto a la información genética a avanzado mucho, al punto de conocer el código genético humano, son muchas las preguntas que faltan por responder. Sabemos que sucede, pero desconocemos en muchos casos el por qué sucede.

ENFERMEDAD DE ALEXANDER

Como sabemos los cromosomas son esas estructuras altamente organizadas, que se encuentran formadas por ADN y proteínas, que además contienen la información genética de los seres vivos. Hoy en día conocemos que un gen es el responsable de proporcionar la receta para construir una proteína y otras moléculas funcionales, la cual a su vez  es la que determina las características observables de un organismo.

Los genes son las secciones en donde se almacena la información genética, son ellos los que indican la función que desarrollarán las células.  Somos genéticamente el resultado de la fusión de la información de dos personas que nos entregan un cromosoma cada uno y forman de esta manera cada par.

Nuestra información genética se escribe con bases nucleótidas , ese es nuestro abecedario genético y tenemos 3 mil millones de bases, que se escriben con las letras  A de adenina, T de timina, G de guanina  y C de citosina. En los genes pueden generarse  algunos cambios, que no son relevantes desde el punto de vista médico, son simplemente la diversidad biológica natural que se genera entre las personas.

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Estos cambios sin repercusión clínica pueden afectar características como el color de los ojos por ejemplo, sin embargo, algunos cambios en los genes pueden llegar a modificar la información del funcionamiento de una proteína, la cual desempeña un papel muy importante.

Cuando se generan estos cambios en el ADN se  desencadena una enfermedad, la cual puede ser heredada de una generación a otra. Estos cambios patológicos es lo que conocemos con el nombre de Mutaciones y es por ello que hablamos de enfermedades genéticas.

Entonces como podemos ver una mutación génica es la alteración permanente de la secuencia de ADN. El tamaño de las mutaciones es variable y estas pueden afectar a un solo par de bases o un gran segmento involucrando la afectación de varios genes. Las mutaciones genéticas son clasificadas como mutaciones somáticas y mutaciones germinales.

Las mutaciones somáticas se generan en algún momento de la vida y pueden ser promovidos, por diversos factores como por ejemplo, la exposición a radiaciones ionizantes, factores ambientales e incluso un error voluntario que se produce durante una división celular. Las mutaciones somáticas no son trasmitidas a la siguiente generación.

Por su parte las mutaciones germinales son heredadas y trasmitidas de generación en generación. Las mismas permanecerán en las personas durante toda la vida y se expresaran dependiendo de su carácter dominante o recesivo.

La enfermedad de Alexander generalmente se produce por mutaciones de novo, es decir, somáticas, no obstante, también es una mutación germinal. Lo que quiere decir, que la mutación de Alexander puede ser heredada o simplemente ser desarrollada por el individuo.

Esta mutación afecta el gen que trasmite la información de la proteína ácida fibrilar glial, de allí sus siglas GFAP. Dentro de los casos que han sido estudiados se han encontrado familiares que presentan una transmisión autosómica dominante, es decir, solo debe haber un padre con la mutación, para que la misma se exprese en alguno de sus hijos, con una probabilidad del 50 %.

Como hemos indicado con anterioridad el gen que sufre la mutación, interfiere o destruye la mielina que cubre las fibras nerviosas, pero también codifica la proteína de filamentos intermedios de los astrocitos. La sobreexpresión y acumulación de esta proteína mutada conduce a la formación de cuerpos de inclusión astrocíticos, mejor conocidas como fibras de Rosenthal en el sistema nervioso central. Todavía hoy en día se desconoce cómo éstas fibras originan la enfermedad.

Hay otros casos en que los pacientes con la enfermedad de Alexander no presentan la mutación identificada en el gen GFAP, por lo que esto permite pensar que existen  otras causas que se desconocen aún, que dan origen a la enfermedad de Alexander.

Síntomas

Los síntomas de la enfermedad de Alexander difieren en expresión en cada uno de las formas en la que se presenta la enfermedad. Recordemos que la enfermedad de Alexander se presenta en grupos o formas identificados como grupos etarios, es decir, por edades así que encontramos los neonatal, el infantil, juvenil y el adulto.

Sin embargo, la expresión sintomática de esta enfermedad es tan variable que pueden existir síntomas diferentes identificados en pacientes que corresponden al mismo grupo o forma de la enfermedad. También los síntomas dependen del nivel y gravedad de la enfermedad. En la forma Neonatal, la cual es una de las más graves y con menor tiempo de sobrevivencia se presenta una discapacidad general en el paciente, con una discapacidad intelectual grave.

El desarrollo de episodios convulsivos y retención de líquido en el cerebro. La esperanza de vida no supera los dos años de edad. En la forma Infantil se presenta discapacidad intelectual y se desarrolla discapacidad motora. Se produce un aumento del tamaño de la cabeza, pierde coordinación en los movimientos  y se presentan convulsiones de manera frecuente.

En la forma Juvenil se identifica con claridad el efecto de la enfermedad sobre el hipotálamo del paciente debido que presentan dificultad para respirar, tragar, hablar y convulsionan. Los músculos permanecen contraídos y pueden desarrollar una pérdida gradual de la capacidad intelectual y del control de los movimientos.

En la forma Adulta los síntomas son más variables, pero los pacientes presentan problemas para hablar, tragar, respirar o comer y presentan también reflejos muy exagerados. Otros síntomas son el trastorno del sueño, estreñimiento e  hipotensión. Comentaremos con un poco más de detalle cada una de las formas de la enfermedad de Alexander a continuación.

Infantil

La forma infantil de la enfermedad tiene un desarrollo rápido y progresivo. En la mayoría de los casos se hace presente a partir de los dos años de edad. Los síntomas que suelen presentarse en esta forma de la enfermedad incluyen la macrocefalia, la cual es la alteración del tamaño de cráneo, haciéndose más grande que el promedio.

Las crisis convulsivas se hacen frecuentes, se produce un retraso en el desarrollo del niño. También desarrollan lo que se conoce como epasticidad, lo normal es que los músculos del cuerpo presenten un “tono muscular que permite el sostén del cuerpo, en los pacientes con la enfermedad de Alexander, el tono muscular aumenta y se vuelven rígidos.

Cuando los músculos se convierten en músculos espásticos, el movimiento disminuye y causa dolor. Se produce también un retraso cognitivo grave. Esta es la forma de la enfermedad más común, más del 50% de los casos se presentan en esta forma.  Se compromete de manera violenta e importante la vida del paciente por el deterioro neurológico y por ello, es común que ocurra una muerte temprana, sin embargo, hay pacientes que han logrado sobrevivir la enfermedad hasta la adolescencia.

Juvenil

La forma juvenil de la enfermedad puede hacerse presente a partir de los 9 años, los niños se encuentran en su edad escolar, por lo que no solo mostrarán síntomas físicos y fisiológicos, sino también habrán síntomas psicológicos en el paciente.

Al igual que la forma infantil los pacientes juveniles desarrollaran de manera progresiva una paraplejia espástica, es decir, la rigidez de la musculatura y lo que se conoce como signos bulbares progresivos, se trata de la afección de las  motoneuronas que se encuentran en la región del tallo cerebral y el bulbo raquídeo, por lo que comenzarán a desarrollar problemas para realizar funciones básicas como hablar, tragar, entre otras.

En muchos casos los pacientes conservan las funciones cognitivas. Estos paciente pueden también desarrollar cifoescoliosis, que es una curvatura anormal de la columna. La enfermedad de Alexander en la forma juvenil afecta más el tronco cerebral. Debido a que se conserva las funciones cognitivas, los pacientes tendrán un efecto psicológico importante, que debe ser tratado y acompañado por un profesional, para ayudar al paciente y evitar en lo posible episodios depresivos, aislamiento, entre otros.

Adultez

La enfermedad de Alexander en la forma adulta, como ya hemos señalado presenta una sintomatología muy variada, que depende del grado de desarrollo de la enfermedad, la cual puede incluso a llegar ser asintomática. Es la forma más benigna de la enfermedad. De los casos estudiados se estima una edad promedio de aparición de la enfermedad de 36 años de edad.

Cuando los pacientes muestran síntomas desarrollan paraplejia espástica, es decir, rigidez de los músculos. También pueden presentar ataxia, que es la ausencia del control muscular, por lo tanto, presentarán problemas para comer, hablar. Otro síntoma que resulta curioso es la presencia de reflejos que solo se presentan en niños muy pequeños, como es el reflejo de Babinsky, el cual refiere la apertura de los dedos de los pies, al tocar la planta de los pies.

En los pacientes adultos se presentan problemas para conciliar el sueño, cambios en la frecuencia para orinar, estreñimiento. Los síntomas son muy parecidos a la forma juvenil, pero menos severos. Conservan las funciones cognitivas, por lo que es necesario un soporte psicológico para sobrellevar la enfermedad.

Causas

Como hemos indicado la enfermedad de Alexander es una enfermedad genética y hereditaria, por lo tanto, la causa se debe a una mutación genética, que modifica la información de un gen especifico. La enfermedad tiene origen por la mutación en el gen GFPA, el cual tiene la función de emitir la información para la producción de la proteína ácida glial fibrilal.

Los estudios médicos de la enfermedad de Alexander, tienen claro que es el gen ubicado en el cromosoma 17q21 es el que muta, sin embargo, aún desconoce cómo causa la enfermedad. En la mayoría de los casos la  mutación que afecta al gen GFPA se producen de manera espontánea y son pocos los casos en los que es heredada de los padres.

Otros pacientes que tienen síntomas y han sido diagnosticados con la enfermedad de Alexander, no tienen mutaciones en el gen GFPA. Como podemos identificar, se trata de una enfermedad muy complicada, de la cual aún se desconoce mucho, debido a que se presume la existencia de otras causas adicionales a la mutación del gen GFPA.

Diagnóstico y tratamiento

¿Cómo diagnosticar la enfermedad de Alexander?, lo primero es que el diagnóstico va a depender de la forma de la enfermedad, es decir, si se presenta en la forma neonatal, infantil, juvenil o adulta. Como ya conocemos la enfermedad de Alexander es clasificada como una enfermedad leucodistrofica, el diagnóstico es complejo, debido a que se tiene que realizar un análisis sistemático que debe iniciar con la historia clínica del paciente, así como la exploración neurológica completa.

Se deben conocer los antecedentes familiares y realizar una búsqueda en el árbol genealógico para identificar la presencia de padecimientos en tíos, desarrollos autosómicos de la enfermedad, entre otros. Otra complicación en el diagnóstico es que hay casos que presentan un periodo de desarrollo progresivo, sobre todo en las formas juveniles y adultas, en las que la enfermedad no muestra síntomas antes de comenzar la pérdida de habilidades.

También recordemos que esta es una enfermedad que puede comenzar a desarrollarse en cualquier etapa de la vida. En las formar neonatales e infantiles el síntoma de macrocefalia, es una característica que contribuye con el diagnóstico.

Los médicos especialistas están atentos a cualquiera de los síntomas que desarrollan los pacientes y que pueden ser asociados con la enfermedad de Alexander. Debido a que es muy variable y cuando hay retraso en el desarrollo, hipotonía grave y aparición de crisis convulsivas, es posible que no desarrollen macrocefalia.

La revisión y búsqueda de signos en los estudios de Resonancia Magnética son determinantes para el diagnóstico. Los médicos deben reconocer si se trata de  una anormalidad desmielinizante o hipomielinizante, lo cual logran diferenciando la intensidad de la señal, ubicando la región afectada, entre otros.

Cuando la imagen muestra afección de la zona periventricular se puede diagnósticar como enfermedad de Alexander. Sin embargo, es necesario identificar al menos cuatro de los cinco hallazgos radiológicos que son característicos de la enfermedad de Alexander, para poder confirmar el diagnóstico.

Como ya conocemos se trata de una enfermedad incurable, por lo que los pronósticos cuando es diagnosticada la enfermedad de Alexander no son los mejores y el tratamiento de la enfermedad, no está dirigido a la cura de la enfermedad, porque aún hoy en día se desconoce, por lo tanto el tratamiento generalmente va dirigido a controlar los síntomas y hacer sentir mejor al paciente, así como tratamiento de soporte.

Es posible con los avances de la ingeniería genética, se pueda encontrar una cura para la enfermedad de Alexander. Ya existen experiencias en las que se han corregido informaciones genéticas que derivan en enfermedades y evitan que la misma se exprese, quizás este sea el camino que brinde un poco de esperanza a los pacientes diagnosticados con esta terrible enfermedad.

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