Artritis: Causas y cómo tratar el dolor de la inflamación articular

La artritis es una enfermedad degenerativa que causa inflamación de las articulaciones ocasionando dolor en las mismas, hinchazón y produce deformación. En el artículo de hoy ahondaremos en todo lo referente a esta enfermedad, sus causas, síntomas y más.

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¿Qué es la artritis?

La artritis es una enfermedad degenerativa en la cual se produce una inflamación en las articulaciones. Se entiende por articulación a la zona en donde uno, dos o más huesos se van moviendo uno contra el otro. La causa de esta enfermedad depende del tipo de artritis  que padece la persona.

Hoy en día se conocen al menos 100 formas de la artritis, pero las más comunes son la osteoartritis y la artritis reumatoidea. La osteoartritis, es conocida también como la enfermedad degenerativa de las articulaciones, ya que la misma ocasiona un desgaste en ellas (como por ejemplo el cartílago) y va empeorando con la edad.

Este desgaste y la continua ruptura de las zonas afectadas de la articulación es lo que produce la inflamación. Por otro lado, la artritis reumatoidea (AR), es una enfermedad auto inmune, es decir, las propias defensas del cuerpo atacan al recubrimiento de las articulaciones.

En este tipo de artritis, la inflamación en el revestimiento de la articulación hace que ocasione el daño en la misma, sobre todo en el cartílago. Otras causas que pueden ocasionar la enfermedad son las lesiones, alineación anormal de los miembros, infecciones y otras enfermedades que afecten el sistema demonológico.

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En la actualidad se sabe que algunos de los tipos de esta enfermedad afecta aproximadamente a 40 millones de personas en los Estados Unidos. Asimismo, casi la mitad de estos individuos padecen de alguna enfermedad degenerativa de las articulaciones, además de que el 60% de los casos afectan a la población femenina.

A pesar de que la artritis es una enfermedad que se presenta con más intensidad en la población adulta, los niños también corren el riesgo de sufrirla a causa de lesiones y enfermedades autoinmunes. Adicional a esto, este trastorno es predominante en las articulaciones, no obstante se ha observado que se presenta en otras partes del cuerpo.

Por ejemplo, en el caso de la artritis reumatoidea generalmente afecta la zona de las muñecas y nudillos, los pies, el cuello, y articulaciones más grandes en las extremidades. Mientras que los trastornos degenerativos atacan a las articulaciones de los pulgares, las articulaciones de los dedos, las rodillas, las caderas, los hombros y la parte baja de la columna.

Síntomas

Al vivir con la artritis el síntoma principal de esta enfermedad es el constante dolor que se produce cuando las articulaciones se inflaman, además de la sensación de calor al tacto. Sin embargo, hay ciertos signos que por lo general pasan desapercibidos pero que son muy importantes en este trastorno.

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Propensión al sangrado y moretones

Es muy común que uno de los síntomas de esta enfermedad sea la producción de moretones en cualquier parte del cuerpo, asimismo, los medicamentos para el tratamiento contribuyen a causar también ese incidente. Igualmente, algunos tipos de artritis producen un bajo conteo de glóbulos rojos lo que provoca el sangrado, habitualmente en las encías.

Inclusive algunos medicamentos para la enfermedad como metotrexato, agentes biológicos, corticoesteroides, aspirina y antiinflamatorios no esteroides (AINE) tienen repercusiones en el flujo sanguíneo del cuerpo.

Falta de aliento

La falta de aliento es otro factor común que se presenta cuando una persona tiene esta enfermedad, por lo general este síntoma va acompañado con la presencia de una tos seca. De una misma manera, la combinación de estos dos puntos puede indicar una falla en los pulmones como la acumulación de glóbulos de sangre.

Dolor al orinar

Cuando este síntoma va de la mano con una alta fiebre significa que hay una infección. Dicha infección habitualmente es un efecto secundario de algunos fármacos empleados para tratar algunos tipos de artritis, estas infecciones se pueden tornar graves.

Cambio en el peso

El cambio en el peso de una persona de manera inexplicable es un indicativo de alguna deficiencia renal o deficiencia cardiaca congénita (hereditaria), estas dos afecciones son síntomas recurrentes en la enfermedad de la artritis.

Dolor en el pecho

Como ya hemos mencionado, el dolor es uno de los síntomas más comunes dentro de esta enfermedad. El dolor en el pecho tiene mucho que ver con problemas asociados al corazón, como por ejemplo, infartos o ataques cardíacos los cuales se presentan en individuos con artritis inflamatoria.

Dolor en el tendón de Aquiles

El dolor constante en el talón del pie acompañado de la hinchazón puede tratarse de una lesión que si no es tratada a tiempo tiende a volverse más grave y ser un signo de un tipo de artritis que se conoce como psoriásica.

Causas

Cuando nos referimos a la artritis no estamos hablando de una enfermedad que la ocasiona un único medio sino que puede ser desencadenada por otras afecciones, tales como trastornos autoinmunes (alteraciones en el sistema inmunológico), enfermedades infecciosas o traumatismos.

En este sentido, la artritis se entendería como una enfermedad secundaria que es el resultado de otro trastorno. A continuación, ahondaremos un poco en las afecciones que traen consigo el inicio de la enfermedad.

Celiaquía

La celiaquía o enfermedad celíaca (EC) es un trastorno crónico, multiorgánico autoinmune, que se caracteriza primordialmente por causar lesiones en el intestino que pueden afectar de forma negativa a cualquier órgano o tejido corporal.​ En una enfermedad que tiene predisposición a individuos con antecedentes.

Enfermedad inflamatoria intestinal

La denominación hacia esta afección se emplea para hacer alusión a una serie de problemas en el intestino que se caracterizan por producir inflamación en los órganos como consecuencia a una deficiencia en el sistema inmunológico.

Sensibilidad al gluten no celíaca

La sensibilidad al gluten no celíaca (SGNC), también denominada sensibilidad al gluten (SG), es un trastorno en el intestino que puede llegar afectar a diversos órganos del cuerpo y que posee los mismos síntomas que la celíaca, solo que esta enfermedad mejora una vez que se ha retirado los alimentos a base de gluten de la dieta.

Tiroiditis de Hashimoto

La tiroiditis de Hashimoto​ es un trastorno del sistema inmunológico que se caracteriza por la descomposición completa de la glándula tiroides, regulada por los anticuerpos.

Lupus eritematoso sistémico

El lupus eritematoso sistémico (LES) es un trastorno inmunológico en el cual se ven alterados los períodos de exacerbaciones y remisiones. De un mismo modo, es una enfermedad crónica y que puede afectar a cualquier órgano del cuerpo.

Síndrome de Sjögren

El síndrome de Sjögren es una enfermedad crónica y sistemática del sistema inmunológico, se considera sistemática puesto que puede llegar a afectar a varios órganos del cuerpo y presentar diversos síntomas. Principalmente afecta a las glándulas exocrinas (responsables de producir las lágrimas y otras secreciones) lo que genera la sequedad oral y ocular.

Síndrome de Ehlers-Danlos

El síndrome de Ehlers-Danlos (SED) es una aglomeración de varias enfermedades extrañas que afectan en el ser humano la reducción de colágeno (una proteína). Dependiendo de la manera en que mute la enfermedad en en el individuo puede ser muy leve o hasta mortal.

Hepatitis

La hepatitis es un trastorno que se caracteriza por la inflamación del hígado. La causa de la misma puede ser muy diversa, puede darse por una infección, deficiencia del sistema inmunológico o por ingesta de alcohol excesivo.

Enfermedad de Lyme

La enfermedad de Lyme es una afección que la provoca una bacteria conocida como Borrelia burgdorferi, que viene dada por las garrapatas. Dicha enfermedad puede afectar la piel, sistema nervioso, corazón, articulaciones y músculos. La gravedad de la afección depende del tipo de bacteria causante.

Tipos de artritis

Al ver distintas causas que ocasionan esta enfermedad también hay diferentes tipos en que la misma se desarrolla. Como hemos mencionado anteriormente, hoy en día se conocen al menos 100 formas en las que el trastorno se puede dar.

No obstante, en el presente apartado hablaremos de las más recurrentes en la población, así como exploraremos sus síntomas y causas.

Espondilitis anquilosante

La espondilitis anquilosante es una afección inflamatoria que con el tiempo puede hacer que algunos de los pequeños huesos situados en la espina dorsal (vértebras) se unan. Dicha unión vuelve a la espina mucho menos flexible y procede un encorvamiento de la columna hacia adelante. Si las costillas se encuentra involucradas se produce una dificultad para respirar.

Este tipo de artritis tiene relevancia en la población masculina que la femenina y sus síntomas empiezan a presentarse al inicio de la adultez temprana. Asimismo, la inflamación puede tener lugar en otras áreas del cuerpo, mayormente en los ojos.

Hasta los momentos no hay una cura para este tipo de artritis, sin embargo, los tratamientos ayudan a controlar los dolores que se producen, así como a contrarrestar el avance de la misma.

Los primeros signos y síntomas de este trastorno incluyen dolor y rigidez en la espalda en la parte lumbar y las caderas, por lo general en las mañanas y luego de haber realizado algún tipo de actividad física. Igualmente, se presenta un dolor en el cuello y constante fatiga. Con el paso de los años, estos síntomas pueden empeorar, mejorar o ser irregulares.

Estos dolores de la enfermedad se presentan con mayor frecuencia en las siguientes áreas del cuerpo:

  • La articulación que se encuentra entre la base de la columna vertebral y la pelvis.
  • Las vértebras de la sección lumbar de la espalda.
  • Los sitios en donde se juntan los tendones y los ligamentos de los huesos, mayormente en la columna vertebral, pero se han registrado casos que se da en el talón del pie.
  • El cartílago entre el esternón y las costillas.
  • Las articulaciones de la cadera y los hombros.

En cuanto al tratamiento dado para dichos síntomas, se basa en lo siguiente:

  • Antiinflamatorios: Los fármacos antiinflamatorios se emplean para aliviar el dolor y reducir la hinchazón lo cual ayuda a la persona afectada a llevar una mejor calidad de vida y conciliar el sueño nocturno.
  • Analgésicos: Son medicamentos orientados específicamente para el alivio constante del dolor.
  • Sulfasalacina: Es un medicamento recetado para aquellos individuos que la enfermedad sea muy grave.
  • Metotrexato: Este medicamento es habitualmente utilizado para contrarrestar la artritis en las  articulaciones periféricas.
  • Rehabilitación: Este factor en el tratamiento de espondilitis anquilosante es esencial para el mejoramiento de las articulaciones.
  • Cirugía: La cirugía sólo es viable cuando las articulaciones afectadas se encuentran en un daño severo.

Artritis por cristales

La artritis por cristales es una enfermedad en las articulaciones que se caracteriza por la acumulación de pequeños cristales de origen tanto endógeno como exógeno. Esta afección se divide en dos trastornos: artritis gotosa y la pseudogota.

El primer trastorno es conocido por una aglomeración de pequeños cristales de urato monosódico (sal que es derivada del ácido úrico) en varias partes del cuerpo, sobre todo en las articulaciones, tejidos blandos y riñones.

Mientras que el trastorno de la pseudogota es una afección reumática en la que se encuentran depósito de cristales de pirofosfato cálcico en el cartílago de las articulaciones y que por lo general tiende a afectar la rodilla.

Artritis reumatoidea juvenil

La artritis idiopática juvenil, también llamada artritis reumatoide juvenil, es el tipo de artritis más común en jóvenes menores de los 16 años.

Esta enfermedad puede generar dolor, inflamación y rigidez articular persistentes. En algunas circunstancias, los síntomas sólo se presentan por algunos meses, mientras que hay jóvenes que deben vivir con ellos el resto de su vida.

Entre los signos y síntomas más recurrentes de esta enfermedad nos encontramos con los siguientes:

  • Dolor: A pesar de que cabe la posibilidad de que el joven no muestre un dolor agudo en las articulaciones, se puede ver fácilmente si el mismo cojea al levantarse luego de dormir.
  • Hinchazón: Al igual que cualquier otro tipo de artritis, las articulaciones se irán inflamando a medida que la enfermedad avance. Sin  embargo, las primeras en hincharse serán las más grandes, como la rodilla.
  • Rigidez: Este síntoma va de la mano con la parte del cojeo en la mañana o luego de una siesta, es posible que el joven muestre signos de torpeza al caminar.
  • Fiebre, ganglios linfáticos inflamados y sarpullido: Este no es un síntoma muy común, pero se han dado casos en donde se presenta fiebre alta, los ganglios comienzan a inflamarse y la aparición de ronchas por todo el tronco del cuerpo.

Este tipo de artritis puede afectar a distintas articulaciones del cuerpo, y la misma se encuentra dividida en varios subtipos entre ellos: artritis sistémica, la oligoarticular y la poliarticular. Dependiendo de cual sea el tipo, variará el número de articulaciones afectadas y la presencia de fiebre y el sarpullido.

De una misma manera, la artritis reumatoidea juvenil tiene periodos en los cuales los síntomas se intensifican y otros en donde los mismos desaparecen por completo.

Las complicaciones que conlleva esta enfermedad son diversos y al afectar a una población tan joven los mismos afectan de drástica diferentes partes del desarrollo del individuo. Entre las complicaciones podemos hacer mención de:

  • Problemas oculares: Algunos de los subtipos de esta enfermedad pueden ocasionar una inflamación en la zona del ojo y causar una infección que, al no ser tratada puede terminar en cataratas, glaucoma e incluso ceguera. Es muy común no percatarse de la inflamación en esta zona, por lo que es importante que un especialista revise la durante la evolución de la enfermedad.
  • Problemas de crecimiento: Esta afección también puede llegar afectar el desarrollo oseo del joven. Igualmente, algunos de los fármacos empleados para el tratamiento, sobre todo corticosteroides, también pueden afectar el crecimiento.

Artritis psoriásica

La artritis psoriásica es un tipo de artritis que solo afecta a aquellas personas que padecen de psoriasis, una enfermedad caracterizada por la presencia de manchas rojas en la piel cubiertas con escamas plateadas.

Es común que primero las personas desarrollen psoriasis y luego sean diagnosticadas con artritis psoriásica, no obstante, los problemas de las articulaciones se suelen presentar antes de que las manchas rojas sean visibles.

El dolor articular, la rigidez y la hinchazón son los síntomas principales de la artritis psoriásica. La misma puede llegar a afectar a cualquier parte del cuerpo, incluyendo las puntas de los dedos y la columna vertebral, y su intensidad puede variar de leve a grave. Tanto en la psoriasis como en la artritis psoriásica, los brotes pueden cesar y luego volver.

Hasta los momentos no existe una cura para esta enfermedad, por lo que el tratamiento está orientado al control del dolor y a evitar el daño en las articulaciones. Sin tratamiento, la artritis psoriásica puede llegar a volver incapacitada al paciente.

Tanto la artritis psoriásica como la psoriasis son trastornos crónicos, lo que significan que con el tiempo los síntomas tienden a empeorar. No obstante, estas pueden tener períodos de mejoramiento y la persona entrar en un estado de remisión sin más episodios.

Esta afección puede causar daños en las articulaciones de un lado de ambas partes del cuerpo. Los signos y síntomas de la artritis psoriásica por lo general tienden a parecerse a los de la artritis reumatoide. En ambos casos, las articulaciones de la persona poco a poco se vuelven dolorosas, hinchadas y calientes al tacto.

A pesar de esto, este tipo de artritis es más probable que ocasione lo siguiente:

  • Dedos de manos y pies hinchados: Esta afección produce una inflamación de los dedos de los pies y manos, acompañado de un dolor continuo. Asimismo, la misma puede ocasionar deformidades en ambas extremidades antes de que las articulaciones estén afectadas por completo.
  • Dolor en el pie: De una misma forma esta enfermedad puede ocasionar dolor en las zonas en donde los tendones y los ligamentos se unen a los huesos, en especial en la parte posterior del talón (tendinitis del tendón de Aquiles) o en la planta del pie (fascitis plantar).
  • Dolor en la espalda lumbar: Algunos pacientes desarrollan lo que se conoce como espondilitis como consecuencia de la artritis psoriásica. La misma se caracteriza por una inflamación entre las vértebras de la columna vertebral y en las articulaciones entre la columna vertebral y la pelvis (sacroilitis).

En este sentido, unas pocas personas con este trastorno desarrollan también artritis mutilante, una forma grave, dolorosa e incapacitante de la enfermedad. Con el paso del tiempo, la artritis mutilante va rompiendo los pequeños huesos de las manos (lo de los dedos), lo que termina conllevando a una deformidad y discapacidad permanentes.

Entre otras complicaciones que desarrollan las personas con este trastornos están los problemas oculares como conjuntivitis o uveítis, que pueden producir dolor, enrojecimiento de los ojos y visión borrosa. Al igual que poseen una mayor probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Artritis reactiva

La artritis reactiva está caracterizada por una inflamación y dolor muscular que viene dada por una infección en alguna zona del cuerpo, en general los intestinos, los genitales o las vías urinarias.

Esta enfermedad generalmente ataca las articulaciones grandes como las que están en las rodillas, la de los tobillos y de los pies.Por otro lado, la hinchazón también afecta los ojos, la piel y la uretra.

Lo particular de este tipo de artritis es que no suele ser muy recurrente. En líneas generales, los signos y síntomas suelen desaparecer al cabo de doce meses.

Siguiendo la idea anterior, los signos y síntomas de la enfermedad suelen presentarse al haber transcurrido cuatro o seis semanas del contacto infeccioso desencadenante. Los síntomas más comunes de la afección son los siguientes:

  • Dolor y rigidez: El dolor que se produce en esta enfermedad es habitual que se de en la zona de la rodilla, los pies y en los tobillos. También es común que el dolor se presente en la parte baja de la espalda, glúteos y talones.
  • Inflamación ocular: En la mayoría de los caso, los pacientes con este trastorno presentan inflamación en los ojos conocida como conjuntivitis.
  • Problemas urinarios: Este síntoma puede manifestarse como un dolor frecuente al momento de orinar, aumento en la frecuencia de orina, inflamación de la glándula de la próstata y del cuello uterino.
  • Inflamación del tejido blando en el punto donde se inserta en el hueso (entesitis): Este síntoma hace referencia a los músculos, tendones y ligamentos.
  • Hinchazón de los dedos de las manos y de los pies. En algunos casos, los dedos de las manos o de los pies pueden hincharse tanto que parecerán salchichas.
  • Trastornos de la piel: Esta enfermedad también puede llegar a afectar a la piel en diferentes formas, como por ejemplo producir erupciones en las plantas de los pies y las palmas de las manos, y llagas en la boca.
  • Dolor en la parte inferior de la espalda: Este dolor suele ser peor al momento de levantarse en la mañana y al acostarse en la noche.

Ya que esta enfermedad se produce por una infección en alguna zona del cuerpo, por lo general la persona no sabe que la padece hasta que algunos de los síntomas ya mencionados se hacen evidentes.

La infección la produce diferente tipo de bacterias. Algunas de ellas se pueden trasmitir sexualmente, mientras que otras por medio de la ingesta de algunos alimentos. Las bacterias que se sabe que desencadenan este tipo de artritis son:

  • Chlamydia
  • Salmonela
  • Shigela
  • Yersinia
  • Campylobacter
  • Clostridium difficile

Adicional a esto, cabe mencionar que este tipo de artritis no es contagiosa, solo se da en los casos que la persona se ve expuesta a cualquiera de las bacterias ya mencionadas.

Artritis reumatoidea en adultos

La artritis reumatoide es una afección crónica que puede llegar afectar más que solo las articulaciones del cuerpo. En algunos casos, la enfermedad puede dañar diversos sistemas corporales, como la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.

De una misma manera, esta enfermedad es vista como consecuencia de una deficiencia en el sistema inmunológico que ocurre cuando este ataca por error a los tejidos blandos.

A diferencia del desgaste que se produce con la osteoartritis, la artritis reumatoide afecta al revestimiento de las articulaciones y ocasionando una inflamación dolorosa que si no se trata a tiempo puede causar la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones.

En este sentido, la inflamación que se forma en las articulaciones por la enfermedad también es un factor clave en la deformación de otras partes del cuerpo. Si bien es cierto que la evolución de la medicina ha crecido bastante y ha mejorado la calidad de vida de estos pacientes, actualmente no se ha encontrado una cura para la enfermedad.

Para poder identificar y diagnosticar a un paciente de este tipo de artritis se deben tener en cuenta los siguientes síntomas:

  • Sensibilidad en las articulaciones en el momento de palpar, así como se muestran calientes e hinchadas.
  • Rigidez en las articulaciones que tiende a empeorar en las mañanas y luego de un tiempo sin realizar actividades físicas de algún tipo.
  • Cansancio, fiebre y pérdida del apetito.

Conforme la enfermedad avanza, los síntomas se empiezan a extender a las muñecas, las rodillas, los tobillos, los codos, la cadera y los hombros. En casi todas las circunstancias los signos se ven ambas partes del cuerpo.

De una misma manera, vale acotar que al menos el 40% de los pacientes con el trastorno reportar otros síntomas en donde no se ven involucradas las articulaciones. Este tipo de artritis en adultos puede afectar a otras estructuras del cuerpo que no poseen articulaciones, tales como:

  • Piel
  • Ojos
  • Los pulmones
  • Corazón
  • Riñones
  • Glándulas salivales
  • Tejido nervioso
  • Médula ósea
  • Vasos sanguíneos

Los signos de esta afección pueden variar dependiendo de la gravedad de la misma. Igualmente, existen periodos en los cuales los brotes desaparecen por completo, no obstante, siempre vuelven y con el tiempo puede llegar a deformar.

Ha sido todo por el artículo de hoy, esperamos que la información proporcionada le haya sido de gran ayuda. Le hacemos la invitación a leer también: Bromazepam y Acetazolamida