Conoce la Empiema: Causas, tratamiento y complicaciones

El Empiema es una enfermedad originada por la acumulación de fluido en la zona que existe entre tejidos de protección entre el tórax y los pulmones. Todos los órganos que se encuentran en la cavidad torácica pueden ser iniciador de esta patología. En éste artículo podrá conocer todo sobre el Empiema. Recuerde no automedicarse. En caso de reconocer alguno de los síntomas por favor visite a su médico.

EMPIEMA

¿Qué es el empiema?

El empiema es una enfermedad infecciosa que se produce como consecuencia del desarrollo de proceso infecciosos, los cuales debido a la conectividad que existe entre los tejidos, tiene un efecto sobre el espacio pleural. En esta enfermedad se produce una congestión de fluidos, en la concavidad que se encuentra ubicada entre los pulmones y la parte interna de la caja torácica. Es una enfermedad que puede generar en corto plazo, graves complicaciones.

El origen de esta afección proviene de un daño o desarrollo de proceso anormal que se produce en los órganos adyacentes del espacio que se encuentra entre los tejidos pleurales. El desarrollo de secreciones puede desarrollarse en los espacios de la zona interna, como también en las zona externa de la cavidad torácica.

Debido a que los empiemas pueden tener origen a partir de la afección de los órganos que se encuentran adyacentes al espacio pleural, es oportuno conocer que es la pleura y cuáles son los órganos que se encuentran adyacentes a ella.

La pleura es un tejido que se encuentra adherido a la parte interna del tórax, también se encuentra como capa protectora de los órganos encargados de la respiración. Como podemos ver, se trata de un mismo tipo de tejido, pero son dos tejidos independientes y entre ambos se produce un área en la que no hay contacto y se conoce como cavidad.

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Dentro de la cavidad torácica se encuentran órganos importantes y estructuras vitales, como el corazón, órganos para la respiración, estructuras de conectividad, ganglios, entre otros, existe la probabilidad de que alguno de estos órganos, genere una patología que derive en un empiema.  Debido a la existencia de una conectividad vascular, las patologías desarrolladas en los órganos que se encuentran adyacentes al tejido, pueden ser promotores para que se desarrolle la enfermedad.

Esta suele ser una enfermedad que presenta una alta morbimortalidad, es decir, una  número importante y nada despreciable de personas que han llegado a desarrollar este tipo de patología han fallecido, por lo que es considerada una enfermedad de pronóstico reservado.

Causas

El empiema es una enfermedad que tiene como característica la congestión de fluidos alterados por la presencia de patógenos, estos fluidos se concentran en el espacio que existe entre los tejidos pleurales. La presencia de éste tipo de congestión va a provocar efectos en los órganos adyacentes a él. Uno de estos efectos es un aumento de presión por disminución del espacio, dentro de la cavidad torácica. Pero ¿cuáles son las causas que originan este tipo de patología?.

La etiología o causa de esta enfermedad está muy relacionada con la presencia de bacterias que afectan a las vías respiratorias, entre la más comunes que se reconocen en los estudios se encuentran las bacterias asociadas a procesos de tuberculosis, neumonía, entre las que podemos resaltar Mycobacterium tuberculosis. También se han identificado la presencia de Pseudomonas y Staphylococcus, entre otras.

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También dentro de las causas identificadas como promotoras de esta patología, se encuentra la identificación de factores externos, los cuales pueden estar asociados a intervenciones o procedimientos médicos, en los que se produce la invasión hacia el interior del paciente con material o equipo quirúrgico.

La presencia y desarrollo de patologías o existencia de factores de riesgo, también son causas potenciales que se encuentran relacionadas con el desarrollo de esta enfermedad. La morbilidad del empiema permite reconocer que las personas que presentan hábitos de tabaquismo, alcoholismo, son más propensas a desarrollar la enfermedad. Otras de las patologías de base  identificadas que debemos resaltar es la diabetes tipo 2,  por se una de las más frecuentes, sin embargo, existen muchas otras.

Las infecciones que son promovidas por la presencia de patógenos, así como los riesgos asociados por el desarrollo de otras enfermedades, causa la acumulación de fluidos asépticos en la cavidad pleural, causando el desarrollo del Empiema.

Síntomas

Esta patología lleva asociado síntomas que pueden ser fácilmente confundidos por la personas con un malestar de gripe muy fuerte, cuando la misma se encuentra en la fase inicial de desarrollo de la empiema. Pueden inicialmente presentar una tos seca, dolor en el pecho al respirar, malestar corporal general.

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Posteriormente se pueden comenzar a desarrollar episodios de fiebre con escalofríos, acompañados de sudoración. Cuando la acumulación de fluidos comienza a ejercer presión sobre los pulmones, las personas comienza a mostrar dificultad respiratoria.

Hay personas que también desarrollan una pérdida de peso de manera progresiva e involuntaria. Esta es una enfermedad que adicionalmente puede generar en las personas que la desarrollan la sensación de fatiga excesiva.

Diagnóstico y Tratamiento

El diagnóstico asociado a esta patología debe ser realizado por un médico especialista, en caso que el ingreso del paciente sea por una atención clínica de emergencia, al sospechar el desarrollo de un empiema, el médico tratante posiblemente solicite la opinión e involucramiento de un médico neumonólogo.

Con base en la sintomatología expresada por el paciente, pueden identificar inicialmente el desarrollo de un cuadro infeccioso que tiene origen respiratorio, especialmente cuando se trata de un empiema paraneumónico. El médico realizará la revisión de la historia clínica y familiar del paciente. Posteriormente hará un examen físico que incluye la identificación de existencia de dolor local, al realizar un poco de presión en la región intercostal.

Dentro de la sintomatología referida por el paciente el médico realizará énfasis en conocer sobre el desarrollo de episodios febriles y para determinar la presencia de una evolución de un proceso infeccioso, solicitará el análisis de sangre. El médico debe descartar un derrame pleural, para poder diagnosticar la presencia de un empiema.

Aún sin un diagnóstico preciso, el médico tratante iniciará de manera inmediata tratamiento con antibióticos de amplio espectro, con la finalidad de controlar el avance de la patología, aún sin determinar. El paciente quedará recluido para observación y seguimiento, en caso que no se observe una respuesta satisfactoria en un periodo no mayor a tres días y se mantienen los episodios febriles, será una evidencia más para el diagnóstico de un empiema.

En paralelo se deben haber solicitado la realización de imágenes de tórax, tomografía, ecografías y un procedimiento llamado Toracocentesis, en caso de que las imágenes muestren la presencia de líquido. Este último procedimiento tiene doble propósito, el primero es liberar de líquido a la zona en donde se encuentra acumulado, con lo que baja la presión en órganos esenciales para la respiración y además evaluar la composición del líquido extraído, por lo que estamos hablando también de una prueba diagnóstica.

Los exámenes de imágenes son fundamentales para el diagnóstico de empiema, siendo la tomografía una de las pruebas con mayor resolución, debido a que es necesario no solo confirmar el desarrollo de un empiema, sino determinar también el área afectada.

Con esta prueba los médicos puede determinar específicamente el área y la magnitud. En los casos que no se desee irradiar al paciente con partículas ionizantes, se utiliza la ecografía. Esta decisión generalmente se toma cuando se está en presencia de un paciente con patologías de base, como cáncer y también en niños, por ser un examen no invasivo que ayuda al diagnóstico, así como también a la toma de decisiones, para definir el tipo de tratamiento y si es necesario o no la intervención quirúrgica.

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En referencia al tratamiento al cual debe ser sometido el paciente, posteriormente de haberse  confirmado el diagnóstico de la existencia de un empiema, el mismo tiene el objetivo de eliminar la infección que se desarrolla en la zona pleural, así como la búsqueda de recuperación del área normal de ubicación de los pulmones y la reubicación del tejido, a su zona original.

Se iniciará la prescripción de antibióticos, así como de un tratamiento para mantener condiciones estables en el paciente. Se debe indicar un tipo de nutrición que respalde la recuperación e iniciar lo más pronto posible un programa de terapias respiratorias, que permitirán reorganizar el área y el recogimiento de la pleura residual.

En caso que con base en el nivel de desarrollo de la patología, se decida realizar una intervención quirúrgica, ésta dependerán de la condición del paciente, así como del área y tamaño de la acumulación de líquido séptico, es decir, de la anatomía del empiema. Con base a la decisión médica, pueden ser aplicados procedimientos de drenaje, los cuales suelen ser muy diversos.

Como ya señalamos anteriormente la Toracocentesis es unos de los tratamientos frecuentemente utilizados, se trata de una punción que se realiza en la zona del tórax, la cual se acompaña con un proceso de aspiración o succión del liquido alojado en la zona interpleural. La Toracotomía es un procedimiento que se utiliza en casos graves, la misma es una intervención quirúrgica que les permite a los médicos el acceso a la caja torácica.

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En los casos crónicos en el que se ha desarrollado un tejido fibroso en los pulmones que impide, que el pulmón retome su espacio en la cavidad y además mantiene comprometida su capacidad funcional, por lo que es en oportunidades imprescindible realizar una Decorticación Pulmonar. La decorticación también es una intervención quirúrgica que tiene la finalidad de eliminar el tejido fibroso que se ha desarrollado en los pulmones.

Es importante indicar que el tratamiento dependerá de las condiciones del paciente, el mismo variará si se trata de pacientes de alto riesgo por la edad y presencia de patologías de base. También el tratamiento será específico para niños y en adultos que hayan desarrollado la enfermedad. La historia clínica de cada paciente jugará un papel importante en la toma de decisiones.

Como hemos podido observar inicialmente habrá un tratamiento con antibióticos que busca el ataque a la infección, la finalidad es controlarla en principio y erradicarla de manera definitiva, pero como el empiema es la consecuencia de la acumulación de fluidos, este debe ser desalojado del cuerpo, para poder obtener resultados satisfactorios.

Es en la selección del procedimiento a utilizar para drenar el líquido, en donde la historia clínica, condición y predisposición patológica del paciente, juega un papel importante en la determinación del procedimiento más beneficioso y que pueda disminuir la probabilidad de riesgo y posibles complicaciones.

La selección del tratamiento depende de la evolución de la enfermedad, de las condiciones generales y  riesgo del paciente, así como también del estado general de los órganos involucrados en la patología. Las experiencias médicas recomiendan el uso de la Toracocentesis en casos agudos, así como también para realizar el diagnóstico bioquímico del fluido.

El drenaje pleural es por excelencia la técnica más utilizada, a pesar de las posibles obstrucciones que puedan producirse durante el procedimiento,  se puede realizar utilizando una intervención ambulatoria en el que se duerme la zona para introducir el implemento que permitirá desalojar el líquido, por ello, es recomendado en pacientes que no pueden ser sometidos a anestesia general.

En los pacientes de alto riesgo se usa el drenaje guiado utilizando equipos especiales para visualizar el interior de la zona que será intervenida, este tipo de procedimientos es usualmente recomendado cuando la acumulación de líquido se encuentra en zonas  poco accesibles.

La Toracotomía es un procedimiento que gana cada día mayor reconocimiento, por los resultados que se obtienen con esta técnica, a pesar de los riesgos asociados. Por último en los casos en que se presentan tejido pleural residual se usa la Toracoplástia de colgajos, es un procedimiento complejo especifico para eliminar pleura residual.

Complicaciones del Empiema

Con respecto a esta enfermedad pueden surgir ciertas complicaciones, las cuales podemos identificar incluso en fases. La primera complicación puede surgir, al no buscar la ayuda a tiempo para que el desarrollo del empiema sea detenido y controlado. Ingresar con una emergencia médica, puede derivar en complicaciones que pueden surgir, en la premura necesaria para la atención y control de la emergencia.

De no ser atendido de manera oportuna la patología, se puede generar el desarrollo de fibras de la pleura, lo que va a provocar un cuadro agudo que no favorece el pronóstico del paciente. También pueden surgir complicaciones durante el tratamiento de drenaje, sobre todo en la utilización de los procedimientos como la Decorticación.

Siempre existe un nivel de riesgo asociado a los procedimientos invasivos, por el uso de la anestesia. En las intervenciones necesarias para mejorar esta patología, pueden surgir complicaciones asociadas a las vías aéreas, que pueden incluso ameritar una nueva intervención, para corregir por ejemplo la fugaz aéreas prolongadas, hemorragias, entre otras.

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