Ivabradina: Qué es, para qué sirve, nombre comercial y más

La ivabradina es un medicamento perteneciente a la categoría cardiovascular. Este se encarga de reducir únicamente la frecuencia cardíaca, lo que contribuye al tratamiento de distintas enfermedades cardiovasculares, ya que impide de manera específica la corriente lf (corriente funny). Si quiere saber más sobre este medicamento continúe leyendo, y recuerde que este es un artículo informativo, por lo que debe consultar con su médico antes de tomar ivabradina.

ivabradina

¿Qué es y para qué sirve la ivabradina?

La ivabradina es, generalmente, una tableta de 5 mg oblongas, triangular de 7,5 mg color salmón, la cual debe tomarse por vía oral. Su principio activo es la ivabradina como tal y se suele administrar en dosis de 5 y 7,5 mg.

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La ivabradina se utiliza como tratamiento sintomático de la angina de pecho crónica estable (se caracteriza por generar dolor de pecho y de espalda luego de actividades donde se realice esfuerzo físico, y se genera debido a problemas con el flujo adecuado de sangre al corazón).

También se utiliza en pacientes que presentan un ritmo sinusal normal (latido cardíaco normal) que no pueden ser tratados o que no pueden tolerar betabloqueantes (otro tipo de medicamento para tratar la angina de pecho). Este medicamento sólo puede administrarse con receta médica.

Nombre comercial

La ivabradina se vende generalmente bajo el nombre comercial de Procoralan. Otros nombres frecuentes incluyen Corlanor, Ivabradina, Bradia, Coralan, Inapure, Ivabeat, Ivanode e Ivazine.

Mecanismo de acción

El inhibidor selectivo de la frecuencia cardíaca (cronotrópico negativo) actúa presionando la corriente If (corriente funny) del miocardio diferenciado a nivel del nódulo sinoauricular. Esta actividad es responsable de la despolarización diastólica del nodo sinusal para el control de la frecuencia cardíaca.

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La corriente funny se caracteriza por ser una corriente entrante de Na (sodio) que despolariza la célula del miocardio. Comienza cuando el potencial de acción es igual a -70 mV y termina a -20 mV (por lo que no es responsable de la despolarización final que, por el contrario, se carga a la corriente de calcio T y L). Al desacelerar la tasa de despolarización de la célula del miocardio, la frecuencia cardíaca también se ralentiza.

Efectos secundarios

Como cualquier medicina, este medicamento puede generar efectos secundarios, aunque bien se sabe que no todas las personas lleguen a padecer de estos. Los tipos de efectos secundarios se pueden dividir en muy comunes (puede afectar a más de 1 de cada 10 pacientes), común (puede afectar hasta 1 de cada 10 pacientes) poco común (puede afectar hasta 1 de cada 100 pacientes), raro (puede afectar hasta 1 paciente en 1.000) y muy raro (puede afectar hasta 1 de cada 10,000 pacientes).

Los posibles efectos secundarios que se mencionan a continuación se dividirán en dichas categorías, y cabe destacar que las reacciones adversas más comunes que se producen con el uso de este medicamento dependen mucho de la dosis y están estrechamente relacionadas con su mecanismo de acción:

Muy común: fenómenos visuales luminosos (aparición de brillos durante un corto período de tiempo, mayormente causados ​​por cambios inoportunos en la intensidad de la luz que recibe la persona). Estos fenómenos también se pueden describir como la aparición de un halo, flashes de colores, distorsión de la imagen percibida o múltiples imágenes.

Este tipo de efecto genera mayormente un aumento en la sensibilidad de la visión del paciente, y generalmente se desarrollan durante los primeros dos meses de tratamiento, sin embargo, luego de la primera aparición pueden ocurrir frecuentemente pero de igual manera desaparecen durante o luego del tratamiento.

Común: contracciones rápidas e irregulares del corazón, percepción o sensación anormal de los latidos del corazón, presión arterial por fuera de sus niveles y sin un control en específico, dolor de cabeza, mareos y visión borrosa.

Poco común: aparición de palpitaciones y latidos irregulares del corazón, sensación de mareo y / o náuseas, aparición de estreñimiento, diarrea, dolor abdominal, mareos tipo vértigo, dificultad para respirar (disnea), calambres musculares, cambios en los niveles regulares de laboratorio tales como, niveles altos de ácido úrico, exceso de eosinófilos (un tipo de glóbulo blanco) y creatinina elevada (como consecuencia de degradación muscular) en la sangre.

Aparición de sarpullido, angioedemas (tales como hinchazón de la cara, lengua o garganta, dificultad para respirar o tragar), disminución de la presión arterial, desmayos, sensación excesiva de cansancio, sensación de debilidad, visión doble y visión debilitada.

Raras: urticaria, picazón, enrojecimiento de la piel y malestar general. Muy raro: latidos irregulares del corazón. Cabe destacar que si presenta cualquiera de los efectos secundarios incluidos en esta lista, e incluso cualquier otro que no haya sido mencionado, debe hablar con su médico o farmacéutico inmediatamente.

Indicaciones

La ivabradina es una medicina tipo cardiovascular, o en otras palabras, para tratar afecciones del musculo cardiaco, que se utiliza para tratar algunas enfermedades tales como: la angina de pecho estable (como tratamiento sintomático), la cual causa normalmente molestias en el pecho, en pacientes de edad adulta quienes presentan una presión arterial alta, es decir, que es mayor o igual a 70 latidos por minuto.

También se tiene a utilizar en pacientes adultos que no reciben bien, toleran o bien no pueden tomar medicamentos para el corazón, a los que se les llama betabloqueantes, como mencionamos anteriormente. Igualmente usa como terapia combinada con bloqueadores tipo beta en pacientes adultos cuya enfermedad no está del todo controlada con un betabloqueante.

Igualmente se usa en combinación con terapias convencionales en el caso de que aquellas terapias que incluyan tratamiento con un bloqueador beta estén contraindicados al paciente o bien no sean tolerados.

Ahora veremos un poco más a fondo de que trata la angina de pecho estable. La angina estable (comúnmente llamada angina) es una enfermedad que afecta al corazón y qué ocurre cuando este no recibe suficiente oxígeno. Normalmente aparece entre los 40 y 50 años de edad, y el síntoma más común de esta enfermedad es la aparición de dolor o incomodidades en el pecho.

Es más común que la angina decida manifestarse cuando el corazón se acelera y comienza a latir rápidamente, y esto debido a situaciones que lo someten a este tipo de ritmo, tales como actividad física, emoción, exposición al frío o después de comer. Este aumento en la frecuencia cardíaca puede generar el dolor en el pecho en aquellas personas que sufren de angina de pecho.

Ahora veremos un poco más a fondo de que trata la insuficiencia cardíaca crónica. La insuficiencia cardíaca crónica es una enfermedad de tipo cardiaca o cardiovascular que ocurre cuando el musculo cardíaco (corazón) no es capaz de enviar a través del bombeo suficiente sangre al resto del cuerpo para cumplir con las funciones básicas. Los síntomas que caracterizan a la insuficiencia cardíaca son dificultad para respirar, exceso de fatiga, exceso de cansancio y tobillos hinchados.

Ahora veremos un poco sobre cómo funciona la ivabradina en el tratamiento de estas enfermedades: la ivabradina funciona mayormente a través de la reducción de la frecuencia cardíaca en unos escasos pulsaciones por sesenta segundos. Por consiguiente, el corazón reduce su media de cantidad de oxígeno, mayormente en aquellas situaciones en las que es mucho más probable que se genere la angina.

Contraindicaciones

Existen ciertas condiciones en las cuales no se recomienda tomar este fármaco ya que podría traer efectos severos para la persona. Entre estas tenemos: si es alérgico a la ivabradina o a cualquiera de los otros componentes existentes en este fármaco. Si la frecuencia cardíaca del paciente en reposo antes del tratamiento está más baja de lo normal (menos de 70 latidos por minuto).

Si padece o ha padecido un shock cardiogénico (una afección del corazón tratado en hospital). Si padece de algún tipo de trastorno del ritmo cardíaco. Si ha tenido ataques al corazón. Si sufre o padece de presión arterial muy baja generalmente. Si padece angina inestable (una tipo de angina grave en el que el dolor del pecho aparece muy frecuentemente con o sin esfuerzo). Si sufre de insuficiencia cardíaca y que empeoró hace poco.

Si su ritmo cardiaco es determinado solamente por marcapasos. Si presenta problemas hepáticos graves. Si es una mujer en estado propicio a tener hijos y actualmente no usa métodos anticonceptivos adecuados. Si está embarazada o está en el proceso de intentar tener un hijo, o si bien está en período de amamantamiento.

Si usted está siendo tratado con fármacos para que atacan las infecciones por hongos (como el itraconazol o ketoconazol), medicamentos para tratar enfermedades de transmisión sexual (tales como nelfinavir, ritonavir) antibióticos de tipo macrólidos (josamicina, claritromicina, telitromicina o eritromicina administrado por vía oral) o nefazodona (una medicina para el tratar de la depresión) o también diltiazem o verapamil (si se utilizan para tratar la presión arterial alta o angina de pecho en general).

Igualmente recuerde consultar con su médico ya que el determinará si este o cualquier otro medicamento favorece y ayudará a mejorar su condición o enfermedad, y si algunos de estos factores influyen sobre su tratamiento con ivabradina.

Precauciones

Igualmente, existen algunas precauciones que hay que tomar en cuenta al momento de ingerir este fármaco. Asegúrese de informar a su médico sobre si padece alguna de las siguientes condiciones o enfermedades, ya que él determinará lo que más favorecerá a su salud.

Si sufre de fibrilación auricular sostenida (un tipo de arritmia que hace que el ritmo cardíaco se vuelva irregular), trastornos del ritmo cardíaco (como latidos irregulares del corazón, palpitaciones fuertes, incremento de dolores en el pecho), o una alteración del electrocardiograma (ECG) denominada «síndrome del QT largo».

También, si se cansa o fatiga fácilmente, presenta mareos o dificultad para respirar frecuente (esto podría ser una señal de que el corazón late muy despacio). Si usted sufre de síntomas de la fibrilación auricular sencilla (cuando la frecuencia de los latidos del corazón son extrañamente altos en estado de reposo, es decir, más de 110 latidos por minuto, o latidos irregulares sin motivo aparente, lo cual hace que sea mucho más difícil de medir).

Si ha sufrido de un accidente cerebrovascular hace poco, también conocido como ataque cerebral. Si sufre de presión arterial baja entre leve y moderada, nunca extrema. Si padece de presión arterial no controlada, especialmente como consecuencia de un cambio en el tratamiento antihipertensivo. Si padece de insuficiencia cardíaca grave o insuficiencia cardíaca con una alteración del electrocardiograma (ECG) llamado «bloqueo de rama».

Si padece de alguna enfermedad crónica de la retina. Si tiene problemas hepáticos moderados o si tiene problemas renales graves. Igualmente, este fármaco no se recomienda para el tratamiento en pacientes menores de los 18 años de edad.

Dosis

En caso de que le hayan indicado el tratamiento de ivabradina, su médico debe especificar la dosis y frecuencia de toma de cada día, ya que estas dependerán del tipo de afección o enfermedad que padezca. Cabe destacar que este medicamento debe siempre tomarse con las comidas. Igualmente existen algunas dosis generales recomendadas dependiendo de la enfermedad.

Si el tratamiento corresponde al de la angina de pecho estable: la dosis inicial de este medicamento no debe sobrepasar la tableta de ivabradina de 5 mg, por dos veces al día. Si sus síntomas de angina persisten y tolera bien la dosis diaria de 5 mg por dos veces al día, puede considerar aumentar la dosis. Cabe destacar que la dosis de mantenimiento no debe exceder los 7,5 mg por dos veces al día igualmente.

La frecuencia de toma de las dosis habituales es una tableta por la mañana y otra tableta por la noche. En ciertos casos especiales, (por ejemplo, si es un adulto mayor de edad), puede que su médico le recete la mitad de la dosis que generalmente se indica, por ejemplo, le recetaría 2,5 mg de ivabradina en vez de 5 mg, tomando media pastilla de 5 mg por la mañana y medio pastilla por la noche.

Si el tratamiento corresponde al de la insuficiencia cardíaca crónica: la dosis inicial recomendada de este medicamento es de una tableta de ivabradina de 5 mg dos veces al día, la cual se aumentará según sea el caso a una tableta de ivabradina de 7,5 mg.

Los momentos ideales y recomendados para las tomas de estos medicamentos es una en la mañana y otra en la noche. Al igual que en el caso de la angina de pecho, en algunas condiciones, tales como si se es anciano, puede que el médico recete la mitad de la dosis habitual recomendada para una persona adulta.

Sobredosis

Si se llega a presentar el caso de una sobredosis de ivabradina, los síntomas inmediatos que puede percibir son la falta de aliento o sensación de cansancio debido a que su ritmo cardíaco se ha disminuido demasiado. Si esto llega a pasar, debe comunicarse inmediatamente con su médico de confianza.

Si llega a olvidar tomar una de las dosis recetadas, espere a la hora de la siguiente dosis y omita la olvidada, tampoco tome una doble dosis para compensar la que olvidó. Adicionalmente, las enfermedades que generalmente se tratan con este medicamento, tales como la angina de pecho y la insuficiencia cardiaca crónica, como bien mencionamos antes, son enfermedades de por vida, por eso debe consultar con su médico antes de suspender el tratamiento de este medicamento.

Interacciones

También existen algunos fármacos los cuales generan interacciones y reacciones en nuestra anatomía si los tomamos al mismo tiempo que la ivabradina, que pueden o no ser dañinos para el paciente. Consulte con su especialista e infórmele sobre cualquier otro fármaco, suplemento natural o artificial que esté tomando, ya que puede existir el caso de que se tenga que controlar la dosis o cambiar de tratamiento.

Los medicamentos y compuestos que generan interacciones con la ivabradina son: fármacos que prolongan el intervalo QT para el tratar  cambios en el ritmo cardíaco u otras condiciones tales como: ibutilida, sotalol, la quinidina, disopiramida, amiodarona (para atacar cambios en el ritmo cardíaco), bepridil (como tratamiento de angina de pecho).

Algunas clases de medicinas para tratar la ansiedad, esquizofrenia u otras psicosis (como pimozida, ziprasidona, sertindol), fluconazol (medicamento antimicótico), rifampicina (antibiótico), barbitúricos (para insomnio o epilepsia). Fenitoína (para la epilepsia), Hypericum perforatum o hierba de San Juan (producto herbal utilizado para tratar la depresión).

Medicamentos para la malaria (como mefloquina o halofantrina), eritromicina intravenosa (un antibiótico), pentamidina (un antiparasitario), cisaprida (utilizada para el reflujo gastroesofágico). Ciertas clases de diuréticos que pueden generar una reducción en los niveles de potasio en la sangre, como furosemida, hidroclorotiazida, indapamida (utilizada para tratar el edema y la presión arterial alta). Igualmente, evite el jugo de toronja durante el tratamiento con ivabradina.

Angina de pecho

Con «angina de pecho» nos referimos a un dolor muy intenso e inoportuno que se genera en el centro del pecho, se puede comparar con la sensación de tener una barra de metal que presiona en el pecho. Dependiendo del tipo y gravedad de la afección, este tipo de dolor puede ocurrir al realizar ejercicio físico o incluso en reposo. En general, este dolor persistente durante algunos minutos y viene junto a una fuerte sensación de angustia, parecido a un ataque cardíaco.

La angina es generalmente causada por la aparición de arterias coronarias obstruidas en cierta parte, teniendo como consecuencia el no poder suministrar al músculo cardíaco (corazón) suficiente oxígeno y nutrientes para preservar la contracción y todas sus demás funciones de manera correcta. El dolor que aparece repentinamente es la señal de advertencia que el corazón da a manera de comunicar que está sufriendo.

Los principales síntomas de angina de pecho son el dolor y la rigidez aparente en el centro del pecho y la sensación de angustia. Los ataques de angina pueden a veces ir acompañados de igual manera con la sensación de falta de aliento y fatiga inoportuna, sudoración excesiva, sensación de desmayo y palpitaciones asociadas con mareos.

Esta afección también puede afectar significativamente la calidad de vida que presenta el paciente entre un ataque y otro, ya que podría traer consigo algunas limitaciones en específico en cuanto a las actividades de la vida diaria, tanto de manera grave (afortunadamente poco frecuentes) y por consecuencias psicológicas negativas asociadas a la enfermedad (ansiedad y depresión).

Las principales complicaciones que puede presentar la angina de pecho dependen mayormente del grado de obstrucción de las arterias coronarias, a mayor obstrucción, mayor será el empeoramiento gradual de los síntomas, generando ataques mucho más frecuentes (no sólo durante el esfuerzo físico, si no también en reposo), sumada la fatiga constante, debilidad y dificultad para respirar.

Adicionalmente, cuando las arterias coronarias están demasiado obstruidas, aumenta exponencialmente el riesgo de ataque cardíaco. Muchas veces, la angina se manifiesta de manera leve o moderada, por lo que puede mantenerse controlada por un extenso período de tiempo si se utilizan medicamentos seguros y efectivos, al igual que evitando esfuerzos musculares intensos.

El tratamiento más utilizado comprende la toma de bloqueadores de los canales de calcio, bloqueadores beta, nitratos y / o fármacos antiplaquetarios, que el médico se encarga de elegir y de indicar su dosis dependiendo de la intensidad de su afección, la presencia de cualquier otra enfermedad en el paciente y la respuesta individual de este en cuanto al tratamiento.

De igual manera, cabe destacar que estos medicamentos son indicados para su ingesta diaria ya que este tipo de enfermedades suelen ser de por vida, por lo que no de indican para curar la enfermedad si no para controlarla y prevenir posibles ataques indeseados.

Los nitroderivados son otro tipo de medicamento que también sirven para disminuir el dolor anginoso cuando toma lugar un ataque agudo. En dado caso, es recomendable tomar las tabletas hechas especialmente para disolución debajo de la lengua, ya que estas tienen una absorción más rápida que las pastillas comunes, y aseguran el alivio del dolor.

Sin embargo, cuando está indicada una terapia básica a largo plazo, lo más indicado son los parches transdérmicos, los cuales tienen como fin liberar gradualmente los nitroderivados que son posteriormente absorbido a través de la piel, lo que garantiza una protección constante y prolongada.

En cuanto al papel que juega el médico en la angina de pecho, luego de haber determinado que existe la enfermedad y que se indicaron los medicamentos, dosis, entre otros, lo único que queda por hacer es informarle sobre el progreso de su enfermedad, si ha sentido algún empeoramiento en su estado de salud, o si le cuesta realizar ciertas actividades que antes no le costaban.

Insuficiencia cardíaca

La llamada insuficiencia cardíaca es una condición en la que el órgano cardíaco (corazón) no es capaz de bombear la sangre necesaria a todos los órganos y distintas partes de nuestro cuerpo. A la misma condición también se conoce como descompensación cardíaca, aunque este término va más con la indicación de afecciones de tipo de insuficiencia cardíaca pero que se caracterizan por la acumulación de exceso de líquido y / o daño a la función normal de otros órganos generado por el funcionamiento incorrecto del corazón.

La insuficiencia cardíaca es una enfermedad bastante común que dentro de las personas mayores de 70 años, afecta a más del 5% de ellos. En la mayoría de los casos, suele ser identificada como una enfermedad de tipo crónica la cual requiere ser seguida y tratada durante toda la vida del paciente.

Existen varias causas que podría generar insuficiencia cardíaca, de las cuales las más frecuentes son: padecimiento de presión arterial alta (hipertensión), mayormente si no es tratada, ya que  aumenta el trabajo regular del corazón, lo que puede traer como consecuencia el ensanchamiento de este (es decir, desarrollar hipertrofia) y llegar a cansarse.

Enfermedad de la arteria coronaria (enfermedad de las arterias la cual lleva la sangre arterial al músculo cardíaco), mayormente si el paciente  ha tenido uno o más infartos, que han puesto en una posición comprometedora la capacidad normal de contraer el corazón.

Enfermedades del músculo cardíaco (como cardiopatía o cardiomiopatía), generalmente de origen desconocido, y que en escasas ocasiones pueden ser consecuencias de la ingesta de sustancias tóxicas para el corazón (por ejemplo, exceso de bebidas alcohólicas o algunos medicamentos usados para la terapia de tumores), o infecciones virales (miocarditis). También existen tipos de esta enfermedad con rasgos hereditarias (como miocardiopatías familiares).

Enfermedades de las válvulas del corazón (como valvulopatía) y malformaciones del corazón durante el nacimiento (cardiopatía congénita), las cuales generan un incremento en el trabajo regular del corazón y / o alteración (por exceso o por defecto) del flujo en los vasos pulmonares.

Existen algunos efectos que se pueden percibir diariamente como consecuencia de la insuficiencia cardíaca. Algunos de ellos son: fatiga (como astenia), generación de cansancio fácil, dificultades para hacer esfuerzos físicos y, en caso de tipos más avanzados, incluso las actividades más cotidianas y sencillas pueden generar molestia (por ejemplo, vestirse).

También la falta de aliento y dificultades para respirar (disnea) durante el esfuerzo (tanto intenso como medio o ligero, dependiendo del grado de enfermedad), o incluso en reposo. Una característica de la insuficiencia cardíaca es la alto inconveniente para respirar de manera anormal mientras se está acostado, pero que puede aliviarse al cambiar a una posición sentada o que hace necesario la elevación del tronco a la hora de dormir (usar 2 o más almohadones para dormir).

Antes de usar cualquier tipo de medicamento, como por ejemplo el que se explicó anteriormente, es necesario que acuda al médico para descartar cualquier anomalía o complicación.

Actualizado el 16 enero, 2020