Celestone: Te explicamos todo lo que debes saber

Celestone es un fármaco ampliamente recomendado para mejorar las condiciones de enfermedades dermatológicas, musculoesqueléticas, endocrinas, alérgicas, entre otras patologías. Lo invitamos a conocer sobre su complejo activo y más, en este artículo. Recuerde que no debe automedicarse, por favor consulte siempre a su médico.

¿Qué es el Celestone?

El Celestones es un corticosteroide llamado también como glucocorticoide, son medicamentos que actúan como antiinflamatorios y también intervienen en las respuestas inmunológicas del organismo. Generalmente el Celestone se recomienda para atender y mejorar las afecciones que responden de manera positiva a este tipo tratamiento con corticosteroides inyectables.

El Celestone pertenece al grupo de los esteroides, estos son hormonas sintéticas que permiten controlar el metabolismo y las funciones inmunológicas, es decir, todo lo que se encuentra asociado a la respuesta del organismo como defensa natural contra las infecciones, las bacterias y los virus.

El Celestone es un medicamento que actúa para lograr equilibrar el contenido de agua y sal en el organismo y por supuesto interviene en los procesos inflamatorios. Este fármaco pertenece específicamente al grupo de los corticoesteroides, en donde los tratamientos con este tipo de medicamentos buscan reducir las respuestas orgánicas del sistema inmunológico.

Una de las ventajas que ofrece el uso de Celestone es que no tiene la retención de líquido como efecto secundario. Existen diversos tipos de presentaciones de este medicamento, con la finalidad de ampliar las posibilidades de uso y tipos de aplicación, existiendo presentaciones en crema, aerosol, loción, ungüentos e inyecciones.

Este tipo de medicamento se aplica como tratamiento cuando se busca un efecto prolongado, mientras que la presentación de corticosteroides inyectables es la alternativa efectiva para esos pacientes que no pueden ingerir este tipo de medicamentos vía oral.

¿Para qué sirve?

El Celestone tiene un amplio espectro de usos, cuando es administrado en forma de cremas, ungüento, loción y/o aerosol se logra alivio en el prurito, disminuye el enrojecimiento y la formación de costras, también ayuda a controlar la pérdida o descamación de la piel, la inflamación y el malestar provocado por diversas afecciones como el eccema, que es cuando nuestra piel se enrojece y pica.​

Este medicamento puede ser administrado vía oral, preferiblemente en combinación con antihistamínicos, los cuales son antagonistas de los receptores H1, estos son los responsables de provocar la contracción de la musculatura lisa de las vías respiratorias, produciendo prurito, dolor y estornudos. Este tipo de tratamiento combinado ayuda al control de los procesos alérgicos. Cuando el Celestone es indicado como un tratamiento inyectable, se debe colocar vía intramuscular para aliviar los problemas reumáticos, dermatológicos, alérgicos, entre otros.

El Celestone puede utilizarse también realizando una colocación inyectable localizada, esto funciona de manera muy efectiva para el tratamiento de la bursitis, que son esas pequeñas acumulaciones de líquido que interfieren en la fricción entre las zonas móviles en las articulaciones del cuerpo. En este sentido, el fármaco mejora los procesos inflamatorios de músculos y tendones.De igual manera existe una colocación intra articular para el tratamiento de Artritis reumatoide y artrosis.

Para las afecciones de la piel, en las que se hacen presentes algunos trastornos inflamatorios y quísticos, es recomendable colocarse el Celestone vía intradérmica/intralesional. Nunca debe ser colocado vía intravenosa o subcutánea.

Como podemos notar, el Celestone es un medicamento de amplio espectro, pues ayuda con las dolencias de salud asociadas a enfermedades reumáticas, del tejido conectivo, problemas de la piel, alergias, afecciones endocrinológicas, oftálmicas, respiratorias, hematológicas, gastrointestinales y de otros tipos de patologías que responden al tratamiento con corticosteroide. Es importante señalar que este tipo de tratamiento no reemplaza a la terapéutica convencional.

Las enfermedades osteomusculares y de los tejidos blandos son tratadas también con este medicamento, el cual puede ser administrado como tratamiento que acompañe a corto plazo y que permita recuperar al paciente de episodios agudos. Como es conocido, los episodios de artritis reumatoide en adultos y jóvenes así como la osteoartritis, pueden presentarse luego de un episodio con traumatismo.

A continuación nombraremos algunas de las patologías que pueden ser tratadas con Celestone, como coadyuvante de tratamiento y que son generalmente comunes; como por ejemplo la epicondilitis, conocida como codo del tenista, que se caracteriza por presentar un dolor en la cara externa del codo; la bursitis que consiste en dolores articulares comúnmente manifestados en los hombros y codos, entre otras. 

Para las enfermedades del tejido conectivo, el Celestone es utilizado como tratamiento de mantenimiento o en períodos de exacerbación, es decir, episodios agudos de dolor por inflamación de arterias, conocido en términos médicos como arteritis temporal, también se utiliza para el tratamiento de enfermedades autoinmunitarias, donde el propio sistema inmunológico del cuerpo ataca a las células sanas, tal es el caso de la artritis reumatoide, el lupus y la esclerosis múltiple, por mencionar algunas.

Como hemos señalado, la colocación de Celestone es muy efectiva para el tratamiento de enfermedades dermatológicas, las cuales pueden ser mejoradas con el uso de este medicamento; nos referimos a esas lesiones que surgen después de una cicatrización que se hace fibrosa, también la aparición de queloide, que es el engrosamiento de la piel posterior a una lesión, puede ser tratado con Celestone.

Con respecto a las enfermedades alérgicas que han sido tratadas de manera convencional y no han tenido una respuesta positiva, suelen ser tratadas con Celestone para el tratamiento del control de alergias severas e incapacitantes, como por ejemplo las rinitis alérgicas estacionales y el asma bronquial.

Este medicamento también puede ser utilizado en los procesos inflamatorios severos, generados por afecciones alérgicas que afectan los ojos, es decir que el Celestone puede ser indicado para tratar conjuntivitis alérgica.

En referencia a las enfermedades endocrinológicas también es utilizado el Celestone para el tratamiento de enfermedades en donde se encuentra involucrado el funcionamiento normal de las glándulas suprarrenales, las cuales se encuentran sobre los riñones y son las responsables de producir hormonas imprescindibles para la vida, como por ejemplo la hormona cortisol, que nos ayuda a responder ante el estrés.

Las enfermedades respiratorias, son tratadas con una combinación de Celestone junto a otros fármacos para obtener una respuesta satisfactoria en corto tiempo, generalmente este tipo de tratamientos es utilizado en procesos alérgicos.

En este mismo orden de ideas, las enfermedades hematológicas como la trombosis, que son los conocidos coágulos que se pueden formar en el interior de un vaso sanguíneo o vena,  pueden recibir tratamiento de Celestone con resultados satisfactorios.

El Celestone es utilizado con respuestas muy positivas en situaciones de alto riesgo, como es la presencia de una inflamación o edema cerebral, asimismo es utilizado como tratamiento coadyuvante, sin embargo, es importante resaltar que la utilización de este medicamento no sustituye a los procedimientos neuroquirúrgicos, pero si es un medicamento que puede ayudar de manera muy efectiva a minimizar el desarrollo de una inflamación cerebral por causa de traumatismos cráneo encefálicos, tumores cerebrales y accidente cerobrovascular.

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Forma farmacéutica

Las formas farmacéuticas tienen como finalidad facilitar la administración de las sustancias que conforman el medicamento, con las dosis adaptadas  a los principios activos y excipientes que los constituyen. Con base en lo anterior, el Celestone está disponible en las siguientes formas farmacéuticas:

Para tratamientos inyectables, hay formas farmacéuticas presentadas en ampollas o viales de 1 ml, 2 ml y 5 ml. También está la presentación de una caja con 1 ampolleta de 1 ml y caja con jeringa HYPAK prellenada con 2 ml (8 mg/2 ml) provista de aguja estéril desechable.

El aspecto del líquido es una solución transparente, incolora, con partículas blancas en suspensión, no hay presencia de aglomerados visibles, ni contiene partículas extrañas. La solución inyectable está constituida por fosfato sódico de betametasona y cada ml contiene un equivalente de 4,0 mg de betametasona, mientras que la sustancia excipiente o vehículo es de 1,0 ml.

La betametasona es un corticoesteroide sintético que tiene una acción bastante efectiva en los tratamientos antiinflamatorios, aunado a tener mínimo efecto mineral corticoide, es decir: retención de líquidos, alteración en los períodos menstruales, aumento de la presión arterial, entre otros.

CELESTONE

Otra forma farmacéutica es la presentación en gotas, las cuales contienen 0,5 mg de betametasona, un derivado sintético de la prednisolona. Los requisitos posológicos, es decir, el tiempo y cantidad que deba ser administrado, son variables, por lo que dependen de cada paciente y enfermedad específica.

La siguiente forma farmacéutica es en crema, de color blanco, con textura suave y uniforme. Contiene 1 mg de betametasona y 1 mg de gentamicina. Como excipiente tiene 72 mg/g de Alcohol cetoestearílico y 1 mg/g de clorocresol.

Por último se presentan las características de la fórmula farmacéutica en tabletas, donde cada tableta contiene 0.5 mg de betametasona. Al igual que la fórmula farmacéutica en gotas, la betametasona en esta presentación es un análogo sintético de la prednisolona.

Indicaciones terapéuticas

A continuación vamos a señalar las enfermedades y población a las que va dirigido este medicamento. Como hemos mencionado anteriormente, el Celestone está indicado para el tratamiento de diversas enfermedades osteomusculares, alergias endocrinas, oftalmológicas, así como del tejido conectivo, dermatológicas, respiratorias, neoplásicas, gastrointestinales, hematológicas y otras afecciones que respondan a los tratamientos con corticosteroides.

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Los tratamientos con corticosteroides son generalmente indicados para que sirvan de acompañante y robustezcan los procedimientos de la terapéutica convencional, los cuales está dirigidos a mejorar patologías asociadas a la respuesta inmunológica del organismo, que provoca inflamaciones.

Las enfermedades osteomusculares y de los tejidos blandos pueden unificarse en un grupo, debido a que el tratamiento con Celestone es del tipo coadyuvante de corta duración, esto quiere decir que es suministrado o indicado para ayudar a los pacientes a salir de una crisis o episodio agudo. Podemos nombrar casos de artritis reumatoide del adulto y artritis reumatoide juvenil, que son muy comunes y dolorosos, ante los cuales este medicamento puede ser utilizado en bajas dosis.

Con respecto a las enfermedades del tejido conectivo, este medicamento es indicado como tratamiento de mantenimiento en casos determinados de lupus eritematoso generalizado e inflamación del músculo del corazón, que en términos médicos se conoce como carditis reumática aguda. Asimismo puede ser indicado como tratamiento de episodios exacerbados de escleroderma, dermatomiositis y arteritis temporal.

En cuanto a las enfermedades dermatológicas como los eritemas, icosis fungoide y psoriasis, el Celestone tiene efectos positivos y de respuesta calmante inmediata, al igual que en el control de aquellas enfermedades alérgicas que no tienen respuesta a los tratamientos convencionales.

En las enfermedades donde se encuentra comprometido el funcionamiento de los riñones por diversas patologías, también los tratamientos con Celestone han tenido resultados positivos. En este sentido, se pueden señalar tratamientos en insuficiencia corticosuprarrenal primaria y secundaria e hiperplasia suprarrenal.

Finalmente, enfermedades de tiroiditis no supurante, afecciones oftálmicas y respiratorias como enfisemas pulmonares y fibrosis son tratadas con Celestone como tratamiento coadyuvante a corto plazo y tratamiento periférico. Mientras que ante enfermedades hematológicas como la trombocitopenia idiopática, anemia hemolítica y afecciones neoplásicas este fármaco se utiliza como tratamiento paliativo.

 Contraindicaciones del Celestone

La condición ideal de un paciente es aquella donde no tiene que ingerir ningún medicamento, pero lamentablemente la salud humana puede verse afectada de manera imprevista, por lo que debe ser atendido con fármacos para su recuperación. Estas sustancias pueden estar contraindicadas en pacientes que presenten cierta condición clínica. En el caso del Celestone la forma farmacéutica de tabletas se encuentra contraindicada para pacientes que presenten infecciones generadas por la presencia de hongos.

Existen ciertas afecciones preexistentes en las que el médico debe considerar los beneficios clínicos frente a los posibles efectos no deseados, es por ello, que la personas que estén diagnosticadas con úlcera gastroduodenal, hipertensión arterial o diabetes, deben informar a su médico oportunamente, para evitar efectos secundarios.

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En este mismo orden de ideas, la hipersensibilidad al fosfato sódico de betametasona es otra de las contraindicaciones que se pueden presentar, así como los trastornos de líquidos y electrolitos por la retención de sodio, aunque como fue indicado anteriormente, el Celestone es un medicamento donde la probabilidad de que se genere la retención de líquido es baja, de modo que su implementación queda a criterio del médico en estos casos.

Embarazo y lactancia

Hasta la fecha, solo se reconocen los efectos de los corticosteroides profilácticos hasta la semana 32 de gestación. Con base en ellos, el médico debe evaluar con detalle los beneficios que aportará el medicamento en función de los riesgos potenciales que puedan afectar a la madre, posterior al período estudiado.

Los corticosteroides no están indicados como tratamiento para atender la dificultad respiratoria en neonatales, lo cual es muy común que se presente en aquellos bebés que nacen de forma prematura. Además, los corticosteroides no deben ser administrados en pacientes embarazadas que presenten daño placentario ni síntomas de preeclamsia o eclampsia, que son complicaciones asociadas a alteraciones en la presión arterial de la madre.

Ahora bien, las pacientes que hayan recibido tratamiento con corticosteroides durante el embarazo deben ser vigiladas en caso de presentar síntomas de insuficiencia suprarrenal, durante y después del trabajo de parto. De igual manera, cuando las madres han recibido tratamiento con dosis altas de corticosteroides, se debe monitorear la aparición de signos de insuficiencia suprarrenal en los recién nacidos.

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En este sentido, los bebés nacidos de madres que han recibido betametasona durante el período prenatal pueden presentar una disminución temporal de la secreción de la hormona de crecimiento y en general de las hormonas hipofisarias, no obstante, se ha determinado que la supresión de la hidrocortisona fetal no interfiere con las respuestas hipofisarias y suprarrenales al estrés después del nacimiento.

Es importante saber que los corticosteroides tienen la capacidad de atravesar la barrera placentaria y estos serán excretados en la leche materna, por ello es de suma importancia que se realice seguimiento a los recién nacidos cuyas madres recibieron tratamiento con este tipo de sustancias, especialmente para descartar cataratas congénitas, la cual es una alteración posible pero no frecuente. Adicionalmente, los corticoesteroides no producen efectos sobre el desarrollo cognitivo de los infantes cuyas madres recibieron tratamiento durante el embarazo.

Debido a todos los posibles efectos contraproducentes que puede generar el tratamiento con Celestone en los lactantes, es recomendable que se suspenda la administración del medicamento durante el período de lactancia o bien suspender la lactancia en caso de que sea indispensable el tratamiento para la madre.

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Efectos Secundarios

Los efectos secundarios que puedan ser generados por el consumo de Celestone se fundamentan en su complejo activo, que son los corticosteroides. Los mismos estarán relacionados con la cantidad y tiempo del tratamiento, es decir, con la posología.

En este sentido, cuando se identifica el comienzo de reacciones adversas por el consumo del medicamento, una manera de disminuir o evitarlos se encuentra en el ajuste de la posología prescrita o simplemente la suspensión del tratamiento.

Como efecto secundario ante el uso de Celestone se puede presentar la pérdida de potasio, donde el paciente presentará una concentración menor de lo que se recomienda para esta sustancia en el organismo, lo que genera una respuesta renal inadecuada. Se debe tener especial atención en pacientes con factores de riesgo cardiovascular, debido a que se puede potenciar una insuficiencia cardíaca congestiva.

Además es posible generar efectos secundarios osteomusculares, como los que se describen a continuación:

  • Debilidad muscular.
  • Pérdida de masa muscular.
  • Agravamiento de enfermedades raras y autoinmunes que afectan la transmisión de los impulsos nerviosos.
  • Dificultad en la captación de calcio, lo que puede derivar en osteoporosis.
  • fracturas vertebrales por compresión.
  • fractura de huesos largos.
  • Ruptura de tendones y otras fibras.

Las condiciones psiquiátricas de los pacientes también pueden verse afectadas, presentando episodios de euforia, depresión, cambios del humor, manifestaciones psicóticas, cambios en la personalidad, hiperirritabilidad, alucinaciones e insomnio.

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Adicionalmente se pueden generar problemas endocrinos como: irregularidades menstruales; desarrollo de estado cushingoide que se presenta por un elevado nivel de la hormona cortisol; depresión del crecimiento intrauterino fetal o de la niñez; disfunción en los procesos renales y manifestaciones de diabetes mellitus latente.

En pacientes diabéticos es posible que se deba realizar un aumento en las dosis de insulina o agentes hipoglucémicos orales. En referencia a los efectos secundarios gastrointestinales se puede generar úlcera péptica con posibilidad de perforación y hemorragia; distensión abdominal; esofagitis ulcerante y pancreatitis.

A nivel dermatológico puede interferir en la cicatrización de heridas, piel frágil y fina, acné, atrofia cutánea, aumento de la sudoración, estrías, reacciones como dermatitis alérgica y urticaria. Mientras que neurológicamente los pacientes pueden presentar convulsiones, vértigo y cefalea.

En lo referente a oftalmología se pueden producir un aumentos de la presión intraocular, cataratas, glaucoma y finalmente desórdenes metabólicos.

En caso de desconocer que sufre de reacciones alérgicas al principio activo del Celestone, debe buscar atención médica inmediata si presenta los siguientes síntomas: Dificultad para respirar, inflamación de los labios, lengua y cara, evidencias de enrojecimiento o ronchas en piel.

La misma recomendación aplica si se encuentra en tratamiento y comienza a notar problemas con su visión, heces con sangre, depresión aguda, convulsiones, presión arterial alta, fuerte dolor de cabeza, ganancia rápida de peso o falta de aire al respirar.

Los anteriores son síntomas graves de efectos secundarios y debe consultar con prontitud a su médico. Los síntomas como insomnio, cambios de humor, aumento de sudoración, mareos, dolor de cabeza, piel seca, acné y lentitud en el de cicatrización, son considerados efectos secundarios de menor gravedad, pero de igual manera debe consultar a su médico.

Dosis y administración

Como se ha indicado anteriormente, la dosis, tiempo y forma de administración del tratamiento es individual para cada paciente y dependerá del tipo de afección que presente, su edad, peso, capacidad de respuesta, entre otras características y factores que evaluará el médico al momento de indicar tratamiento.

En referencia a la dosis de tratamiento oral con Celestone, esta puede variar entre 0,25 a 8 mg por día, lo cual va a depender de la enfermedad específica a tratar; si se trata de un caso considerado de gravedad, quizá se requiera aumentar la dosis, mientras que si es de menor gravedad la dosis será menor.  En ambos casos debe mantenerse o ajustarse la dosis dependiendo de la respuesta del paciente en tratamiento.

Si luego de un período razonable no se obtiene una respuesta satisfactoria por parte del paciente, se recomienda suspender el tratamiento con celestone y administrar otro medicamento que sea autorizado por su médico. En los casos pediátricos la dosis inicial de betametasona por vía oral varía entre 0,017 a 0,25 mg o lo que es igual entre 17,5 a 250 mcg por kg de peso corporal diarios.

Se utilizan los mismos criterios para ajustar la dosis en adultos, pues para obtener una respuesta satisfactoria se deberá determinar la dosis de mantenimiento adecuada. Es recomendable ir disminuyendo poco a poco la dosis inicial, hasta determinar la dosis más baja capaz de mantener una respuesta clínica adecuada.

Si durante el tratamiento se produce un período de remisión espontáneo, es decir, la desaparición completa de los signos y síntomas de la enfermedad en el paciente, el tratamiento debe ser suspendido. Sin embargo, no se puede retirar el consumo de Celestone abruptamente, en cambio se deberá disminuir la dosis de manera progresiva, bajo supervisión médica.

Es importante mencionar también que la exposición de un paciente a situaciones de estrés que no están relacionadas con la enfermedad, puede generar una condición que amerite una dosis mayor de Celestone en tabletas. Pero cuando el diagnóstico arroja patologías de tipo reumatoide, como artritis, entre otros, se recomienda una dosis diaria inicial de 1 a 2,5 mg la cual se mantendrá hasta obtener una buena respuesta, esperando al menos 3 o 4 días o durante un período de 7 días.

A partir de allí, la dosis se podrá incrementar para lograr la respuesta inicial deseada, pero si después de ello aún no se obtiene respuesta dentro de los siete días, es necesario verificar el diagnóstico. Al obtener una respuesta favorable la dosis debe disminuirse a 0,25 mg cada dos o tres días, posteriormente se debe identificar la dosis de mantenimiento apropiada, que en la mayoría de los casos se encuentra determinada entre 0,5 a 1,5 mg diarios.

Ahora que conocemos los lineamientos generales sobre dosis y administración de Celestone, a continuación se describe su implementación en enfermedades particulares, para las cuales suele ser indicado:

En tratamientos para atender la fiebre reumática aguda, la dosis diaria inicial se encuentra determinada entre 6,0 a 8,0 mg, al obtener la respuesta satisfactoria esta debe ser ajustada y preferiblemente disminuida a 0,25 a 0,5 mg al día hasta llevar al paciente a un nivel de mantenimiento. El tratamiento se mantendrá a este nivel durante cuatro a ocho semanas o más, como tratamiento periférico al evento. En caso de repetirse la enfermedad se debe restituir el tratamiento.

Para el tratamiento de bursitis, se inicia con una dosis recomendada de 1 a 2,5 mg diarios en dosis divididas. En la mayoría de los casos se obtiene una respuesta satisfactoria en los primeros 3 días, posteriormente se debe iniciar la reducción gradual de la dosis hasta la suspensión total del tratamiento. En estos casos los tratamientos son relativamente breves, pero de presentarse una recaída, es recomendable reiniciar el tratamiento.

Para los problemas respiratorios, como los estados asmáticos, pueden necesitarse de 3,5 a 4,5 mg diarios para atender los estados críticos exacerbados, posteriormente debe ser reducida la dosis a 0,25 a 0,5 mg en días alternos hasta lograr determinar la dosis de mantenimiento o por decisión médica suspender el tratamiento.

Cuando se trata de un cuadro de asma crónica, se recomienda administrar 3,5 mg diarios e incluso puede ser necesario más, al no obtener la respuesta satisfactoria en un período de al menos 7 días. Luego se reducirá la dosis a 0,25 a 0,5 mg al día hasta obtener un nivel de mantenimiento.

Cando se trata un enfisema o fibrosis pulmonar, las dosis iniciales se encuentran determinadas en 2 a 3,5 mg diarios, en dosis divididas, no hay cantidad de días, se mantiene el tratamiento hasta que se observe mejoría satisfactoria.

Al obtener respuesta adecuada por parte del paciente se recomienda disminuir la posología a 0,5 mg cada dos o tres días hasta alcanzar una dosis de mantenimiento satisfactoria, la cual se encuentra estimada entre 1 y 2,5 mg.

En los casos de alergias propias de las temporadas de primavera y verano conocidas como fiebre del heno o polenosis, el tratamiento debe estar dirigido a la mejoría sintomática y no a la recuperación total, mientras dure la estación de máxima producción de polen.

El primer día se debe administrar de 1,5 a 2,5 mg, en dosis divididas, al obtener la respuesta satisfactoria se debe disminuir a una dosis de 0,5 mg diarios y mantener hasta que desaparezcan los síntomas. Es importante determinar la dosis de mantenimiento ya que deberá ajustarse durante la época culminante de la estación de polen, que generalmente dura entre 10 y 14 días, debiendo entonces suspender el tratamiento.

Celestone en su fórmula farmacéutica en tabletas pueden funcionar como tratamiento antialérgico, sin embargo se utilizará solo cuando sea realmente necesario.

Para el Lupus eritematoso generalizado la dosis terapéutica inicial se encuentra establecida entre 1 a 1,5 mg, los cuales deben ser administrados tres veces al día. En oportunidades quizá se necesiten dosis mayores para obtener una respuesta satisfactoria, al tener respuesta se debe comenzar a disminuir de manera gradual y determinar la dosis de mantenimiento que se encuentra predeterminada entre 1,5 a 3,0 mg por día.

En el tratamiento de enfermedades dermatológicas la dosis inicial se encuentra entre de 2,5 a 4,5 mg al día, al controlar de manera satisfactoria  se disminuirá de 0,25 a 0,5 mg cada dos o tres días, hasta identificar y determinar la dosis de mantenimiento. En trastornos que necesiten tratamiento por tiempo prolongado las dosis a manejar son variables, por lo que se recomienda la revisión de un médico.

En las afecciones oftálmicas inflamatorias el tratamiento inicial es de 2,5 a 4,5 mg diarios en dosis divididas hasta alcanzar el control satisfactorio, o cumplir el tiempo de tratamiento recomendable que corresponde a 7 días. Luego del tiempo señalado se disminuye la dosis a 0,5 mg para mantenimiento, en caso de estar frente a un trastorno crónico que requieran tratamiento continuo.

Para el tratamiento de las glándulas suprarrenales la dosis debe ser estrictamente individual, ya que deben ajustarse a mantener niveles de 17-cetosteroides, que son los límites normales, para ello generalmente han sido eficaces las dosis entre 1 a 1,5 mg diarios, en dosis divididas, preferiblemente.

Los mejores resultados se han obtenido prescribiendo dosis únicas diarias, lo que asegura el cumplimiento del régimen posológico. No se recomienda el uso para tratamientos en días alternos porque la vida media biológica del principio activo es prolongada entre 36 a 54 horas, si se usa en tratamientos intermedios se pueden generar efectos supresores asociados en el eje hipotálamo-hipófisis.

Si este artículo ha sido de su agrado y lo ha ayudado a responder sus inquietudes en referencia al medicamento Celestone, puede obtener información sobre otros medicamentos los siguientes enlaces: